Las Crónicas de Narnia: El Regreso #2.

Capítulo 11:El Oráculo.

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La sirena de nombre Mal abrió la cortina de lianas dándonos un espacio para pasar y una a una lo hicimos,excepto Mal que al parecer las sirenas no tenían permitido verlas o eso dijo.
Al entrar pudimos ver que la cueva había desaparecido las paredes de piedra y todo estaba envuelto en lianas y rodados de árboles frutales,era un bosque y en medio de el había un lago que lo atravesaba,era completamente hermoso hasta había un gran traga luz en el techo de donde pasaba el sol y se podía ver el claro cielo Narniano.
Comenzamos a caminar y conforme avanzábamos mas cautivada me quedaba del lugar,las mariposas y muchas mas criaturas se encontraban allí hasta un hermoso ciervo blanco.
Mas adelante pudimos apreciar a una figura,una figura humana de una chica, nos acercamos mas y si lo era,era el Gran Oráculo que por cierto si era una chica de cabello oscuro y tez clara llevaba un vestido de una tela fina color marrón y decorada con plumas de pavo real.

-Bienvenidas mis Patronus..-dijo ella- las he estado esperando..-dijo acercándose a nosotras,se cabello caía por sus hombros y la cara la tenia manchada de barro a pesar de eso era bonita.

-¿Tu eres el Gran Oráculo?..-pregunte algo incrédula,además de su apodo no tenida nada de especial.

-No respondo a ese nombre..-dijo dándonos la espalda.

-Perdón Emma,¿ese es tu nombre,no?..-le dije rápidamente, ella se volvió sonriente y nos hizo un ademán para seguirla,nosotras algo dudosa lo hicimos.
Nos guió hasta lo que parece una cabaña que estaba sobre un hermoso prado de flores,allí nos sirvió algo de té y galletas.

-Así que,¿vienen por la piedra del deseó?..-pregunto ella,nosotras asentimos-Buenos mis Patronus,creó que tienen mala suerte..-dijo sirviendo el humeante té,mire a Lottie alarmada esa pierda era nuestra unía salvación- La piedra del deseo fue robada hace unos días,por la Saya Verde, no sabemos como lo hizo solo..-dijo para luego bufar,al parecer esa piedra la estabiliza- lo hizo y hay que recuperarla...-dijo mirándonos atentamente.

-¿Y que trabajo mas prefecto,que para las guardianas?..-dijo Liliandil con simpatía,esbozo una media sonrisa.

-Pero..sin nuestros poderes,no somos nada..-dijo Morgan con preocupación.

-Además,no sabemos donde encontrarla..-intervine.

-Mis guardianas,la piedra vendrá a ustedes y sus poderes crean me que no hará falta..-dijo levantándose de su haciendo- Será mejor sigan su camino ahora,se hace tarde y deben encontrar esa piedra rápidamente..-dijo guiándonos hacia la salida de su cabaña,con un movimiento de sus manos hizo aparecer una salida frente a nosotras- Y recuerden,ellas las encontraran no se molesten en buscarla..-eso fue lo ultimo que dijo antes de que entrara de nuevo a su cabaña.
Al salir vimos que estábamos de nuevo en el bosque Narniano,pero algo frío y malo andaba en el aire.

-¿Y ahora,que haremos?..-pregunto Morgan al salir,*Ella las encontrara a ustedes*¿Que diablos significa? Un ruido de la copa de los arboles me alerto parándome en seco,tome mi flecha y la coloque en el arco apuntando a una hoja detrás de ella juro que pude ver el rostro de un hombre.

-¿Que ocurre,Als?..-pregunto Lilliandil, yo con el mentón apunte arriba pero ya se había ido,seguro fue producto de mi imaginación-Hay no hay nada..-dijo haciéndome bajar el arco derrotada,genial ya me he vuelto paranoica.

-Nada,solo creí ver algo..-dije guardando mi flecha,pero otro sonido del mismo árbol me alerto,»Tal vez sea un pájaro..-pensé, pero no lo fue ya que de un parpadeo personas de lo alto de los arboles saltaron sobre nosotras,también salieron dentro de la maleza trate de luchar pero de alguna forma me desarmaron,me resistía golpeándolos y pude ver que ni siquiera traían armaduras si no mascaras de calaveras de animales así que no son soldados de Miraz,pero si no,¿Que diablos son?.
Logre ver que estaban atando a Liliandil y a Lottie con lianas de espinas,Morgan se resistía al igual que yo pero de pronto pude ver que que le rociaron un polvo verde en la cara y pronto cayo supongo que inconsciente, dos de ellos tomaron mis manos y me ataron con las mismas cuerdas que Lilliandil,me dolían las muñecas y mi sangre se escurría y empapaba las cuerdas otro hombre con la mascara del rostro de un tucán se acercó a mi y me rocío de ese extraño polvo verde dejándome completamente inconsciente.