CAPÍTULO 15: "PARTE DE MÍ"

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Pasaron dos semanas luego de todo eso, dos semanas en las que me quedé pensando en mi futuro, tal vez sería un músico tocando en micros, o quizás sería uno que lo llamen a todas partes a presentarse en conciertos o en shows de televisión, pero claro, sin meterme en escándalos para promocionar a mi banda, ya había tenido suficiente con el malentendido con Albino.

Pero bueno, esos días me las pasé escribiendo y escribiendo canciones, algunas que me gustaba las guardaba en mi lugar secreto y favorito: la casa de Hércules. Seguro te preguntarás, ¿Quién guarda canciones en la casa de su perro?, la cosa es que yo no lo guardaba dentro de la casa, lo hacía bajo ésta, es decir, mientras Daniel o mamá o a veces papá lo sacaba a pasear, yo aprovechaba y levantaba su casa de madera con diseños de músculos que hice cuando tenía trece años, la levantaba y ahí ponía las canciones, dobladas en cuatro y enumeradas para no confundirme.

Incluso me alquilé un piano, era un Marshall de un tipo lejano. Lo puse en mi cuarto con todo y su parante y lo cubría del polvo con mi manta de bebé, una desgastada manta verde esmeralda con diseños amarillos en los bordes.

Un Viernes me quedé escribiendo hasta las 4:30 am, lo supe cuando los radiantes postes de luz golpeaban a mis ojos y le daban a la noche un cierto aire de calor.

Cuando terminé y me fijé la hora, no podía creer tanto tiempo que me había quedado, me faltaba sólo repetir el coro y anotar los arreglos adecuados para la voz de Nicole, o tal vez pensarlos, cuando Daniel entró.

-¿Qué haces despierto tan tarde?; preguntó con un sobre lleno de papeles relacionados a su trabajo.

+Créeme, he estado escribiendo desde las nueve hasta esta hora, sin parar, con las justas tomé agua.

-Tienes que dormir, aún no comienza la universidad para que te amanezcas hasta estas horas.

+Dormiré cuando termine esta parte, sólo debo dejar este papel bajo la casa de Hércules y me echaré a descansar.

Cuando intenté pararme, sentí que el cuerpo no me respondía, era producto del sueño, Daniel me sostuvo justo a tiempo de que cayera.

-¡Lo guardas después!, ahora tienes que descansar.

Yo, balbuceando, intentaba pararme y guardar la canción.

+A-a-a-ún no, de-de-de-bou-bou guard-guarda-da...

No aguanté más y me dormí, Daniel me llevó hasta mi cama y me cubrió con una frazada que tenía la imagen de Pokémon, algo muy fanboy para esa edad, pero era mi infancia, no creo ser el único que cuando era adolescente tenía frazadas de dibujos animados.

Aún podía escuchar algo.

-No quiero que quedes como Gabriel; dijo echando un último vistazo a mi habitación antes de cerrarla.

No lo tomé importancia a quién Gabriel se dirigía, dormí 6 horas, me desperté a eso de las 10:30 am porque mi papá había entrado.

-Rodrigo, hijo, no olvides que hoy es tu fiesta de promoción.

Era la primera vez luego de tanto tiempo que papá no me gritaba cuando hablaba, al parecer todo estaba bien.

+Si si, hoy estaré en el parque con Hércules un momento, luego Daniel me acompañará a elegir mi ropa para la fiesta. aún a las 7 debo estar en la escuela, también debo decirle a Nicole que...

-No harás todo a la vez hijo, tu hermano me contó que has dormido poco. Mejor descansa, voy acompañar a tu madre al mercado.

La forma en que se comportaba me daba un poco de confianza, esa confianza que se había perdido poco a poco.

CREO SOLAMENTE EN TIWhere stories live. Discover now