- señorita ya desea ordenar algo...- Santana desde hace más de media hora llegó a la cafetería y se ubicó en una mesa apartada, la voz de uno de los meseros la sacó de sus pensamientos.
- eh... - se restregó los ojos- no sé... Mmm tal vez puedas recomendarme algo- murmuró, el sonrío.
- claro como no, se que te gustará..- la morena ladeó una sonrisa- déjamelo a mi... - ella asintió y lo vio irse.
Se llevó las manos a la cabeza, la cual quería reventarse, su iPhone comenzó a vibrar, en se momento se dio cuenta que estaba en el bolsillo de la camisa que llevaba, lo buscó y comenzó a revisarlo.
Sólo se dio cuenta de la cantidad de mensajes y llamadas perdidas que tenía, lo silenció y lo dejó sobre la mesa.- espero y te guste... - reaccionó y se acomodó en la silla, el chico comenzó a colocar la comida sobre la mesa-
- wow... - trató de no morderse el labio, al ver los panqueques con fresas y chocolate, un jugo de naranja- créeme ya me gusta... - lo escuchó reir.
- presiento que no has tenido buen día y que no has comido nada- dijo el distraídamente, a lo que ella asintió- buen provecho.
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Santana cruzó la puerta agradeciendo el silencio total que había dentro de la casa, subió hasta su cuarto sin apresurarse , volvió a escuchar una notificación de mensaje de su IPhone, puso los ojos en blanco, pero esta vez decidió ver de que se trataba.
- Hey...- apretó con fuerza el iPhone en sus manos-
- ¿ qué ocurre ?- preguntó, dirigiéndose al clóset, abriéndolo de par en par.
-¿ qué ?? Te volverás a meter en el... - dijo entre risas, Santana frunció los labios y giró los ojos.
- ¿quieres qué te use, como cepillo de baño, cabeza de brócoli ?- dijo ella entre dientes, Blaine dejó de reír al instante, Santana ladeó una sonrisa maliciosa, él llegó a la cama y se sentó en el borde de esta, y cambió su expresión, ella entendió a que iba.
- no te diré que las escuches... Bueno no ahora, sé y es muy obvio que en estos momentos quieres partirla en dos, estoy muy extrañado que estés calmada, pero bueno... - la morena bufó un poco- sólo recuerda no tirar todo a la basura... Y piensa como hubieras reaccionado tú, aunque nadie es igual, hay algo que si compartimos y es cometer errores, San... No se hagan ese daño mutuamente, no se vuelvan unas desconocidas.