El túnel estaba oscuro. Por lo menos, creía que era un túnel. Era más fácil pensar de esa manera. La alternativa era una locura y no quería tenerla en cuenta. Podía seguir un túnel. Tenía sentido. Poner un pie delante del otro, deslizando los dedos por las paredes. Seguir el camino. Permanecer en el camino. Bajar significaba un viaje al olvido. Y realmente no quería hacer ese viaje y perderme para siempre.
Me arrastré hacia delante en la oscuridad, concentrada en mis pasos, la imagen del baño del hotel al final. En mi mente, vi el inodoro de porcelana blanca y la encimera de azulejos verdes alrededor del lavabo blanco. La cortina blanca de la ducha ondeaba delante de mí, llamándome...
Y entonces estaba allí, agarrándola. Podía sentir el plástico entre mis manos.
Me caí hacia delante y arranqué la cortina de los ganchos. Casi me golpeé la cabeza con el inodoro en mi caída. Mierda. Realmente lo hice.
Me puse de pie y examiné la habitación. Sin duda era el baño de MinGyu en el hotel. Su cepillo de dientes se encontraba en la encimera al lado de un tubo de pasta de dientes. Una botella de colonia Calvin Klein yacía junto a ello. La cogí y la olí. Sí, MinGyu. Llevaba ese ligero y especiado aroma en la piel.
Bueno, hora de volver. Aunque, esta sería la oportunidad perfecta de cotillear las cosas de MinGyu.
Para saber más sobre él, para saber más sobre Malicia.
Pero había dicho que regresara inmediatamente. Si no lo hiciese, sabría que había llegado a algo. Y no quería que se enfadase. Me gustaba. Y estaba bastante seguro de que también le gustaba a él. Al encontrar una sombra en el suelo, me situé sobre ella y me concentré en caer. Me imaginé el cuarto de baño al otro lado. Me imaginé la cara de MinGyu y me concentré en ella. Lo cual no era difícil, ya que era muy estelar.
En cuestión de segundos, me disolvía en la sombra a través del suelo y dentro del abismo. Era más fácil volver. Parecía que sólo había dado unos pasos antes de que estuviese parpadeando ante MinGyu, hecha un ovillo en el suelo. Se agachó y me ayudó a ponerme de pie.
—No está mal. Solo tardaste unos seis minutos.
—En lugar de volver de inmediato, podría haber buscado en sus habitaciones algo, cualquier cosa que nos ayudase a acabar con ellos.
—¿Sí? ¿Y cómo habrías entrado en cualquiera de sus habitaciones?
Fruncí el ceño, olvidando completamente ese pequeño problema.
—Seguiremos practicando hasta que te vuelvas veloz, y solamente entonces, lo intentaremos. Tienes que tener la disposición de la habitación a la que vas. Tienes que ver a dónde estás yendo, o quién sabe dónde acabarás.
—Está bien, así que ¿Cómo puedo entrar en sus habitaciones?
Suspiró.
—Todavía no lo he averiguado.
Dieron unos golpes a la puerta.
—Parad de follar y salid de aquí. Es la hora de abrir el club.
Era uno de los otros roadies. Creo que se llamaba Chuck.
MinGyu me miró
—Despéinate un poco.—Se desabrochó los vaqueros—. Tiene que parecer que hemos...eh, ya sabes.
—Oh, claro. —Me sacudí el pelo con las manos hasta que algunos mechones apuntaron hacia arriba—. ¿Qué tal así?
Se río un poco. —Lindo.
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STATIC [GYUHAN] [ADAPTACION]
FantasyDurante el verano antes de su último año escolar, Yoon JeongHan es un groupie de diecisiete años que ha estado siguiendo a su banda de rock - punk, "Malicia", de concierto en concierto, con la esperanza de que una noche pudiera acceder al backstage...