Capítulo 15: Pelea

45 12 14
                                    

Owen resopló y vino hasta donde nosotros nos encontrábamos.
Ignoró mi mirada desconcertada y se centró en Marina y en contarle cómo entrenaríamos hoy. No se dirigió a mí en ningún momento.

Los vampiros les enseñarían a los brujos algunas técnicas de defensa por si se presenta alguna adversidad. Hayley iría con Stefan y Owen conmigo. Genial.

El había preparado unos blancos de arquería en varios árboles.
Me tendió el arco de mala gana y luego me dió unas flechas.

Se apoyo en un árbol y me observo. Su mirada me inspeccionaba y me confundía. Me ignoraba y después me atravesaba su mirada.

-Lo estás tomando mal.

No me acomodo las manos como ayer, no se acercó para nada y al momento que lo mire a los ojos para decir "¿ Así ?" volvió a bajar la mirada. Al fin no dije nada, cerré la boca y lo observe. Juntaba las cejas y miraba sus zapatos. Se que el sabe que lo estoy mirando pero, así y todo se queda inmóvil. Se veía angustiado.

-¿Te pasa algo?-Digo con desasosiego.
-No-dijo fríamente y su mirada paso a un punto del bosque.

Sabía que algo le pasaba y era algo conmigo. Cuando llegue praticaba y reía con sus amigos, luego se dirigió al grupo para decir qué se haría sin ningún problema. No paraba de preguntarme qué es lo que hice. La respuesta no aparecía en mi mente y la verdad es que no creía poder hallarla. Tal vez es bipolar.

Tome el arco y di en todos los blanco, luego tiré este al suelo y me fuí.

-Ya termine.

Se, que aunque le estaba dando las espaldas se quedó quieto en el lugar observando como me iba rápidamente.

Estaba enojada, y se que no tenía un buen motivo para estarlo. El no tenía por qué decírmelo , pero me estaba empezando a gustar y ahora lo entiendo. Estoy enojada conmigo misma. Siempre me gustaban chicos con los que no podía estar, o eran gays o los Lidgude lo iban a matar si salíamos. Se que no es mi culpa pero igual me enoja. Que destino poco prometedor me espera en el amor...

Una vez que llegue a donde estaban todos me quedé mirando.

-Hey Ky-me dijo un chico.
-Soy Chad, ¿Querés que te enseñe algunas tácticas para defenderte?
-Si, claro.

Tenía cabello negro azabache y unos ojos verdes hermosos, era alto y en verdad muy guapo. No era mi estilo pero pintaba ser una buena persona.

-Bien, intenta derribarme.
-Okay.

Enganche mi empeine en su pierna y jale para desestabilizarlo. No lo logré. Decidí agacharme y tomar sus piernas con mis brazos. Tampoco lo logré. Me aleje de el unos cinco metros y tome carrera, corrí con todas mis fuerzas para rebotar en una piedra que era Chad. Obviamente, no lo logré. Lo peor es que el río en todos mis intentos de derribarlo.

-¿De qué estás hecho?-Digo cuando me tiende la mano para ayudarme levantarme.
-Te enseñaré algo. Toma mis hombros con tus manos y aleja tus pies lo más que puedas.
-Listo.
-Ahora quiero que con ese espacio que tenés de tus pies a mi cuerpo, te impulses para darme una patada en el pecho.
-Se que eres una puta piedra pero igual me da impresión.
-Tranquila yo estaré bien, soy una puta piedra como vos lo dijiste.

Hice lo que me dijo, tome el impulso y golpeé su pecho haciendo que callera al suelo y resbalara en la tierra por la fuerza de la patada.

Me acerqué a el y se levantó a la velocidad de la luz. Me impresionó y se que mi rostro lo decía todo.

-Velocidad vampírica y bien hecho.

Estaba lleno de tierra de pies a cabeza.

Escuchó un gritito que venía de una persona a mis espaldas.
En pequeños saltos esta persona se llegó y se lanzó sobre Chad.

☁Mi Ángel Guardián☁ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora