Capitulo 1

1.2K 77 7
                                    


Me perteneces...Soy tu dueño...

El hipnótico timbre de la voz de MinHyuk atravesó mi cuerpo, haciéndome estremecer por completo. Fue como si una oleada de heroína fuera inyectada en mis venas, calmándome, excitándome, me encontraba total y enteramente drogado. La bulliciosa multitud en frente del escenario se balanceaba de atrás a adelante y yo me balanceaba con ellos. Me encontraba atrapado en el movimiento —el flujo de personas se movía como un torbellino siguiendo el intoxicante ritmo embriagador de las penetrantes letras de Malicia.

Tu vida está en mis manos...Estoy succionando tu alma...

Era mi banda favorita desde el año pasado, había estado viajando con mi mejor amigo, SeungKwan, a través de Idaho y Washington en los pasados dos meses para verlos tocar. Mi madre había sido realmente genial sobre el asunto, incluso me presto su auto —un viejo POS, pero un vehículo al menos—para ir a sus presentaciones, con la condición de no manejar a casa borracho. Lo había intentado una noche, pero estaba tan ebrio que no pude seguir en el camino, y me estacioné al lado de una parada de descanso. SeungKwan y yo dormimos en el auto. Afortunadamente, no había un psicópata enloquecido violando y mutilando gente. Lo peor que nos ocurrió, fue que un perro callejero nos siguiera, buscando restos de comida. SeungKwan les dio las sobras de una hamburguesa que compramos en un McDonald después del concierto. Durante ocho conciertos, he estado fascinado por los cuatro miembros —tres chicos y una chica—de la banda. Mi cuerpo respondía a cada nota de su música. Mi cabeza se movía al ritmo del golpeteo de la batería, mi corazón se aceleraba con cada riff de guitarra, y mis muslos se apretaban con cada palabra que MinHyuk, el cantante, pronunciaba en el micrófono.

En algunas canciones parecía que hacían el amor con el equipo, pasando sus dedos de arriba abajo por el soporte del micrófono, pronunciando las palabras a un amante al oído. Me dolía y ardía de deseo por poder ser ese trozo de metal. Que él me tomará así, agarrándome fuertemente, deslizando sus húmedos labios sobre mi rostro y mi cuello. Mis ojos estuvieron cerca de ponerse en blanco, solo por imaginar lo que sentiría. Fue entonces cuando SeungKwan me dio un puñetazo en el brazo para sacarme de mi fantasía.

—¿JeongHan?—¿Qué? —gruñí, mirándolo entre los mechones de cabello negros que caían en mis ojos.—¿Quieres un poco de esto? Bajé la mirada para verlo, pasándome algo de vodka. Tomé la botella que me ofrecía y la llevé a mis labios bebiendo un buen trago. Ardió al bajar, pero era un buen signo, significaba que aún seguía sobrio. Lo cual debía estar si iba a cumplir mi misión de conseguir un pase al backstage para conocer a la banda. Esta era su última actuación del verano en mi ciudad natal —Boise, Idaho—y no tendría otra oportunidad para ofrecerle mi virginidad a MinHyuk. He estado guardándola para él. Mi mamá siempre me ha dicho que la virginidad es un regalo y la persona debe ser demasiado especial para dárselo. Creo que MinHyuk es extremadamente especial. Quiero decir, mi mamá se la dio a un Dios del Rock en los años 80, sospecho que fue entre Keith Richard o Iggy Pop, ya que ella tiene sus fotografías autografiadas, agradeciéndole por la magnífica noche que pasaron, y cuando ella menciona a alguno de ellos tiene una pequeña sonrisa en los labios y un brillo diabólico en los ojos. Antes de que pudiera regresarle la botella a SeungKwan, la pareja al lado de nosotros tropezó con mi brazo y estuve a punto de caer. Me giré para fulminarlos con la mirada, pero estaban tan ocupados besándose como para notarlo. Esto era una de las cosas que notaba en los conciertos de Malicia, siempre había un montón de parejas besándose y manoseándose en la multitud o en las esquinas oscuras del lugar. En Spokane, cuando fui al baño en un club en el cual la banda cantaba, me topé con dos chicas besándose en uno de los cubículos del baño. Una vez que finalmente le di la botella a SeungKwan, él la limpió con el dobladillo de su camiseta —supongo que no aprecia mi saliva—y bebió un gran trago, luego la metió de vuelta en el bolsillo de su chaqueta verde militar que nadaba en su figura.

STATIC [GYUHAN] [ADAPTACION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora