Dame tu Luz

Capítulo 26: Un poco de ayuda

El molesto dolor en su espalda provoco que sus ojos se abrieran. Por segundos no supo donde se encontraba, pero de inmediato su mente comenzó a trabajar. Recordó que la noche anterior, Sasuke había sufrido nuevamente por dolor en sus ojos. Sakura observó su alrededor y no encontró al azabache por ningún lado. Se levantó apoyándose en el tronco del árbol en el cual había apoyado su espalda en la noche para poder descansar algo, mientras Sasuke apoyaba su cabeza y dormía en su regazo. Cuando estuvo completamente levantada permaneció unos segundos quieta en su lugar mientras sentía que la sangre volvía a circular nuevamente en su piernas. Se le habían entumecido por tantas horas en aquella posición y ahora un gran hormigueo comenzaba a surgirle en los pies. A pesar de lo que sentía una sonrisa se dibujó en su rostro. Sasuke había dormido en sus piernas y aquello provocó que se sonrojara, pero al recordar cómo él le acarició la mejilla mientras la miraba antes de caer inconsciente, sintió que su cara estaba ardiendo. Llevó sus manos a su rostro provocando que sus entumidas piernas se debilitaran y que ella se estampara en el suelo.

—¡Ay! —Gimió y sin querer sentir más esa molestia en sus piernas comenzó a esparcir de su chacra en ellas. Así sería más rápido que sus extremidades volvieran a la normalidad.

—Ya despertaste. —La grave voz del Uchiha provocó un respingo en el corazón de ella. La pelirrosa miró a su dirección con algo de sorpresa, no se había percatado que él estaba cerca y su aparición a unos metros de ella, la dejo sorprendida.

—Em, sí. Acabo de despertarme. ¿Es muy tarde?, ¿Ya debemos marcharnos? —Preguntó ella tratando de levantarse nuevamente, pero sus piernas aun no estaban completamente recuperadas, así que decidió sujetarse nuevamente del árbol y por ello se mantuvo en pie.

—Aun es temprano. —Sasuke la miró algo expectante. —¿Sucede algo? —Quiso saber al verla aferrada al tronco del árbol.

—Hmm... nada...—Empezó ella a decir algo dudosa. —Solo que mis piernas están algo entumecidas, pero ya mejoraran. — Finalizó con una sonrisa, aunque ella se preguntaba cuanto más iban a estar así sus extremidades.

El azabache caminó hasta ella y recogió las cosas de ellos dos del suelo, se colocó su poncho de viaje y se acomodó el turbante en la cabeza de una manera experta. Sakura intento dar un paso, ya que sabía que era momento de retomar el camino, pero al colocar su pie derecho un poco más adelante, nuevamente sintió como caería al suelo y prefirió quedarse en su lugar.

—Ahh...—Suspiró la pelirrosa frustrada por su estado, a pesar de hacer usado chacra para apurar su mejoría, sentía que esto no le había ayudado en nada.

—Nos iremos ahora. Llegaremos a medio día a la siguiente aldea. —Soltó Sasuke ya listo para irse, pero al notar que su compañera no decía nada, volvió a mirarla expectante. — ¿Sakura?

La sonrisa nerviosa de la chica aumento en sus labios, se sentía algo tonta pensar decirle que no podía caminar por ahora, por eso solo se limitó a sonreír. Sakura se apoyó más en el árbol y sintió una corriente eléctrica en el momento en que Sasuke pasó su brazo por su cintura acercándola a él. La pelirrosa inconscientemente se soltó del árbol y sus manos se apoyaron en los hombros de él. Al verlo que estaba muy cerca de su rostro del azabache, a una escasa distancia, se sonrojó y sus piernas nuevamente se sintieron débiles.

—¿Sa-Sasuke-kun? —Balbuceó ella aun sin creer que estaba tan cerca de ella y él la tenía tomada de la cintura apegada a su cuerpo.

—Apóyate en mí. —Dijo él sin inmutarse por la cercanía de sus rostros.

—¡Es-Estoy bien! —Chilló la ojijade pero su voz se escuchó ahogada en su garganta. ¿Él podría llegar a sentir su agitado corazón?, se preguntó Sakura enrojeciendo más si es que podía.