Los siguientes días pasaron rápido, la llegada del Lunes estaba cada vez más cerca y no sentía esa pesadez o flojera de que me debía levantar temprano. Justo ahí me di cuenta que estaba en algo que me gustaba, que amaba.
Era Viernes, y tocaba ensayo, siempre nos juntábamos los Martes, Jueves y los Sábados por la mañana, pero decidimos hacerlo el Viernes, por una cuestión que no recuerdo exactamente.
Mientras tocábamos, cogimos mi nueva Macbook Pro y con unos toques de la magia de Andrés en las computadoras ya teníamos prácticamente una productora en una pantalla.
-Bueno, creo que ya está; concluía mientras se sacaba los lentes de montura negra sin luna, que por razones acomplejadas lo usaba, y los dejaba en el escritorio.
+Quiero, mejor dicho, queremos probar esa cosa en el ensayo; dije mirando el reluciente monitor que estaba sin ninguna mancha de polvo.
-Luis, anda tú, hace días que quieres probar una intro con la batería; argumentaba Franco mientras abría una mandarina para comérsela.
-No tengo problema primo; dijo y sacó de su mochila las viejas baquetas que siempre tenían una característica letra "L" en algún lado de ellas.
Todo iba excelente, la grabación y edición era espectacular, demasiado para mi, hasta que, tras un golpe brusco por parte de nuestro baterista hacia los platillos hizo que un crujido, como si viviéramos debajo de una panadería, se escuchara al mismo estilo del pan.
Las baquetas que tenía Luis mientras grababa una fracción con la batería se rompieron, prácticamente se partieron por la mitad. Todos sorprendidos, miramos ya en el frío suelo los palos de madera, esparcidos en forma de un círculo.
-No te preocupes, ya estaban gastados, creo que debimos aceptar las nuevas de Albino; dijo con algo de preocupación Franco, al ver tirados las baquetas que las había conseguido de una tienda barata.
-Creo que podríamos pegarlo con cinta por mientras; dijo Nicole, mientras jugaba con el micrófono en su mano derecha.
+Al fin y al cabo, creo que Andrés tiene manejado muy bien el presupuesto para conseguir nuevas; dije mientras recogía una parte de una baqueta rota,
-Sí, creo que iré a comprarlas más tarde; dijo con una voz que intentaba levantarle el ánimo a Luis, que seguía mirando las baquetas rotas con sus ojos sin parpadear.
-Estúpida madera barata; dijo dando un golpe a un platillo de la batería
En ese momento, mientras tocaba la parte rota de los ya tirados palillos, sentí un moderado dolor, como si me hubieran clavado un tenedor en mi muñeca.
+¡Au!; dije algo bajo, tenía sangre en mi mano,cerca a mi muñeca, que brotaba como una catarata, cada vez con más intensidad.
De terco, seguí agarrando, y cada vez brotaba más y más líquido vital.
-¡Iré por el botiquín!, no muevas la mano; dijo Nicole con demasiada preocupación, yo lo veía normal, como una herida o corte común.
-¡Ponte esto!
Franco sacó de su bolsillo una toalla blanca y la puso en mi mano como si estuviera forrando algo, pero no me sentía cómodo con eso puesto.
-¡No le cubras la herida!, Así no se va a cicatrizar, debe estar en contacto con el aire, voy a lavar la herida con abundante agua y echaré alcohol yodado, pero mantén la mano firme para que la sangre deje de salir; dijo Nicole con el botiquín ya en la mesa, tirando el micrófono hacia una Hércules, que lo agarró como un juguete con su boca, y lo dejó a su costado, abriendo paso nuevamente a la siesta que se había tomado.
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CREO SOLAMENTE EN TI
Novela JuvenilRodrigo Bonaventura es un adolescente, como tú, como yo, ama la música y el poder crear canciones y melodías. Un día su ex, Nicole Carletti, quien había ido a Turín para olvidar el supuesto engaño por parte de nuestro protagonista, regresa decidido...