Capítulo 6: Gilbert

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Me baño y cambio para ir a la casa de Stefan. Nunca antes había ido a su casa, solo sabía que estaba en mi barrio, de aquel lado al que nunca transito.
Me decido a ir caminando. Posiblemente me pierda, pero no me importa.
Me puse unas adidas con un jean rajado y una remera suelta y algo corta.

Hoy me siento mejor, más relajada, pero no quita que este super desconcertada y llena de intriga al respecto.

Salgo de casa y miro el cielo, estaba muy nublado. Había mucho viento y estaba fresco. Mi pelo largo no paraba de moverse, juro que odio el viento.

Sin importarme lo anterior sigo y me pongo la capucha de mi sudadera roja.

Miemtras hiba por la calle siguiendo exactamente las indicaciones de Stefan, me cruso a Aaron.

Lo vi, el estaba con el celular sin mirar a su alrededor.

Aparecio mi fase novelistica.

No dios no.

Bajo la mirada y pongo el GPS. Sigo caminando hacia su dirección, sin mirar hacia el frente, solo mi celular.

El no se percata de que hay una persona en frente de el y chocamos. No quería tampoco terminar en el suelo.

El me mira y se empieza a reir. Me da la mano para ayudarme a pararme.

-Ky, ¿estas bien? Perdón-dijo riendo.
-Sisi fijate por donde vas niño.
-¿Niño? Si soy más grande.
-Shhhh solo un poco.
-Como quieras... ¿y? ¿Qué haces por aca?
-Voy para la casa de Stefan-levanta las cejas muy sorprendido.
-¿Para qué vas?-sonaba celoso...
-Somos amigos, y me invito a comer-miento porque posiblemente se asuste o piense que estoy loca si le cuento la verdad.
-Cuanta exclusión, la proxima conmigo-dice haciendose el celoso.
Me rio.
-¿Con Stefan?
-¡No! Estoy todo el tiempo con ese chico. Ademas de las 8h. escolares nos vemos después. No quiero que pienses que soy gay.
-No pensaría jamás eso-digo riendo.
-Bueno, sin el y punto.
-Ok.
-Sabes llegar, ¿no?-veo que mira mi celular que tenía abierto el GPS y luego me observa divertido.
-Mmm no-miento.
-Te aconpaño.
-Gracias.
-De nada-dice metiendose las manos en los bolsillos de su sudadera negra y enderesando su torso.

Creo que mi fase novelistica me esta ayudando.

Se largo a llover y empezamos a correr. El clima era horrible. Viento, frío y lluvia pero estar con el era como estar tirada en una playa en el Caribe.

Llegamos a la casa y yo toque el timbre.

Sale una mujer más baja que yo, de unos 40 años y con una sonrisa dulce en su rostro.

-¡Aaron! no sabía que venías. Genial, tengo preparado una chocotorta. Se que es tu preferida-dice la mujer con una sonrisa.
-No, solo acompañe a Ky que me la cruce en el camino.
-¡Ky! Hola linda, que bonita sos. Se estan mojando, entren. Aaron... por favor.
-Esta bien, pero no me quedo a comer.
-Bueno. Rápido que se mojan.

Pasamos y se ve un patio enorme y muy verde una pileta grande con luces a mitad del terreno. Ña casa estaba al fondo del terreno. Era de las típicas cuadradas de ahora, con tonos marrones y piedras; ventanas rectángulares y un ventanal que daba a la pileta. Unas reposeras blancas esperaban a los costados de la pileta, ideal para tomar sol. Era totalmente hermosa, moderna y a la vez cálida.

Llegamos a la puerta y la mamá de Stefan la abre, doy una mirada fugaz a esta y noto que en la parte de arriba decía sobre un vidrio: Los Gilbert.

¿Que...?

Me seco los pies afuera de la casa mientras observaba, luego entro.
-Permiso-digo.
-Adelante, tu casa es mi casa-dice la mamá.
-¡Stefan!-grita para que baje.
-Chicos voy a hacer algo y vuelvo.
-Si, no hay problema.

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