Capítulo 10

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Me quede dormida, soñé que estaba en el parque caminando, el ambiente era frío y el viento soplaba fuerte, las flores de las jacarandas caían, el piso estaba completamente cubierto de color lila; al final había una banca, me senté y esperé hasta que se hizo de noche... nadie llegó.

Desperté sospechosamente temprano, era lunes así que mis padres no estarían. Revisé mi celular y encontré un mensaje de Julian "Perdona que no contestara, escuché el teléfono pero estaba cansado. Prometo estar en contacto. Te quiero". Sonreí después de leer el mensaje.

No se porqué me sentía con ganas de hacer cosas, no sabia si por el mensaje o por el día, no importaba, tenia cosas en que distraerme. Me puse la misma ropa de un día anterior y puse música a todo volumen, cambié las sábanas de mi cama, limpié el ropero, puse la ropa sucia en el cesto, acomodé mis libros por autor, limpié los muebles y aspiré todo. Bajé al patio de servicio y lave mi ropa por color y por forma de lavado; pasé a la cocina, lave los trastes, limpié ventanas, encimeras y dejé como nuevo el refrigerador; fui a la sala, acomode cojines, coloqué los controles por tamaño, limpié el librero, acomodé las fotografías. Terminé todo el quehacer de la casa a eso de las tres de la tarde. Aún sin bañarme salí al parque a cortar margaritas para mi cuarto, generalmente prefería las flores en macetas, pero mis habilidades para mantenerlas vivas era nula; puse las flores en un frasco con un poco de agua, las subí a mi cuarto, respiré aliviada al ver todo en orden, quizá un poco de orden material me ayudaría con mi desorden de ideas y emociones; me metí a bañar, me puse un short de pijama, botas bordadas y un suéter grande rojo, dejé mi cabello chino suelto, puse sobre la alfombra de mi cuarto manta, hice sonar Glassworks de Phillip Glass y me eché al piso. primero pensé en hacer la cocina para sorprender a mis padres pero tenia tiempo de sobra ya que llegan después de las siete de la noche los lunes, pensé en hablar con Luca pero dado lo que había pasado un día no sería buena idea, después pensé en llamar a Julian pero quizá estaría ocupado, no quería que se sintiera presionado aunque lo cierto era que lo extrañaba y mucho.

A las cinco de la tarde baje a comer fruta y a preparar la cena para cuando llegaran mis papás, un poco de pasta, ensalada y carne asada; terminé todo a eso de las seis con treinta, puse la mesa, una botella de vino y prendí velas, si me encontraban dormida al menos ellos podrían tener una cena romántica otra vez. Subí a mi cuarto, cerré un poco las ventanas y me volví a echar al piso, mi teléfono empezó a sonar, era Julian.

-¿Hola? -contuve la emoción-.

-Hola Emmi, ¿cómo estas?

-Bien ahora que me llamas, ¿todo bien en tu casa?

-Pues, no se si todo bien -hubo silencio- ¿Qué has hecho?

-Ayer salí a correr, Pergamino ya abrió al parecer remodelaron, fui a El café de la Serpiente, me quedé hasta tarde ahí, el tiempo se me fue leyendo -soltó una risita y yo guarde silencio por un momento- de regresó encontré a Luca afuera de mi casa, vimos películas y comimos, todo como antes.

-¿Todo?

-Bueno, no todo, pero sabes a lo que me refiero... Bueno hubo algo, bebimos mucho vino, e intento besarme, pero solo eso, solo fue un intento.

-Confío en ti Emmi -hubo silencio de nuevo- solo quiero que estés bien -suspiró-

-Lo estoy dentro de lo que se puede.

-Bueno, me da gusto lo de ti y Luca, ahora me debo ir, cuídate mucho ¿sí?

-Te quiero Julian -colgó, aunque me daba mucha emoción hablar con él, algo en mi se puso triste, abracé la mantita y comencé a llorar-.

***

La primer semana sin saber desde la ultima vez que hablamos, comenzaba a sentirme ansiosa todo el tiempo, ocupada mi mente en otras cosas, se me había hecho habito salir a correr, pero aun así siempre había algo que no me dejaba tranquila... ese algo se llamaba Julian.

Luca me había comprado un par de cactus y una suculenta para disculparse de lo ocurrido en sala de mi casa, dijo que quizá era el tipo de plantas que una persona como yo necesitaba.

***

Me quedaban dos semanas de vacaciones, entraría al ultimo semestre de preparatoria. Salía a hacer las compras con mamá, frecuentemente me preguntaba por Julian, llevaba dos semanas sin saber de él así que mis respuestas era "bien", "manda saludos", "dice que me extraña", ya no estaba segura si respondía a sus preguntas o a las mías. En los ultimos días me quedaba dormida esperando que llamara.

Julian al fin había respondido a los mensajes que le dejaba, me pidió disculpas y prometió llamar en la noche... no lo hizo.

Entre Tus PiernasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora