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Aunque me cuesta porque el cabron está en buena forma, acabo por ganar al comisario. No de una manera muy espectacular ni por mucha diferencia, pero lo hago. Me quito los guantes en cuanto suena la campana y lo ayudo a levantarse.

- La rabia te ayuda a ganar un combate corto, si fuese uno largo perderías. - pasa un brazo por mis hombros y sigue hablando como si no le hubiese golpeado con todas mis fuerzas - Necesitas dosificar la energia, la rabia. Saber cuándo golpear y cuando descansar.

-He ganado

-Enhorabuena, Jared- rueda sus ojos- Pero no ganarás así contra un civil bien entrenado. Necesitas más tecnica, has ovidado todo lo que aprendiste en los cursos de boxeo

-Puede que me haya cegado, que haya pensado en el premio y no en el camino hasta conseguirlo- asiento distraído, viendo como Victoria huye de Álvaro - Tengo que irme

Dejo al comisario con la palabra en l boca, sé que volverá a hablar conmigo sobre esto por lo que no me preocupa prestarle atención ahora. Me abro paso entre la gente y me coloco detrás de él.

-¿Por qué no te alejas de mi? - le susurra con rabia Victoria

-Solo he venido a ver las peleas, eres tú la qué no pinta nada aquí - puedo oir el desprecio en su voz- Aunque, bueno, ser la imagen con la que todos estos gilipollas se toquen esta noche debe haberte dado un subidon.

-Tu si que eres gilipollas- me mira para que no interceda y la dejo actuar sola con las pocas fuerzas que me quedan- y un cabron egoista, un capullo que no respeta nada y a nadie que se cree que el mundo es suyo.

-Yo lucho para vivir, tu mueves el culo delante de familias completas como una simple gua...

Me hubiese gustado haber sido yo quien le callase pero ella fue mas rápida que yo. Reaccionó sin pensarlo y le dio un derechazo digno de la mejor luchadora. Aguantando una sonrisa pido a mis compañeras, quienes están trabajando, que lo saquen del recinto.

-¿Estás bien?- me acerco a ella preocupado

-Más que bien, esto se siente muy cojonudo, aunque me duele la mano - sospecho que se ha hecho más daño ella misma que a él

-Vamos a poner hielo en esa mano- le paso una bolsa y ella suspira de placer a contacto con su mano magullada

Nadia y Pablo han visto todo lo que ha pasado pero aun así preguntan como si nada, tampoco dan a entender que ya saben quién es. Victoria intenta hacerlos creer que ha sido algo pasajero y sin importancia y ellos actúan como si así fuese.

-Tengo que irme- suelta acabando s conversación - debo llevar a todas a casa y devolverle el coche a mi padre

-¿Tu conduces? - nunca me lo dijo

- solo cuando es absolutamente necesario, me gusta más ir en moto - sonríe en mi dirección - ¿Qué haces luego? ¿te apetece salir conmigo un rato?

-Por supuesto ¿vamos a cenar? Te recojo a las diez,¿vale?

Se despide de todos mis compañeros con la mano y de Nadia con un abrazo. A mí solo me guiña un ojo y me quedo esperando otro beso.

El comisario me da permiso para irme antes de que todo termine ya que he organizado yo todo. No tengo tiempo ni de descansar cuando estoy en la ducha preocupado por la ropa que debería llevar.

-Nadia, ¿crees que debería llevar una ropa especial?

-¿es una cita? - dudo y me encojo de hombros - ¿es algo especial?

-podría serlo, supongo- es la primera vez que vamos salir a cenar juntos

Nadia escoge mi ropa y Pablo leda el visto bueno. Un pantalón vaquero negro y una camisa blanca. Elegante pero sin pasarse, dicen ellos.

Me obligan a coger el coche de Pablo y a dejar mi estupenda moto en el garaje. Subo la música y salgo en busca de Victoria.

VictoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora