Epílogo.

1.7K 194 54
                                    

4 años después...

Entre las calles de Dressrosa caminaba un hombre muy alto, de cabellos rubios, abrigo negro, que usaba lentes y traía con él un maletín, se acercaba a la residencia (t/a), sin embargo a escasos metros resbaló y cayó.

-¡Señor!- se acercó una niña. –¿Está bien?- el hombre levantó la vista y quedó atónito al ver a la pequeña, quien tenía como tres años, de ojos grises y cabello negro.

-S... si, estoy bien- se levantó. –Buscó a (t/a) (t/n)...- la niña sonrió.

-¡Ella es mi mamá!- tomó la mano del hombre, colgándose como monito, pues era muy alto. –¡Yo te llevo!- dijo sonriendo de oreja a oreja.

-Gracias...- sonrió de igual manera.

-¡Mamá! ¡Mamá! ¡Un extraño señor vino a buscarte!- al rubio le dio un pinchazo en el corazón al oír esas crueles palabras, sin embargo recobró la compostura al ver salir a una hermosa mujer de cabellos (t/c) y ojos (c/o).

-Lizzie, no digas esas cosas... una disculpa ¿señor...?-

-Rocinante... ese es mi nombre...- sonrió y la mujer le regresó el gesto.

-¿Para que me busca? Pero antes pase...- los tres se acomodaron en la sala. –Ahora si, usted dirá...- Rocinante no dijo nada y sólo puso el maletín en la mesa, la mujer se congeló atónita, reconocía ese objeto.

-Vengo a cumplir una promesa...- la mujer se tensó y un nudo se formó en su garganta.

-Lizzie, ve a ver a Sanji-kun, me dijo que te preparo tus pastelitos favoritos...- dijo disimuladamente para sacar a la pequeña y Rocinante lo notó.

-¡Si!- la niña se fue ilusionada, dejando a los mayores.

-No quiero ser grosera, pero llévese eso... yo no quiero saber nada de él...- exclamó molesta.

-Pero tienes que saber que él...- la mujer lo interrumpió.

-¡Dije que no!- el hombre suspiró, no iba a insistir, si ella no quería saber nada, no le diría nada.

-Si Law hubiera sabido que tendría una hija, tal vez estaría aquí contigo...- la mujer derramó unas lágrimas. –Me tendrás que perdonar, pero con mayor razón tengo que dejarte el violín... después de todo en la familia de Law el instrumento pasa de padre a hijo...- dejó el objeto en la mesa. –Con su permiso...- sin decir más, salió, en el recibidor, la niña iba corriendo y chocó con él.

-¡Lo siento!- el hombre se agachó un poco para acariciar los cabellos de la pequeña. –¿Ya se va?-

-Sí, ¡Cuídate mucho y a tu mamá también...!- sonrió y la niña como despedía le dio un pastelito, él lo recibió gustoso y como pago le entregó un sombrero blanco abultado de motas negras, lo puso en su cabeza, le quedaba grande, pero aún así se lo quedó, corriendo a la sala muy emocionada. –"Puede que sea igual a Law, pero es más alegre y amable... debe ser por su mamá"- pensó y posteriormente sonrió con cierta burla mientras salía.

-¡Mami! ¡¿Por qué el hombre extraño se fue?!- entró saltando y evitando que el sombrero se cayera, su madre limpio sus lágrimas y volteo a sonreírle.

-Tenía cosas que hacer- ella se sorprendió de ver el sombrero, lo conocía bien pues llegó a verlo un par de veces en sus citas con Law, la niña miro el maletín sintiendo curiosidad.

-¿Y esto?- lo abrió y vio el hermoso instrumento. –Es lindo...-

-¿Te gusta?- la pequeña asintió. –Es tuyo... es un violín de Flevance, de donde nació tu padre- la mirada de la niña se iluminó.

-¿Papá me lo manda?- su madre acaricio su mejilla. –¡Mi papá es el mejor! Me preguntó... ¿cuándo vendrá a verme...?-

-No lo sé, tal vez pronto...- sonrió. –¡Ve a jugar!- su hija salió, ella se sentó en el sofá y del cajón de una mesa, saco una rosa seca y una carta, aquellos objetos que Law le dejó, abrió la carta, leyendo su contenido.

"(T/n), cuando leas esto ya no estaré aquí, soy un cobarde y he preferido decirte esto a través de una carta, ayer en la noche, cuando te entregaste a mi, me dijiste algo que hace mucho no escuchaba... "Te amo", en ese momento no supe qué decir, pero ahora mientras escribo esto, me doy cuenta que yo también siento lo mismo, ¡Te amo! Te amo tanto que renunciaré a todo lo que he construido, pagaré mis pecados y te ayudaré... no me odies por favor, aunque no te culparía por ello...

Espero que el destino se apiade de mí y te vuelva a poner en mi camino, se feliz, lo mereces...

Atte: Trafalgar D. Water Law..."

-Law...- guardó los objetos y recordó un poco, cuando leyó eso por primera vez lloró como nunca en su vida, cuando vio los papeles del folder no podía creerlo, ella tenía los registros que su padre había logrado reunir, pero gracias a lo que Law le dejó pudo completarlo, gracias a él cumplió su sueño, después del juicio y encierro de Doflamingo, esperaba que algún día apareciera, pero ese día nunca llegó...

Algunas semanas después se enteró que su pequeña venía en camino, el fruto del amor que le tenía a Law, la pequeña era igual a su padre físicamente, siempre contó con el apoyo de su madre y sus amigos, inclusive Sabo quería ser el padre de la niña, pero (t/n) no aceptó, la cuidaría sola... todos amaban a la pequeña, Garp la veía como una nieta, Luffy como una compañera de juegos, Zoro y Sanji procuraban cuidarla, Sabo era muy cariñoso con ella, así como Ace el otro hermano Luffy. Ciertamente la menor preguntaba por su padre, (t/n) solía decirle que por el bien de ella se escondía, pero que algún día se verían...

Ahora se arrepentía de no haber dejado hablar a ese hombre, de verdad quería saber que le había pasado o dónde se escondía, pero ya era tarde... sólo le quedaba esperarlo...

"Te encargaste de que yo no sufriera más, aunque no sé si ahora estás sintiendo dolor..."

Corazón salió de la ciudad dirigiéndose a una zona alta de las montañas, donde había un campo de flores, llevaba consigo una botella de sake y el pastelillo al llegar al borde se sentó, a su lado había una tumba, con una lápida sencilla, en letras cursivas "Trafalgar Law", el hombre sirvió un copa de Sake y la dejo enfrente del monolito junto con el postre y otra se la sirvió para él.

-Ahora entiendo porque lo dejaste todo, es una mujer hermosa y se ve que posee un gran corazón... te lo advertí Law... alguien te enamoraría y cambiarías...- chocó levemente las copas. –Por desgracia tú también cumpliste tu palabra...- bebió de un sorbo el licor. –Salud por tu amor y por tu hija, gracias a ti, ahora tendrán un futuro libre de Doffy, sin embargo... ellas te siguen esperando... idiota-

"Te sacrifícate por mi para no verme sufrir..."

Phantom Pain (One Piece. Law y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora