Capítulo 1

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Jude POV'S

Dulce. Acababa de sentenciar con este golpe la cuarta partida de pool de la noche. Mi bola verde impactó de forma tan directa contra la marrón que ambas se colaron por el agujero sin ni siquiera rozar la bola negra situada apenas a unos centímetros. Mi puntería, una vez más no me había fallado esta noche. Trevor, justo al otro lado de la mesa, miraba exhausto el recorrido por donde habían pasado recientemente las tres bolas. Parecía incrédulo, pero solo era porque el alcohol en su sistema estaba haciendo que sus ideas circularan más lentamente. Él estaba acostumbrado a verme ganar. 

Sin embargo, caminé hasta la barra de las bebidas y nos serví una copa más de coñac a ambos. Estaba jodidamente fuerte, así que mi estómago casi lo vomita en mitad del trayecto. No me perdí tampoco la mueca de Trevor.

-¿Qué es lo que estamos celebrando, hermano?-Preguntó depositando el vaso vacío en la barra.

Sonreí. Él bien sabía lo que estábamos festejando.

-¿Crees que alguien os vio?

Me giré un poco en mi asiento para enfrentarme a la voz de Ashley, ella estaba apoyada mirándome inquisitoriamente desde el umbral de la puerta de la habitación. Siempre un poco paranoica, no dejando que el éxito del negocio alcanzara nuestra cabeza. Por un lado, supongo que estaba acostumbrado a su preocupación, llevaba más de tres años con nosotros, pero a veces era molesto que alguien empañara tu noche con cosas como esas.

 ¿Vernos?

 Éramos los mejores en lo nuestro. Tomábamos cada jodida precaución en el camino y jamás dejábamos testigos si eso significaba que cabía la posibilidad de que nos descubrieran.

-Estoy harto de que cada vez que damos un golpe me cuestiones sobre eso.-Tomé aire, estaba cansado. La noche se había alargado un poco por culpa del trabajo y mi cabeza pesaba más a cada segundo.-Sabes que no.

Ella deja salir un suspiro.

-Lo pregunto porque nuestra seguridad también forma parte del trabajo.-Habló tajante.-Entiendo que para ti, tu vida y la de los demás no valgan nada, pero para mí sí. No quiero acabar cortada en pedacitos por culpa de tu ego y autodestrucción.-Sonaba herida.

Maldición, no entendía a las mujeres.

 ¿Qué mosca acababa de picar a Ash? ¿Es que acaso tenía uno de esos días en los que su período se hacía con el control absoluto de su bocaza?

 No tenía ningunas ganas de seguir la discusión. Apestaba que Ashley apuntara solo hacía mí, cuando los cinco accedimos a cargar las pistolas con nosotros antes de salir a por Peter Skendell y sus matones. Luego bien que gastaba su parte de la merecida recompensa.

-Lo que sea.-Me separé de la barra con la intención de irme del lugar y regresar a mi apartamento.-Pero si tan preocupada estás por tu integridad física, te recuerdo que la decisión de mantenerte con nosotros es tuya.

-Cómo si pudiera elegir.-Replicó irónica.

-De hecho, puedes.

-¿Y seguir sabiendo de tu culo a través de Trevor? No gracias.

-Tú lo dijiste, no yo.

Me alejé hacia la puerta y eché un vistazo atrás para ver como Trevor cayó sobre la barra en picado, posiblemente incluso antes de que Ash echara la mierda sobre mí. Su cara aplastada literalmente contra la encimera y su baba cayendo cual bebé durmiendo en su cuna. ¿Qué demonios? No sabía si reírme o despertarlo de un puñetazo de lo ridículo que se veía. Por favor, este hombre no podía ser el mismo que había disparado hoy tres balas en el pecho del guardaespaldas de Peter Skendell sin la necesidad de un solo pestañeo.

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