Entre Tus Piernas

Capítulo 7

El martes por la mañana recibí un mensaje de Feliz cumpleaños de mi papás, llegarían a casa en la noche así que en teoría la pasaría sola. Luca me había enviado un "HBD" comprendía que estuviera molesto conmigo lo había herido. La noche anterior Julian prometió pasar por mí para ir a su casa a festejar mi cumpleaños. Me bañé con la música en alto volumen. Al salir decidí ponerme un vestido negro, una chamarra de mezclilla y mis tenis verdes, alisé mi cabello y use un poco de rímel de pestañas. Julian llegó a mi casa a las cinco de la tarde, llevaba puesto pantalones de mezclilla, camisa negra y tenis negros, su atuendo resaltaba lo páido de su piel y sus hermosos ojos se veían aun más oscuros.

-Te ves preciosa Emmili -me supe nerviosa, y escondí mi rostros en las manos. Estaba recargado en un auto, me acerque a él controlando los nervios

-Tú luces fantástico -lo besé en la mejilla y lo abracé-.

-Feliz cumpleaños Emmi -me tomó la manó derecha y la besó- Bueno, vamos -sin soltarme la mano me abrió la puerta del coche y me ayudó a entrar-.

Condujo hasta llegar a su casa. Por fuera estaba como la primera vez que estuve ahí, las flores, las sillas en el patio. Entramos directo a la cocina, había preparado la comida, tenía velas prendidas y flores en un vaso, parecía improvisado, pero era el detalle mas lindo que jamás hubiera recibido.

-No es mi mejor trabajo pero es tuyo -me besó en los labios-.

-Es precioso, de verdad -lo abracé y besé, estaba emocionada, no podía contenerlo- muchas gracias Julian.

Comimos con Phillip Glass de fondo. Al terminar de comer platicamos sobre su carrera, sobre nuestras primeras mascotas, sobre nuestro dolor mas grande, el mejor momento de nuestra vida y nuestros miedos.

-Enséñame lo que haces, quiero ver algo de tu trabajo Julian.

-¿En serio quieres verlo? -asentí con un movimiento de cabeza, se puso de pie y me tendió la mano- Vamos arriba -me puse de pie y subimos las escaleras, arriba había un espacio libre que utilizaba de estudio, había pinturas, lápices y pinceles por todas partes, tenía un par de caballetes y un restirador. Tenía una pared repleta de dibujos de mujeres desnudas, su técnica era fascinante, algunos incluso parecían fotografías- Son modelos que van a la facultad, al principio era raro, ahora veo sus cuerpos mas allá de lo obvio -me señaló algunos que tenían líneas de color sobre el dibujo- ¿Ves como todo esta en relación? Las líneas y la dirección del cuerpo.

-Julian... tu trabajo es hermoso -me pasé por todo su estudio, mujeres, flores y animales, todo era hermoso-.

-Que bueno que te guste, seria mejor si me tomara más en serio todo esto.

-Es hermoso, de verdad me gusta mucho -lo abracé por el cuello y lo besé- Tienes mucho talento Julian. -Apenas terminé de decirlo me cargó como costal sobre su hombro, y me llevó hasta su recamara. Era un cuarto de cuatro por cuatro, las paredes eran blancas, tenía su librero repleto de títulos que jamás había leído, las cortinas eran verde oscuro por lo que la luz entraba teñida de verde-.

-Quiero contemplarte Emmi -me quitó la chamarra, me puso de espaldas a él y bajó el cierre de mi vestido deslizándolo por mis brazos hasta dejarlo caer. Volteé a verlo y lo besé, acarició mi cuello y en medio de mis pechos hasta llegar a la pelvis y regresó. Le quité la camisa y el cinturón, se quitó los pantalones y me cargo en sus brazos. Me dejó caer sobre su cama y me beso lentamente cada parte de mi -voy a hacer que jamás me olvides- lo dijo mientras besaba mi cuello. No tuvimos sexo ese día, solos nos besamos y acariciamos todo el cuerpo-.

A las ocho de la noche estábamos estacionados afuera de mi casa, lo que había pasado en su cuarto me hacia sentí aun mas cercana de Julian, sus manos recorriendo mi piel, sus labios sobre mi espalda. Le besé los hombros y el cuello, deslicé mis manos por todo su cuerpo. Todo sin morbo. Solo él y yo.