Cassual Afair

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Brendon y Dallon se hicieron muy unidos con el paso de los días; los viejos amigos del menor estaban en clases diferentes y además siempre decían que no tienen tiempo para estar con él. El más alto por su parte, nunca tuvo un amigo de verdad, al final todos lo dejaban solo.

Desde que lo vio por primera vez, el pelinegro quedó cautivado con el chico de bella mirada, este también, bueno más bien dicho Dallon se enamoró por completo, no solo de su físico, en verdad lo empezaba a amaba, después de sentía la necesidad de cuidarlo, de quererlo, de protegerlo y nunca quería separse de su lado; realmente nunca sintió algo como eso por nadie.

Era un sábado por la mañana, el clima era muy agradable así que el frentón decidió salir a caminar un rato, se encontraba muy estresado porque sus tíos se encontraban en una difícil situación económica, ni con su trabajo podría ayudarlos y estaba pensando en conseguir un pequeño apartamento para dejar de ser una carga, él mismo se consideraba un estorbo para todos y preferiría salir de ahí, de todas maneras a nadie le importaba.

Se dirigía a la tienda de música, estaba ahorrando para comprar una guitarra eléctrica y quería ver los diferentes precios pero con todos esos problemas tendía que prosponer su gran aspiración de formar una banda, además no teniía con quién fundarla, ya casi no hablaba con sus amigos y no sabía que Dallon toca el bajo.

Una vez llegó al lugar, estaba observando la variedad de instrumentos hasta que se topó con aquel chico que le robaba el sueño por las noches... Dallon se encontraba arreglando unos discos, luego lo vió y ambos se quedaron estáticos en sus puestos; cuando sus miradas se encontraban el mundo entero se detenía, solo existían ellos dos y su amor infinito.

-Hola! Brendon!

-Ho..hola Dall... ¿Qúé haces aquí?

-Jaja, yo trabajo aquí, y tú Bren?

-Vine a ver las guitarras eléctrica, me recomendarías una?

-Claro! mira esta- dijo el alto enseñándole una hermosa guitarra negra- Oye Bren, llevo tiempo queriendo decirte esto.... tu, tu quisieras salir conmigo?

Los ojos de Brendo se abrieron como platos; por dentro etaba gritando de la emoción como una colegiala, pero se limitó a contestar dejando ver un poco de emoción:

-Por supuesto Dall!, qué te parece mañana a las 6?

-Perfecto, entonces paso por ti- para el ojiazul "ue impresionante que lo aceptara, nunca le habían dicho que si, ni siquiera las mujeres. Antes era un poco "nerd o ñoño" Pero todo eso cambió un día cuando la pubertad (aunque un poco ratrasada) hizo maravillas en él; creció mucho, muchísimo y empezó a usar lentes de contacto, así podría dejar a la vista del mundo aquellos diamantes que llevaba como ojos.

Dallon acompañó a Brendon a su casa, su turno había terminado. Cuando se detuvieron el el porche de su casa, el más alto enrojeció de repente como un tomate...

-¿Pasa algo?

-N..no, todo bien...Bren, yo...- antes de terminar la frase Dallon fue interrumpido por el pelinegro que dejó un suave y tierno beso en sus labios:

-Todo está bien Dall- dijo el pelinegro con una pequeña sonrisa pícara en su rostro- Ya me tengo que ir, no lo olvides, mañana 6pm.- terminando esto Brendon entró a su casa con una gran sonrisa dejando a Dallon sorprendido e impactado; pero sobretodo feliz. La persona que tanto amaba lo había besado, la semilla de la esperanza floreció en su corazón.

I'm yours and you're mine. °°BRALLON°°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora