Capítulo 14: Apoyarnos mutuamente

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El invierno volvió a caer en la aldea, cubriendo todo de blanco sin ninguna piedad. La pelirrosa miró por la ventana de su habitación algo somnolienta, ya llevaba varios días así, despertando más temprano de lo habitual y colocándose en la ventana para mirar el paisaje. Casi siempre su mente está en blanco en estas situaciones pero hoy en particular su mente viajaba mucho más allá del horizonte que lograba apreciar. Ya habían pasado casi dos años en donde no veía al pelinegro, sólo faltaban unos pocos meses para que se cumplieran los 2 años, y muy pocas noticias habían de él. ¿Dónde estará ahora?, ¿estará bien?, ¿volverá pronto?, esas eran las preguntas que casi siempre se hacía y que lamentablemente nunca tenía respuesta.

Cuando su despertador comenzó a sonar Sakura se acercó a el para apagarlo, se fue a la ducha y después de unos minutos bajó a desayunar y en eso salió de la casa y comenzó tu día laboral.

Últimamente la situación en el hospital había empeorado un poco más, por un lado fue por el clima tan frío que había y por el otro era que seguían llegando niños aparentemente enfermos pero que no tenían absolutamente nada y eso seguía preocupando aún más a la pelirrosa. Cuando la hora del almuerzo llegó Sakura se juntó con Shizune para ir a almorzar, hablaron de cosas cotidianas y pasaron un muy buen rato juntas.

Cuando al fin término con su trabajo pudo salir del hospital muy rendida.

—¡Sakura-chan! — un grito muy conocido se escuchó por la calle llegando a oídos de ella.

Sakura giro y vio a su amigo rubio corriendo desesperadamente hasta que la alcanzo y se escondió tras su espalda.

—Naruto, ¿Qué pasa? —preguntó extrañada al ver al héroe de la guerra escondiéndose detrás de ella, pero el chico no alcanzo a responder ya que segundos después muchas mujeres mayores y menores aparecieron por la calle buscando a cierto muchacho.

—Sakura-chan ayúdame... —pidió él en un susurro con voz implorante.

—¡Naruto-senpai! — gritaban las mujeres algo desesperadas al no ver al chico.

—Por el amor del cielo Naruto, eres un ninja puedes irte sin ser visto cuando quieras. —dijo la pelirrosa al sentir que el muchacho trataba de esconderse más en ella, pero eso ya era imposible ya que su cuerpo era más grande que el de la Sakura.

—¡ahí esta! —gritaron las fans y corrieron hacia ellos, Naruto sintió frio por la espalda, quería salir de allí.

—Hey tu chica, ¿Qué haces con Naruto-senpai? —preguntó una de las admiradoras frente a Sakura.

—No sé de qué me hablas. —Sakura se giró y volvió a su camino, las mujeres quedaron impresionadas al no ver a su ídolo, solo estaba la chica de pelo rosado caminando... ¿Dónde estaba Naruto?

—pss...pss... — un molesto sonido de boca la llamaba unas cuadras mas allá, ella planeaba ignorarlo pero fue tan insistente que tuvo que detenerse e ir a ver que quería.

—¿Que pasa Naruto? —Preguntó Sakura un poco molesta ya que estaba cansada y solo quería llegar a casa a descansar.

—Sakura-chan sácame de aquí. —pidió el chico oculto entre las sombras de un callejón.

—Puedes salir cuando quieras Naruto, ya te dije que eres un ninja—Lo miro dudosa y cansada.

—Lo sé pero igual es complicado, donde vaya hay alguien para seguirme...

—¿Acaso no querías ser popular? —preguntó cruzándose de brazos—ahora lo eres.

—Sí, o sea no...Ahh es complicado, no sé cómo Sasuke aguantaba esto. —al decir esto Naruto de inmediato se arrepintió y miro expectante a su amiga, pero se sorprendió al no ver ningún cambio de expresión en su rostro. —Sakura-chan ¿Estas bien? —preguntó el chico confundiendo a la pelirrosa.

Dame tu LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora