Capítulo 19: Al borde del abismo

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Owen corrió el cuerpo y se encargó de enterrarlo en el bosque. La alfombra con la gran mancha de sangre la desechamos y los razguños en los muebles y paredes serían algo que arreglaríamos con el tiempo. Ni hablemos de los vidrios, no podríamos transitar la casa descalzas por un largo tiempo.

Marina se impresionó mucho al llegar a su casa llena de destrozos, sé que en un instante su corazón se paró y supuso lo peor, y detestó que todos tengamos que pasar por tantos sustos. Es que algunos no fueron solo sustos, por lo que estos nos siguen asustando, como pasó con mi papá. Los sustos de los Lidgude son impredecibles.

Estaba destrozada, tirada en la cama con Stefan a mi lado, quien se encontraba igual o peor que yo. Contemplabamos el techo como si fuera lo más interesante del universo, paralizados y sumidos en nuestros pensamientos, en nuestro caos, nuestra vida.

-Stef-susurré suavemente.
-Ky.
-Esa persona se merece un funeral.
-Si, puede ser. Es algo irónico -río delicadamente, cosa que en el nunca se ve.

Me metí en un vestido con encaje negro, me coloqué unos cancanes del mismo color y unas botas altas con plataforma. Me maquillé frente al espejo, luego me observé y no creía lo que veía. La ironía... Una asesina preparándose para ir al funeral de su víctima, gracioso.

Salí del baño y me encontré con Stefan en smoquin.

-Era de mi abuelo-me acerqué y le acaricié el brazo.
-Es perfecto y también tenebroso si lo pensas.
-¿Qué? ¿Pensar que este traje lo usaba mi abuelo, que fue lo último que uso vivo?
-Exactamente-aleje mi mano de el.
-Es que no lo veo desde esa perspectiva macabra- entrelazó sus dedos- Mirá, es un traje-lo señalo-algo material, algo que le pertenecía. Y por más escalofriante que te parezca,  lo importante es que la materia no desaparece, se transforma. Es decir que hay partes de mi abuelo y cientos de muertos por todos lados, incluso en tu cuerpo.
-¿Alguna vez te dije que amo tu forma de ver las cosas?
-Never.
-Sos horrible en el inglés, a mi no me engañas.
-You are confused.

No sé cómo hacía para estar de ese humor y contagiarmelo con las circunstancias. Reir no era algo que pensaría que sucedería en este día, pero Stefan superaba las espectativas, siempre lo hacía.

Sonó la bocina lo que avisaba que Owen estaba afuera con su coche.

...

Al llegar al bosque me encontré con todos los brujos y vampiros con quienes entrenaba.

-Pensé que tres personas no era digno para un funeral de tal magnitud-dijo Owen abriéndome la puerta del auto.

Todos estaban en silencio, un nudo se me hizo en la garganta, no sabía que decir, no era una situación normal.

De pronto me quedé tildada observando el rostro de Owen.

La asesina le hace un funeral a su víctima, invita a muchas personas pero ninguna cercana al difunto. La asesina es ridícula. La asesina hace el funeral para ella, para pasar el rato, egoísta. Qué íbamos a esperar, es una esesina, no tiene escrúpulos y ... ¡Asesina!

Me bajé del auto y Jake me abrazó intensamente.

-Lo sé, es duro la primera vez, pero aún más si no tenes control de lo que haces y matas a un inocente-me dijo guiñándome el ojo, como si me hubiera pasado la receta para superar todo.
-No lo escuches, es lindo pero hueco. Yo entiendo por lo que estás pasando y el apoyo es fundamental-me dijo Hayley abrazándome.
-Yo también la paso mal-dijo Stefan en indirecta.
-Yo se que sí, únete-se incorporo al abrazo felizmente.

Nos acercamos a donde el cuerpo estaba sepultado. La tierra se notaba que había sido removida hace poco y una cruz coronaba su entierro.

Me aproxime a la supuesta tumba con una rosa roja en mis manos. Sus espinas lastimaban se clavaban en mis palmas, pero no hice nada, deje que ese dolor sea en conmemoración al difunto. Me puse en cuclillas y apoye suavemente la rosa en la tierra húmeda.

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