Phantom Pain (One Piece. Law y Tú)

Especial 2: Vienes en camino.

Han pasado varias semanas y Doflamingo fue juzgado y sentenciado a muchos años en la carcel posiblemente nunca salga de ahí, (t/n) estaba aliviada, al fin había vengado a su padre, pero ahora otra pena aquejaba su alma, no sabía nada de Law...

-¡¿Cómo puedes pensar en él, estaba apunto de matarte?!- le reclamaba Sabo.

-¡Pero no lo hizo, él me ama!- dijo a punto de llorar. –Yo también lo amo... y deseo saber ¿qué le pasó?!- el rubio suspiro de frustración.

-¡(T/n), olvídalo, el muy cobarde se fue!-

-¡Cállate!- derramó algunas lágrimas, algo iba a decir, pero se sintió mareada, el joven se dio cuenta.

-¿(T/n)?- la joven ya no dijo nada, se desmayó siendo atrapada por él. –¡(t/n)!-

La joven fue llevada al hospital, su madre estaba preocupada, últimamente la veía demacrada, cansada y había veces que no tenía apetito, una idea se estaba formando en su mente, pero no estaba segura... hasta ese día.

El doctor salió, Sabo y (n/m) se acercaron a él.

-¿Que tiene mi hija?- preguntó al borde del colapso.

-Ella tiene buena salud, sólo está presentando los síntomas naturales...- tanto el joven como la señora se desconcertaron, no entendían qué pasaba.

-¿A qué se refiere?- preguntó nervioso Sabo, el doctor sonrió.

-¿No lo sabían? La señorita (t/a) está embarazada, tiene aproximadamente 10 semanas de gestación...-

-¡¿Que?!- dijo Sabo.

-¿Está seguro doctor?- preguntó temblando la mujer.

-Si, en un momento despertará y podrán verla...- sin más que decir se retiró.

-Esta esperando un hijo...- dijo (n/m), estaba pasmada, no podía creerlo.

-No puede ser... eso significa...- Sabo enfureció al saber quién era el culpable, para no cometer una locura salió del lugar.

La joven despertó después de un rato encontrando a su mamá en el cuarto de hospital, tenía el rostro serio y eso la preocupó.

-Mamá... ¿pasa algo?- se sentó en la cama.

-(t/n)... sé sincera conmigo... ¿tú tuviste intimidad con Law?- la (t/c) se tensó y se sonrojó, bajo la mirada avergonzada.

-S... si...- alcanzó a decir en un susurro, su madre suspiro.

-Hija... estas embarazada- la joven levantó la vista atónita, inconscientemente llevó su mano a su vientre.

-¿Es... estoy esperando un hijo?... un hijo de Law...- dijo y unas lágrimas bajaron por sus mejillas y llevó su otra mano a la boca.

-¿Hija acaso él te forzó?- dijo asustada la mujer, al ver las lágrimas, pero la joven negó, aún llorando, destapó su boca.

-No... yo me entregue a él... madre yo lo amo... estoy segura que él vendrá un día...- dijo con ilusión.

-(t/n)... él es un asesino de la familia Donquixote, si algún día pone un pie aquí o en cualquier lugar será encarcelado y ejecutado...- la joven lo sabía, pero de verdad deseaba verlo de nuevo, más ahora que tendrían un hijo.

Pasaron algunos días, una tarde Luffy paseaba con (t/n)...

-¿Tendrás un hijo de Torao? ¿Y qué se siente?- preguntó curioso.

-Se siente hermoso...- sonrojada acariciaba su vientre.

-¿Y sabes cómo lo llamaras?-

-No, aún no sé si será niño o niña...- ambos llegaron a la residencia Monkey D., Sabo estaba en el recibidor.

-Sabo...- dijo sorprendida la (t/c), desde que supo de su embarazo él no le había hablado.

-Luffy, déjame hablar con (t/n)...- dijo muy serio, preocupando a los jóvenes.

-Pero...- el rubio miro fríamente a su hermano menor, el pelinegro sin protestar se fue.

-Sabo...- no pudo seguir hablando el joven la jalo a un estudio de la casa, aparentando su brazo con cierta fuerza. –¡Suéltame! ¡Sabo, me lastimas!- cuando cerró la puerta la soltó. –¿Qué te pasa?-

-(t/n) sé sincera, ese tipo te forzó ¿verdad?- la tomó de los hombros.

-¡No! ¡Yo... me entregué a Law!- el joven se molesto y apretó más su agarre, no podía creerlo.

-¡¿Te entregaste a un hombre que apenas y conocías?! ¡Cómo si fueras una cualquiera!- dijo molesto, la (t/c) perpleja por esas palabras lo abofeteó.

-No te atrevas a repetirlo...- bajo la mirada, derramando lágrimas. –No me importa si me entiendes o no... yo... yo amo a Law... y él a mí...-

-¡¿Cómo puedes saberlo?! ¡Qué no vez que él era un enviado de Doflamingo, todo lo que hizo fue para burlarse de ti!- dijo atónito por las palabras de la joven.

-Yo sé que me ama... porque no me mato...- apartó las manos de Sabo y comenzó a salir.

-¡(t/n)!- trato de detenerla, pero ella no se dejó tocar, saliendo lo más rápido que pudo, él se quedo pasmado en la entrada.

-Eres un idiota...- dijo un pelinegro pecoso, sentado en las escaleras de la casa, quien tenía una expresión de burla.

-¡Ace!- volteó atónito. –¿Cuándo llegaste?-

-Eso es lo de menos, Luffy me contó todo y sólo tengo que decir, que eres un idiota...- después de la sorpresa Sabo lo miro molesto. –Dime ¿quién en su sano juicio le dice a la mujer que ama "cualquiera"?- su hermano bajo la mirada avergonzado. –Estas molestó, pero no con el tal "Torao", estas molesto contigo por no haber conquistado a (t/n)... ¡¿verdad?!- dijo con una sonrisa.

-Déjame en paz...- subió las escaleras para irse a su habitación.

Los siguientes días (t/n) reposaba y sus amigos iban a visitarla, su madre y Sanji la consentían mucho; ella esperaba con mucha ilusión a su bebé, deseaba que se pareciera a su padre o al menos sacara esos hermosos ojos grises que él tenía; cierta tarde Sabo decidió visitarla.

-(t/n), quiero disculparme...- se sentó en la orilla de la cama donde la joven reposa. -No debía decirte esas cosas tan crueles...-

-Aceptó tus disculpas, pero tienes razón... fue impulsivo e inmaduro el que me haya metido con Law... pero no me arrepiento de nada, me enamore de él sin razón lógica...- admitió avergonzada.

-El amor no tiene lógica...- dijo con una sonrisa Sabo, tomando las manos de la joven. –(t/n) permite que yo me haga cargo de tu hijo, tendrá mi apellido, seré su padre...- la joven abrió atónita sus ojos (c/o), sin embargo de inmediato separó sus manos de las de Sabo, negando.

-Lo siento Sabo... no puedo aceptarte, no creo que pueda verte como algo más que un amigo...- el joven suspiró.

-Lo entiendo perfectamente... entonces siempre cuenta conmigo, estaré para ti y tu bebé...- sonrío con sinceridad.

-Gracias Sabo... estoy segura que a mi bebé no le faltará amor...- él tomó su mano y la beso caballerosamente.