Dame tu Luz

Capítulo 18: La gran boda

—¿Es... Esta bien? —Preguntó Hinata mientras sus mejillas parecían tomates. Tenía puesto sobre ella el Kimono que usaría para la boda que estaba muy cerca, solo faltaba una semana con unos días y ella ya no podía más con sus nervios.

—Hmmm...—Sakura se llevó la mano a su mentón y la miro de pies a cabeza de manera muy seria. Hinata al ver su expresión tan lejana a la aprobación se asustó y se miró de inmediato al espejo. Ya se había visto miles de veces su reflejo, pero no estaba convencida del todo. ¿Y si a Naruto no le gustaba?, esa era la duda que tenía cada vez que se probaba un nuevo Kimono.

—Sa...Sakura-san. —Hinata le habló ya perdiéndose en los nervios ya que la pelirrosa no le decía nada. Ino miraba curiosa la situación y al cruzar la mirada con la ojiperla sonrió de forma divertida. —¿Ino-sa...san? — Los nervios se acumulaban en su pecho al darse cuenta que nadie decía nada.

—¡Ese es el correcto! —Gritó Sakura con una linda sonrisa en el rostro y fue tan repentino que Hinata pego un pequeño brinquito por el susto.

—Sí, sí, sí. —Apoyo la rubia acercándose a Hinata y apreciando el Kimono blanco sin muchos detalles envuelto en un obi negro. —¡Estas preciosa Hinata!

—Naruto se caerá de espaldas—Comentó Sakura también acercándose a su amiga.

—Te lo dije hermana, está haciendo mucho lio para esto. —Hanabi, que permanecía sentada en un banco de la habitación de la ojiperla se levantó sin muchos ánimos y observo a las presentes.

—Lo sé, solo que... —Hinata bajo la cabeza por las palabras de su hermana menor. Sabía que Hanabi ya estaba un poco cansada por el tema del Kimono que usaría para la boda. Habían visto más de diez prendas y la Hyūga mayor no se convencía de ninguno, por eso su hermana le dijo que le pidiera ayuda a alguna de sus amigas ya que ella empezaba a dudar si podía seguirle el ritmo o no a su querida hermana mayor, y así fue como Hinata, con timidez le había preguntado a Sakura e Ino si la ayudaban con la gran labor de su traje, ellas aceptaron gustosas y de inmediato se pusieron a trabajar en ello. —Lo siento por las molestias causadas.

—Oh, no te disculpes Hinata, me encanta hacer estas cosas. —Dijo Ino animando a la futura novia y todas sonrieron. —Además si estas bajo mi cargo ten por seguro que serás la novia más linda que la aldea ha visto.

—Entonces ya está. Hinata, ¿Te gusta este? — Sakura preguntó con tono amable para que la chica se sintiera más cómoda.

La prometida de Naruto se miró nuevamente en el espejo y juntó sus manos, este era el indicado, el kimono que había estado guardado por años en una caja, el que uso su madre al momento de casarse con su padre.

Sakura junto con las demás espero a que la ojiperla se decidiera y ninguna dijo nada mientras esperaban la decisión final.

—Esta...Esta bien, me gusta. —Habló la Hyūga mayor con más confianza. Sakura, Ino y Hanabi se miraron con complicidad y sonrieron al saber que habían cumplido su misión. Ya encontraron el traje perfecto para la novia, ahora solo quedaba esperar para que el gran día llegue sin ninguna novedad.

(...)

La noche ya llegaba a la aldea y muchas personas se iban a sus hogares para finalizar el día. La pelirrosa estaba metida en unos papeles leyéndolos atentamente sin darse cuenta que su turno ya había acabado hace ya media hora. El proyecto que tenia de la clínica mental para niños ya estaba listo y ella junto con Ino y otras personas capacitadas trabajaban en el lugar y atendían a los niños que tenían algún trauma ocasionado por la guerra. Según le había informado el Hokage días atrás, las clínicas en otros países también estaban a punto de funcionar y esa noticia le ponía mucha alegría, al fin le estaba resultando su plan y por fin podía ayudar a los pequeños que necesitaban una ayuda urgente para que siguieran viviendo su infancia como debía ser.