Capitulo 22

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Me separé de la pared, pasé a MinGyu, y me dirigí a la puerta. Él alcanzó mi brazo.

—No lo hagas, JeongHan.

Esquivé su mano. —No puedo dejarla morir. No cuando puedo salvarla.

—Echarás a perder tu encubierta. Arruinarás nuestro plan.

Pero no lo oí. Salí corriendo al pasillo, intentando escuchar más gritos. No estaba complemente segura de cuál habitación ocupaba la banda.

Otro sonido se escuchó. No era un grito, sino más bien un aullido lastimoso, de alguien que se encontraba más allá del miedo y la desesperación. Conocía ese sonido, porque estaba seguro que yo mismo lo había hecho antes.

Sonó por la derecha, de seguro venía desde algún lugar cercano. Me detuve a tres puertas y esperé. El patético quejido vino de nuevo. Más fuerte y profundo. Me giré y miré la puerta detrás de mí. Puse la mano en la perilla.

—No lo hagas. —MinGyu se encontraba tras de mí.

—Debo hacerlo.

—Podría matarte.

Lo miré sobre mi hombro. —Ya me siento muerto de todas maneras. Realmente son simples logísticas.

Giré la perilla. En realidad no esperaba que se abriera. Y no lo hizo. Quizás la distracción sería lo suficiente para salvar a la chica adentro.

La moví un poco más, luego comencé a golpear la puerta con mis puños. Cuando eso no funcionó, di algunos pasos atrás y empecé a patearla con el tacón de mi bota. La puerta tembló del impacto.

Otras de las puertas del hotel se abrieron, y los clientes se asomaron a ver cuál era todo el alboroto. Miré a la mujer mayor a cuatro puertas más abajo.

—Llame a seguridad, ¿De acuerdo?

Volvió hacia adentro, y esperaba que hiciera lo que le había dicho.

Levanté mi pierna para seguir golpeando la puerta, cuando se abrió, en vez de golpear la madera, mi bota terminó en la gran mano de MinHyuk .

Miró mi pie y luego a mí, no tenía camisa y su mirada era peligrosa. Sus ojos eran de un negro azabache, que me hacía temblar.

—Estoy bastante seguro que tienes la habitación equivocada.

Empujó mi pierna y tropecé hacia atrás, casi cayendo sobre mi trasero. Hubiese caído si MinGyu no se hubiese encontrado allí para sostenerme.

—Espero que tengas una muy buena razón para molestarme.

—Yo...

—Creímos que te encontrabas en peligro.

Me giré para mirar a MinGyu con la boca abierta.

Me vio rápidamente para luego devolver su mirada a MinHyuk. —Escuché a alguien en la multitud diciendo que te iban a golpear.

MinHyuk sonrió. —¿En serio? —Su fría mirada me atravesó como una tachuela a una mariposa—. ¿Y tú qué dices, cariño? ¿Por qué intentabas tumbar mi puerta, en verdad?

Su mirada me examinó. Era enfermiza. Mi estómago protestó ante la violación. Pero me forcé a mi misma a sostener su mirada y asentí. —Es lo que dijo MinGyu.

—Hmm, lo dudo un poco. —Tomó un par de pasos hacia delante en forma amenazadora.

Por suerte, seguridad eligió ese momento para aparecer. Era solo un hombre, y estaba gordo y fuera de forma, enrollado y apretado como una salchicha en su uniforme, pero tenía una radio, una batuta, y una Taser en su cinturón. Además, era un testigo. Fue lo suficiente para poderme relajar un poco. Quizás no moriría esta noche.

STATIC [GYUHAN] [ADAPTACION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora