Capítulo 08: Déjame amarte.

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-¿Law-san...?- no recibió respuesta. –¿Law-san?- volvió a tocar, pero seguía sin contestarle, la curiosidad le gano y decidió abrir la puerta, encontrando la habitación sola, pero escuchó el caer del agua. Al entender que se estaba bañando decidió salir, pero una rosa en la cama llamó su atención, se acercó y tomó la flor oliendo su fragancia, sonriendo con ilusión.

Estaba tan sumida en sus pensamientos que falló en escuchar la puerta del baño abrirse, reaccionó hasta que sintió que alguien la abrazó por la espalda, estaba a punto de gritar, pero una mano tapo su boca y la otra se posó en su cintura, sintiendo un cálido cuerpo en su espalda, ella soltó la rosa por el susto.

-Sé que es tu casa, pero existe algo se que llama espacio vital, (t/n)-ya...- le susurró en el oído, la mano de abajo pasó de la cintura a uno de los senos de la joven  acariciandolo sobre la ropa, ella gimió, la palma en su boca suprimió tal sonido.

Congelada, no sabía qué hacer, nunca había tenido intimidad con un hombre, sentía algo por Law, pero tampoco estaba segura tener su primera vez con él, se estremeció al sentir el cálido aliento del ojigris en su cuello, quien comenzó a besar esa zona, fue ahí donde reaccionó y se apartó de él, volteándolo a ver, grave error, el mayor sólo tenía toalla que cubría la cintura, pudo observar que en el pecho tiene un tatuaje en forma de corazón, torpemente cubrió sus ojos.

-¿Qué... crees qué... haces?- dijo muy roja y avergonzada, evitando gritar porque despertaría a su madre, Law sonrió con malicia, tenía razón la joven es virgen, no desaprovecharía esa oportunidad, mientras ella cubría sus ojos él se acercó a la puerta y puso seguro.

-Eso debería preguntarte ¿qué haces? yo sólo tomaba un baño, salgo y te encuentro husmeando- sonrió triunfante, pues ella no dijo nada, tenía razón.

-Yo... yo quería hablar contigo...-

-¿Por qué no te sientas?- la ayudo a sentarse en la cama, ella seguía tapando sus ojos.

-¡¿Por qué no te cambias?!- preguntó, pues tenía curiosidad de ver.

-Si sólo vas a hablar no necesitas ver, a menos que desees ver algo en especial...- levantó la ceja curioso por la reacción de la joven.

-Si no te piensas cambiar volveré después...- estaba dispuesta a levantarse, pero él la tomó de los hombros, recostándola con cierta fuerza, se destapó los ojos, sólo para ver al mayor sobre ella, quien tenía una sonrisa de burla y una mirada lasciva. –¡¿Law-san?!- sentía como sus mejillas ardían.

-¿Qué pasa (t/n)-ya?- comenzó a besar el cuello de la (t/c), quien trataba de detenerlo.

-Law... espera...- no podía negar que ese contacto se sentía bien, pero no podía permitir que siguiera. –Por favor...- trataba de empujarlo, el ojigris se molestó y tomó las manos de la joven sosteniéndolas arriba de su cabeza. –¡No! Law...- ella se tensó, él retomó los besos en el cuello de la menor.

-Sé que es tu primera vez...- sus besos bajaron a la clavícula, comenzando a lamer, la (t/c) no lo evito y dejó salir un gemido más fuerte.. –Seré... muy cuidadoso... pero no podemos dejar que nos interrumpan- dijo maliciosamente.

Se detuvo por un momento, soltando sus manos, sin quitarse de enzima de la chica, debajo de la almohada saco un pañuelo que ato a la boca de la menor, quien se quejó, antes de que pudiera levantarse, volvió a tomar sus manos sobre su cabeza. Miro lo que usaba la chica, estaba de suerte, sería fácil de quitar, un vestido de tirantes (c/f) que se desamarran en los hombros, eso hizo de manera lenta ante la sorpresa y la vergüenza de ella, al terminar sólo deslizó la prenda hacia abajo, dejándola en ropa interior.

-Tu cuerpo es hermoso...- volvió a atacar el cuello, lamiendo y mordiendo esa suave piel, dejando una que otra marca, su otra mano se encargaba de desvestirla por completo, al quitarle el sostén bajo sus besos a uno de los senos, centrándose en el pezon, lamiéndolo lentamente.

