United by fate {Larry Stylinson/Omegaverse}

Capítulo veintidós: Symptoms.

Harry ya había salido del hospital, por fin era libre de esas blancas paredes, por fin estaba de nuevo conmigo, en serio lo extrañaba.
No hemos hablado de que lo pasó con Mason y la pelea antes del secuestro, es una herida que compartimos y que jamás se irá, es nuestra pero sabremos vivir con eso, no sé lo que hubiera pasado si mi precioso novio no hubiera llegado en ese momento, pensé que me mataría justo después de las asquerosas cosas que hizo, no podía dejar de pensar en eso, hace mi cabeza retumbar y mis ojos arden, aunque suspire e intente borrar esos pensamientos, no se van, pero Harry siempre logra con una simple sonrisa borrar lo que yo con mucho esfuerzo no pude, lo amo y jamás lo dejaré de nuevo.

—¿Qué piensas? —Escuché un murmullo que no sé quién lo decía, me parecía algo extraño porque se suponía que estaba solo. — ¿Me escuchas? —Ahí fue cuando caí de la nube llamada "mente".

—¿Eh? Harry, ¿qué haces aquí? —Sonreí un poco, el tenerlo cerca me calmaba.

—He estado aquí hace rato pero al parecer no te diste cuenta. —Sonrió tiernamente y tomó mi mano mientras se sentaba a mi lado. — ¿Qué estabas pensando?

—En lo de siempre, el incidente, nuestra pelea, la suciedad que llevo. —Suspiró y volvió a sonreír. Sé que le cansa que piense en esas cosas constantemente ya que él ya estaba ahí.

—Dije que me encargaría de limpiar todos los lugares en donde él te tocó, ¿aún no lo limpio del todo? —Esta vez suspiré yo y le sonreí algo ladeado y pícaro.

—Creo que debes intentarlo aún más. —Sonrió y tomo mis mejillas.

—Con gusto. —Besó suavemente mis labios llevándome a un mundo en el que solo estábamos nosotros dos.

Me acostó con cuidado sobre mí lo que me produjo unas extrañas náuseas, lo empujé con la suficiente fuerza para separarlo de mí, me incorporé y corrí lo más rápido que pude hacia el baño. Al llegar, me acerqué a la taza y vomité, vomité hasta más no poder, mi garganta dolía de todo el líquido asqueroso que expulsé de mi cuerpo.
Estaba mareado y mi cabeza dolía, vomité de nuevo.
Unos segundos después sentí una mano en mi espalda, acariciándola con cuidado y suavidad, voltee un poco para mirar a esa persona, él sonrío con una preocupación notable en su mirada, mordí mi labio y volví a vomitar.

—Eso, expúlsalo todo, estoy aquí contigo...

—¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué no estoy vomitando de repente? —Él rió un poco, imbécil, se está burlando de mí. — ¡Deja de burlarte!

—No me burlo, ¿qué no recuerdas lo que pasó el día antes que me dieran de alta en el hospital? En la noche. —¿Recordar? Indagué en mis recuerdos de hace dos días y cuando la imagen apareció en mi mente me sonrojé.

—Te viniste dentro de mí...

—En este momento, estoy 50 por ciento seguro de que ahora llevas a nuestro hijo dentro de ti, vamos a formar una familia.

—P-Pero... ¿50 por ciento seguro?

—Lo otro es que la comida que cociné ayer te haya caído mal al estómago, creo que debes comprar un test de embarazo. —Seguía acariciando mi espalda con cariño.

Sonreí al pensar que haría una familia con Harry, me levanté con cuidado y con ayuda de Harry, lavé mi boca y mis dientes, quería quitar el asqueroso sabor del vómito, era algo demasiado desagradable.
Harry me acompañó a comprar el test de embarazo, estaba nervioso, jamás en mi vida había imaginado una familia con alguien, ni siquiera con Harry hasta que me lo planteó, me di cuenta que me encantaría engendrar al hijo de ese chico de ojos verdes que tanto me encantaba.
Me imaginaba cómo sería si fuera chica, un hermoso pelo ondulado, ojos verdes y grandes, piel blanca pero con un tono bronceado.
Si fuera chico, cabello liso café, ojos azules, alguien como yo.
Sonreí feliz, estaba ansioso y algo asustado, pero teníamos la aprobación de nuestras madres, estoy seguro de que nos ayudarían en esto.
Caminábamos tranquilamente de vuelta a mi casa después de comprar lo que teníamos que comprar, el test de embarazo.
Caminábamos juntos, él me abrazaba por la cintura tras de mí, apoyaba su mentón en mi cabeza y acariciaba mi mano.
Sonreí, quería que esto jamás terminara, lo amaba un montón.

—¿Me amas?

—Lo hago.

—¿Cuánto? —Su pregunta me extrañaba, voltee con cuidado y miré su rostro, era uno lleno de aflicción e inseguridad.

—¿Estás inseguro de mi amor por ti? Harry, te amo, mucho más de lo creía que podía llegar a amar a alguien.

—Los recuerdos de nuestro incidente no morirán contigo ¿verdad? —Esa pregunta me sorprendió, su rostro estaba deformándose una mueca, sus ojos se cristalizaban de a poco y su respiración de aceleraba. Iba a llorar.

—Hey... no llores, por favor.

—Respóndeme.

—No, esos recuerdos morirán algún día pero yo no me iré con ellos, debo cuidar de ti y, si es que así lo quiere el destino, también tendré que cuidad a un o una mini Harry que tendrá nuestros apellidos, nuestro hijo o hija.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo.

—¿Me amas?

—Más que mi propia vida, la entregaría y arriesgaría por ti, como tú lo hiciste por mí.

Sonríe y me abrazó, Harry está inseguro y es mi culpa por estar pensado todo el tiempo en lo que pasó, debo sacarlo de mi mente o Harry no podrá soportarlo y explotará de nuevo, no quiero eso, lo quiero como siempre, el verlo así, con dificultades para respirar, ojos cristalizados y nariz roja por los mocos que salen al llorar, detesto esa cara, me hace doler el pecho, no quiero verlo nunca más así.

—Vamos a casa, debemos ver si sale positivo o negativo. —Sonreí y asentí.

—Vamos.

Llegamos y yo corrí al baño para tomarme el test, leí las instrucciones ya que jamás había hecho esto, años atrás esto era solo para mujeres, pero hemos evolucionado y solo los omegas se embarazan, no importaba su sexo, podía ser hombre o mujer, los omegas fueron creados para dar a luz, para embarazarse y como saben, soy un omega.
Hice todo lo que debía hacer y esperé el tiempo necesario para que esté listo.
Cuando vice todo lo que debía miré el rosado aparato esperando ver la raya o las dos rayas que salen si es negativo o positivo.
Abrí grande los ojos. Dos rayas. Positivo.
No pude evitar soltar una gran sonrisa.
Boté el aparato y salí lentamente del baño.
Harry corrió a mí con suma rapidez y me tomó suave de los hombros.

—¿Y? ¿Qué pasó?

—Positivo. —Levanté mi rostro hasta mirar los hermosos ojos de mi novio. —Seremos padres.