Capítulo diés: Bork me.

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Estaba agarrado a Harry en posición de koala mientras lo besaba con desesperación, este celo ha sido el que me había llegado más fuerte, sobre todo porque no era el momento de que me llegara, faltaban unos 5 meses y los supresores me los había tomado unos minutos antes de que Harry me agarrara a ese pasillo desolado.
Harry caminaba con ojos cerrados a su habitación, como si se supiera de memoria cómo llegar a cualquier habitación en su enorme casa.
Se separó de mí y besó mi cuello, gemí bajito y apreté con fuerza el cuello de su camiseta en su espalda.
Estaba asustado. Lo sé, yo le dije que me follara, pero lo necesitaba, lo quería dentro de mí sea como sea, quería sentirlo, lo necesitaba y lo deseaba. Ver su cuerpo desnudo los días que estuvo conmigo hizo que mi mente se imaginara las peores y exquisitas cosas que podría él hacer conmigo –y yo con ese cuerpo.
Me había vuelto un pervertido nato, pero no me importaba.
¿Por qué lo perdoné tan fácil? Me dañó, sí, lo hizo, pero desde el inicio yo sabía que él era un idiota, y si es que sentía algo por mí no se daría cuenta sin ayuda, ni siquiera se enteraría si es que yo le atraía.
Sonreí un poco, recordando las dos palabras que me hicieron muy feliz, estaba enamorado de Harry y a él yo le gustaba, no es completamente amor, pero es un avance.
Lo miré y volvió a besarme.

Por fin tu alfa te tiene en sus brazos, abrazándote y besándote, ¿no es genial?

Sí, lo era.
Harry me soltó haciéndome caer en una cama, su cama, olía a él, delicioso olor.
Rápidamente se sacó la camiseta y posicionó sobre mí colocando sus manos al lado de mi cabeza. Sonreí y él también.
Volvió a besarme siguiéndole gustoso, no me había percatado de que besaba tan bien, sus labios encajaban perfecto con los míos, me volvía loco, más de lo que el simple celo me ponía.
Sus ojos me miraban lujuriosos y deseosos mientras levantaba lentamente mi camiseta —que en un segundo había desaparecido de mi torso y ahora yacía en el suelo– y besándome deseoso, pero iba lento y delicado, y yo quería que fuera más rápido, lo necesitaba ahora.
Me escabullí de debajo de él y me paré, me miró confundido y se levantó también.
Divisé un sillón tras de mi compañero y sonreí, caminé amenazante, a pesar de ser más bajo que él retrocedió hasta que chocó sus piernas en el sillón cayendo sentado. Sonreí y me posicioné a horcajadas sobre su regazo, colocó sus manos en mis caderas y lo besé, deseoso, moviendo de vez en cuando mis caderas en círculos sacando uno que otro gruñido de su parte.
Me separé y lo miré con los ojos entreabiertos, su cara se deformó en una mueca que me mostraba todo el autocontrol que ponía.

Me separé y lo miré con los ojos entreabiertos, su cara se deformó en una mueca que me mostraba todo el autocontrol que ponía

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—No te contengas... —Susurré en sus labios y me besó salvaje, violento y necesitado.

Agarró mis nalgas apretándolas con fuerza. Solté un suave gemido. Se levantó haciendo que yo enroscara mis piernas en su cintura si dejar de besarlo.
Volvió a acostarme en la cama con él sobre mí.
Mordí su labio y tiré de él, un gruñido gutural de parte suya chocó con las paredes haciendo eco. Sonreí.
Bajó sus besos a mi mandíbula, sus labios posados en ella me encantaban. En un momento no sentía sus labios, pero si sus dientes, ahogué un gemido, me había mordido, y se había sentido más placentero que sus labios.
Bajó más llegando a las clavículas, dejó algunas marcas de besos en ella.
Mi saliva escapaba de mi boca deslizándose por mi mejilla derecha. Esto se sentía magnífico.
Sus labios bajaron más y besaron mi tetilla derecha una vez para que pasara a ser su lengua, lamía desordenado pero me llevaba a las nubes, podría jurar que mis ojos estaban hechos corazones con lo que me encantaba.
Sonrió y me miró, sabía lo que eso significaba. Posó sus manos en mis caderas acariciando suavemente, jugó con el botón de mi pantalón y el juego los desabrochó. Me sonrojé de golpe y me tapé.

United by fate {Larry Stylinson/Omegaverse}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora