MARINETTE.
Con lentitud voy abriendo los ojos, y unos orbes esmeraldas me logran asustar, me revuelco en mi lugar hasta lograr pararme. Me coloco en una pose de defensa buscando a mi enemigo. El lugar estaba desolado, y aquellas orbes esmeraldas habían desaparecido.
Analizando el lugar caigo en cuenta que estoy en una cueva, y había una especie de cama hecha con hojas y paja. Sin abandonar la guardia camino hacia la salida de la cueva y valla sorpresa que me llevó.
Estoy en la montaña del pueblo.
Me doy vuelta para mirar al interior de la cueva pero Adrien me sorprende logrando hacerme saltar. Su vestimenta llama mi atención, trae una túnica negra dejando al expuesto su torso y su cabeza esta adornada por una corona de plantas doradas. Su mano se extiende hacia mi y retroceso hasta encontrarme con el borde del barranco, me agarra de la cintura y me atrae hacia el sorprendiéndome.
Su mirada penetranto hasta lo más profundo de mi ser causando un escalofrío en mi. Me cargo como si nada a lo princesa y me llevó al interior de la cueva. Con delicadeza me dejó en la cama de hojas y se sento a mi lado sin dejar de mirarme, logrando incomodarme.
—¿Por qué me tienes aquí? — Pregunté de forma tosca.
—Eres mía... —murmuró, los colores me suben al rostro y niego con la cabeza repetidas veces.
—No. Ni Tuya, ni de nadie.— Le mire de forma retadora, su ceño se frunció lentamente, no le gustaba mi actitud y lo sabía. Me mostré retadora ante el, sin importarme que en estos momentos el sea más "poderoso" que yo.
—Eres. MÍA — Frunzo el ceño molesta, parece que la hominisacion* en Adrien va al revés. Se acerca a mi con la intención de intimidarme. De someterme.
— ¿Eres un cavernivola o que? — Lo empuje y me levante.
( . . . )
Han pasado días, no se cuantos, pero creo que han sido casi dos meses desde que Adrien y yo convivimos. Los susurros y pesadilla disminuyeron con su presencia. Pero he tendió algunas secuelas de inconsciencia, la última vez fue hace Uno días, estaba en el río cuando me desmaye y si no hubiera sido por Adrien en estos momentos mi cuerpo estaría río abajo.
Me siento con protegida con el y a e ser a altura no me gustaría alejarme de él. No he sabido nada sobre Tikki o siguiera de las amazonas, pero espero que estén bien.
Algo que me molesta de estar aquí es que Adrien es demasiado posesivo, no deja que baje de la montaña cuando el no esta conmigo y con suerte me deja entrar al bosque que está cerca.
Ahora, lo estaba esperando dentro de la cueva para poder salir ya que el había ido con cazar algo para comer. He de admitir que entre Adrien y yo hay algo, un sentimiento que no puedo aclarar aún, algo que nunca antes había sentido.
Aún no responde mis preguntas y me evita cuando quiero hablar de Tema, me he dado cuenta que el no sonríe si no estoy con el y siempre se ve solitario.
Recuerdo los primeros días que estuvimos juntos en la cueva, tantas veces que traté de escapar de él y ahora no me quiero ir, porque me trae paz.
Adrien entra con un ciervo en sus brazos, lo deja en el suelo y me busca con la mirada. Pero estoy escondida. Puedo ver que se empieza a desesperar al no verme y en ese instante me lanzó a su espalda aferrándome a él como un koala.
— ¡Ataque sorpresa! — Lo sé, me he vuelto infantil, pero el me hace sentir así, siento que puedo ser quien soy realmente con el.
Su ronca risa eriza mi piel — ¿Quieres ir al lago otra vez?
Bajo de su espalda y lo miro sonríe te mientras empiezo a afirmar con la cabeza de forma frenética. Me toma la mano y me guía, con miedo de que me suelte y salga corriendo.
Bajamos con cuidado la montaña y me suelto de él al llegar a los pies de la montaña donde hay una bajada de prado que da al lago.
Sin esperar me lanzó y empiezo a girar por el pasto riendo como si fuera una pequeña niña, cuando paro de rodar me quedo mirando el cielo boca arriba y sonrió aun más al ver a Adrien llegar hacia mi.
Me siento en mi lugar veo el prado lleno de flores. Me levanto con ayuda de Adrien y ambos vamos hacia el lago.
Lo que resto de tarde Adrien se la paso bajo la sombra de un árbol mientras que yo corría por todos lados y nadaba en el lago.
Ahora miraba a Adrien dormir bajo el árbol, por lo que aproveche de caminar por el prado con tranquilidad. Fui recogiendo las flores más hermosas que encontraba y luego hice una corona de Flores.
— ¡Marinette, ¿Donde estas?! — El grito desesperado de Adrien me avisa que ya ha despertado, y con la misma tranquilidad con la que camine me devolví.
Me asomo por un árbol y sus músculos se relajan al verme — ¿Donde estabas?
—Caminaba por el prado. — Me acerque a el y le sonreí logrando sacarle un tierno sonrojo — Ten, lo hice para ti. —le coloco la corona de flores sin darme cuenta que mi rostro había quedado a centímetros del de él.
Cuando baje los brazos mis ojos conectaron con los suyos, luego el miro mis labios y yo los de el. Me relamo los labios y cierro los ojos esperando. Su tibia respiración choca con tranquilidad mi rostro, y luego sus suaves labios se colocan sobre los míos uniéndonos en un tierno beso.
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Semi-dioses rivales [MLB]
FanficSus pensamientos son iguales, sus metas también, sus Ambiciones son parecidas y no falta el querer sentirse poderosos. Pero si hablamos de sus sentimientos, ellos lo negaría aún así sabiendo que se aman. Sus actitudes son diferentes, uno de ellos ra...