Semi-dioses rivales [MLB]

▪ Capítulo especial; Hija mia ▪

Hija mía;

Si estas leyendo esto, es porque ya sabes quien eres en realidad, cuales son tus límites y cuales son tus metas.

También se que si lees esto, probablemente ya no seas la misma pequeña niña que vi cuando tu madre te cargo por primera vez en brazos.

Tus ojos eran tan hermosos que no podía parar de verlos, eras la luz que iluminaba este infierno, pero cuando te fuiste solo me ensumi nuevamente en mi cólera y odio.

No se donde estas, no se con quien estas, pero ten algo en claro, te iré a buscar cuando  cumplas tus 20 años, cuando eso pase, quiero que me esperes.

Todos te dirán malas cosas de mi, la mayoría tiene razón, soy un ser despiadado, sin alma, inescrupuloso. Pero el amor que te tengo es incondicionalmente grande, y aria todo por ti.

Desde que Sabine me arrebato tu pequeño cuerpo de las manos jure que la asesinaría, pero cuando la encontré no te tenía con ella. La deje vivir solamente porque supuse que ella lo hacía por tu bien.

Como ya sabrás, tu poder es tan hermoso como horrible, ten cuidado que en todos los casos es un arma de doble filo.

Debes aprender a manejar tu ira y canalizar tus emociones.

Lamento haberme perdido tu infancia, tu vida. Lamento no haber esto ahí cuando más necesitabas de mí. Pero aunque nos separaban miles de Kilómetros siempre te apoye sin saber en que clase de persona te has convertido.

Espero que ayas dejado crecer tu cabello, aún recuerdo las dos coletas que siempre te hacías. ¿Cuanto has crecido? Mucho debe ser, aún recuerdo tus primeros pasos y tus primeras palabras.

"Pa Pa" lo dijiste claro y alto, fue el momento más feliz de toda mi inmunda vida, hiciste que las llamas que me envuelven quemarán todo a su paso por la emoción.

Jamás me había sentido dichoso hasta que por fin te cargue en mis brazos, tus primeras sonrisas fueron para mi, tus piernas palabras también, al igual que tus primeros pasos.

No sabes cuanta falta me has echo, se que no estas muerta, te puedo sentir, el vínculo que nos une es tan fuerte como débil.

Te quiero encontrar, pero no estás en el mapa, mi última opción de búsqueda va a ser el mundo humano, cuando sientas mi presencia, vas a saber enseguida que estoy en la tierra, solo por ir a buscarte

Mientras tanto, recuerda que yo, tu padre, te ama, y que ara todo lo posible para que estemos juntos de nuevo.

Te extraño mi pequeña Ladybug, espero que nos encontremos pronto porque así se ara.

Nos vemos Marinette, hija mía.

Con amor tu padre, el Dios ....

Sabine arrugo la carta entre sus manos, lo que estába haciendo era lo correcto, o eso creía ella.

Tantos años sin volver a verlo y ahora encuentra esta carta que pudo haber desmoronado todo lo que construyó para crear la fachada que hay entre los dioses.

Jamás pemso si que el volvería y que reclamaría a Marinette, tantos años sin aparecerse siquiera en el Olimpo, esa carta era la primera señal de vida que daba en años.

Si el no mentía en la carta, ya estaba cerca de encontrar a Marinette, y eso ella lo quería evitar.

La carta que había arrugado se empezó a quemar hasta quedar echa ceniza. Una ráfaga de viento se llevó los restos.

Ella era su hija, quizás no era de forma Biológica pero ella la amo como tal, Cuando Marinette volviera a ser la misma de antes está tendría que acceder al Olimpo para tomar parte de la nueva generación de dioses.

Y eso era lo que Sabine temía, porque Marinette no sólo pertenecía al poder de la creación de la nueva generación, su poder era más que eso.

— Oh, Hija mía — Suspiro la diosa acomodando su vestido blanco—Pronto llegará el momento en que tu padre te reclame... Estaré ahí para evitarlo —

Marinette, en sus manos tenía el poder de la creación y a la vez por el otro año el poder hereditario de su padre la esperaba desde lo más profundo de su corazón.