United by fate {Larry Stylinson/Omegaverse}

Capítulo dos: Losing my mind.

Han pasado varios meses junto a Louis, nadie se le ha vuelto a acercar desde que estoy con él, no se los permito.
El hecho de que Louis me interesara de una forma distinta a amigos no afecto nuestra relación y eso me hacía feliz.
Tomé mi celular, lo desbloqueé y me metí a mensajes.

«¿Estás despierto?»

Escribí el mensaje, pero aún no lo mandaba.
De alguna forma tenía muchas ganas de monopolizarlo, no dejar que nadie se acerque a él, ni siquiera su mejor amigo Niall, quiero que sea solo mío. Suspiré y mandé el mensaje. Demás estaba dormido, digo, son las 12.26 y él va a acostarse temprano normalmente.

«Sí»

Me sorprendí al recibir su respuesta tan rápido y sonreí, este chico me estaba volviendo loco cada vez más, si ya pierdo un poco el control con su olor normal no me imagino si lo veo en celo. Cada mes, los días de su celo, él evita estar conmigo, me gustaría saber por qué, quiero verlo excitado sin poder evitarlo. Últimamente ni el collar puede tapar su olor.

«¿Te molestas si voy a tu casa?, no, voy a tu casa, llego en 5»

Tomé mis cosas y con cosas me refiero a llaves, mi celular y alguna que otra cosa necesaria, y bajé.

—Ma, iré a casa de Louis. —Me miró.

—¿El omega? Él me cae bien.

—Sí, nos vemos ma. —Besé su mejilla y me fui lo más rápido que pude. Mi celular vibró.

«Por favor... No vengas»

No le hice caso.

Toqué el timbre y esperé tranquilamente a que me abriera, aunque no recibí respuesta. Me pareció extraño ya que Louis siempre me abría rápidamente, volví a tocar, no respondió, me comenzaba a desesperar, ¿podría ser que estuviera con otro alfa? No, no y no, eso no podría ser, me e asegurado que nadie se acerque a él, ¡él es mío! Ah... No, digo... Me gustaría que lo fuese.
Toqué nuevamente, nada. Gire la manilla y descubrí que estaba abierto.
Genial, 30 minutos como un maldito idiota esperando que me abriera ¿y estaba abierto? Me ganaré el premio al idiota más pendejo que pueda existir, ¡esto es como una invitación!
Que alguien me lance un rayo.
Entré sonriente y dudoso por no ver a Louis, la casa es grande –como toda familia rica– pero normalmente está en la cocina y esa es la primera puerta a la derecha, no estaba ahí.

—¿Louis?

Mi voz sonaba como un eco, estaba completamente vacío. ¿Dónde estarán todos?
Revisé todas las habitaciones y no encontré a nadie, solo a un mayordomo beta que no me dijo mucho.

"La señora y el señor amo con las cuatro señoritas salieron".

Pero no dijo si Louis fue con ellos o si está aquí, y si está, no dijo dónde está.

—¿Louis? ¿Estás aquí?

Escuché un vaso caer y romperse en el piso de arriba. Subí rápidamente.

—¡¿Louis?!

Abría las puertas lo más rápido que podía mi esbelto cuerpo, no lo encontraba.
Mis ojos se posaron en una bella y gran puerta al final del pasillo, pero que idiota, esa debe ser la habitación de Louis, eres un pendejo Harry.
Corrí a la puerta y la abrí de golpe rápidamente.

—¡Louis!

Ahí estaba, en su cama, acostado, tapándose la cara, temblando. ¿Por qué estaba aquí solo en esta casa enorme? Y sobre todo ¿por qué temblaba? Me acerqué a él.

—Louis, ¿estás bie...? —Me tapé la nariz de inmediato, sonrojado. ¿Qué es este olor? Es dulce y me dan ganas de... Oh no... Louis está en celo. Tragué saliva. — ¿L-Louis? —Toqué su hombro a lo que reaccionó con un saltito y me miro con lágrimas en sus ojos, respirando agitado, sonrojado, babeando, sus ojos mostraban una gran excitación. Esto es malo, tenía tantas ganas de atacarlo en ese momento, ¿por qué está sin el collar? Justo en un momento así, estoy perdiendo el control.

—H-Harry ¿por qué...? ¡Waah!

Me abalancé a él agarrando sus muñecas, el olor me estaba volviendo loco, respiraba agitado y tragaba saliva, oh Louis ¿qué mierda me haces?
Metí mis manos bajo su jersey y camisa, tocar esa suave piel me encantaba, era tan suave, como pompis de bebé.
No lo besé, no creo que deba hacerlo, no soy la persona con la que él quiere pasar su vida, lo sé. Solo ataqué rápidamente su cuello en besos y lamidas, Louis gemía, agarraba con fuerza mis hombros y apretaba mi polerón, pequeñas lágrimas caían por su rostro. Me miró, no podía expresar su mirada, no sabía si estaba asustado, si solo triste, si quería más, si me deseaba, no tenía idea y eso me asustaba, no quería herirlo.
Continué besando su cuello mientas subía lentamente su jersey y camisa.
Al sacarla, bajé mis besos a su clavícula, él me abrazó, lamí con delicadeza y él gimió, me encantaba su voz, era como una pequeña opera.

—H-Harry.. E-Espe.. Ah~

Pasé una mano por sobre el pantalón, justo sobre su entrepierna, gimió más fuerte y tiró su cabeza hacia atrás, lamí sus lágrimas, desabroché su pantalón y metí mi mano bajo su bóxer.

—¡Ah! E-Espe... Hazza... Mmm... —Me volvía loco, estaba a punto de violarlo en ese preciso momento, quería destrozarlo y volverlo loco con mi polla, quería marcarlo, quería hacerlo mío y que solo yo oliera sus hormonas, lo quería solamente para a mí.

Lo di vuelta rápida y bruscamente sin lastimarlo, su cuello estaba a la vista, su espalda se marcaba hermosamente como notas musicales, acariciaba su miembro, él gemía placentero.
Lo agarré de la séptima vértebra cervical y lo empujé pegándolo a la cama, quería morderlo, iba a morderlo, no podía aguantarlo, todo mi cuerpo quemaba, miles de bombas explotaban en mi cabeza, estaba en una gran bola de fuego, estallaba en llamas, mis ojos mostraban un deseo expresado en pequeñas fogatas, mi saliva descontrolada, quería morderlo, mierda que quería hacerlo, mi mirada se nublaba cada vez más, mi respiración se volvía irregular, Louis gimoteaba, pero no se escuchaba bien, se escuchaba lejano como un eco, mis oídos se cerraban a cualquier sonido que llegara a ellos, intentaba contenerme, no podía morderlo, él tiene que ser marcado por la persona que ame, pero mierda que quería morderlo.
Ya no podía aguantar más, lo iba a hacer, iba a morderlo.