(T/n) gemía y se retorcía, al principio era para evitar eso, pero conforme él besaba cada parte de su piel, comenzando a dejarse llevar por ese mar de sensaciones, él mordió suavemente su pezon haciendo que arqueara la espalda, tenía los ojos cerrados disfrutando los besos del mayor, al terminar de desvestirla soltó sus manos, bajando sus besos por el abdomen hasta llegar al vientre, separando suavemente las piernas, dando un par de besos en la cara interna de los muslos, subió de nuevo hasta el cuello, lamiendo y saboreando cada centímetro, él se acomodó entre las piernas, ella acariciaba el cabello de él, bajando las manos a la espalda, Law sonreía triunfante, mientras sentía como ella se dejaba llevar, gemia y se retorcía en sus brazos, movía anticipadamente sus caderas, lo único que lamentaba era no escuchar su nombre entre los gemidos de la chica; se quito la toalla y su miembro ya estaba erecto, ansioso por entrar en ella, sin embargo jugaría un poco más.

Tomó la rosa y comenzó a pasar la flor por la piel de la joven, primero su cuello, deslizándola por su pecho, haciendo círculos en los pezones, la piel de la (t/c) se erizaba y suspiraba profundamente, se sentía extraño pero placentero; bajaba por su abdomen, su vientre y finalmente hasta su zona íntima, ahí dio un respingo, arqueándose levemente, Law sonrió ladinamente, mientras acariciaba el sensible clitoris, movía en círculos la flor, la (t/c) arqueaba la espalda y movía las caderas con más entusiasmo, mientras apretaba las sabanas entre sus manos, él no lo resistió, se detuvo y posicionó su miembro en la entrada de la joven, se acercó a su oído y le susurro con la voz ronca de excitación.

-Sé mía... (t/n)-ya...- la chica abrió los ojos atónita, él se levantó un poco para verla a los ojos, ella suspiro un poco y asintió.

Él comenzó a entrar en la intimidad de la menor, ella arqueo la espalda y jadeaba, cerró otra vez los ojos, mientras unas lágrimas caían, Law procuraba ir lento, besando el cuello y los senos de la (t/c) para distraerla del dolor.

-Relajate...- susurró en su oído mientras avanzaba, se detuvo un momento al sentir la fina barrera que lo acreditaba como el primero en tomarla y de una estocada la atravesó, la menor grito, por suerte el pañuelo de su boca no dejo que el sonido pasara de ahí, él sintió como un hilillo de sangre salía, sonriendo por su logro, espero a que se acostumbrará a la invasión para poder actuar. La joven movió un poco sus caderas pidiéndole seguir, el pelinegro no se hizo del rogar y empezó a embestirla con cierta fuerza, ella gemía, enrolló sus piernas en la cadera del ojigris, quien aumentaba el ritmo de sus movimientos, jadeando de placer, esa muchacha era tan estrecha, hace mucho que no disfrutaba así, una de sus manos estaba sosteniéndolo en la cama y la otra agarraba la cadera de la (t/c), ella se aferraba a su espalda; ambos tenían una fina capa de sudor en su cuerpo, unas embestidas más y ambos llegaron al climax, Law terminó dentro de ella.

"Encontrándote después te pedí sólo una cosa, que no dudes ni sueltes mi mano hasta el final..."

(T/n) se dejó caer cansada y él le quitó el pañuelo, saliendo delicadamente, besándola con pasión, después se dejó caer a su lado, ambos jadeaban, recuperaban el aliento, la menor estaba sorprendida, todo había pasado tan espontáneamente, el mayor la atrajo a su pecho, abrazando su cintura.

-¿Y qué tal?- preguntó con una soberbia sonrisa, la joven evitaba mirarlo, el levantó su rostro tomándola del mentón, dándole un suave beso en los labios.

-Fue maravilloso- abrazó el torso del ojigris, sonriendo risueña. –Law...- cerró los ojos estaba cansada. –Te amo...- él no se lo espero, quedó atónito y no dijo nada, ella se quedó dormida, mientras el ojigris, miraba el techo pensativo, por primera vez sentía culpa...

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Espero les haya gustado el capítulo!
Lamento informales que el próximo será el final...

Phantom Pain (One Piece. Law y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora