Capitulo IX

31 3 2
                                    


Ya ha llegado la noche buena, noche donde se reúne toda la familia y comparte la mejor cena del año. Es la noche que todo el mundo desea que llegue; aunque todos están desesperados porque llegue la noche, yo estoy igual, estoy cansado de que todos los años sean iguales este año hare todo diferente, lo hare a mi modo.

Aunque no estén de acuerdo conmigo mis padres este año no asistiré a la cena familiar que hace cada año la familia en casa de mi abuela, me quedare en casa solo. Me desconectare del mundo; me sentare en el techo a tomar, solo, con las estrellas, tal vez suene aburrido, pero creo que así me sentiré mejor, porque ya estoy acostumbrado a que por más que estoy acompañado al final del día siempre termino solo.

Tome y tome hasta sentir ahogar todas mis penas y pedirle a Dios que esta sea la última navidad que pase así, dije: ¡Dios mío! por favor ya es hora de que las cosas se pongan a mi favor; quiero ser diferente estoy cansado de ser el malo el que no sirve para nada, ni siquiera para una relación seria, lo repetía y lo repetía hasta quedarme dormido en el techo.

A la mañana siguiente. Desperté como a la diez, me duche hasta sentirme como nuevo, me quede en mi habitación y me puse a escuchar música en volumen alto, dieron las doce del medio día; me llamaron que la comida estaba lista fui al comedor y me senté a comer con mi madre, mi padre y mi única hermana.

Mientras comíamos, platicábamos, mi madre empezó diciendo: hijo, de lo que te perdiste anoche, estaba toda la familia reunida y solo faltabas tu ¿qué te paso?

Mi hermana respondió: seguro tenía una salida más importante madre, y mi padre pregunto: ¿Eso es verdad hijo? y le respondí: no, no hay nada más importante que la familia, lo que paso fue que no me sentía muy bien. Así seguimos platicando hasta terminar de comer; me marche a mi habitación, solo pude pensar: otro tonto veinticinco de diciembre, espero que por lo menos la salida que tengo en la tarde con Johnny sea algo interesante y pueda por lo menos despejar la mente y olvidarme de todo.

Así que me pare de la cama y me acorde de que no había visto ni a Diego ni a Alex, así que decidí ir a visitarlos un rato. Fui a buscar a Alex y no lo encontré, quien estaba ahí era su hermana, la odiosa de Rosa que aunque no me ha hecho nada, no se, pero no me cae nada bien.

Me dirigí hacia la casa de Diego y cuando llego me encuentro a Alex allá; les dije: la gente que se han olvidado de mi, ¿cómo están? y ellos respondieron: el perdido, hasta que al fin apareces. Alex dice: dónde estabas metido tú. Respondí: tú sabes, en casa guardado y diego responde: daremos una vuelta esta noche ¿te anotas?

Respondí: no puedo, voy a salir con mi primo que me invito hace unos días.

Alex: déjalo, que él está muy cotizado.

Yo: no, que va, por eso pase por aquí, para que no digan que soy malo, tengo que ir a prepararme solo pase para saludar.

Diego: está bien, cuídate. Me marche a prepararme.

Son como las cuatro de la tarde y como a las cinco mi primo Johnny venia por mí, así que me prepare y me puse una mis mejores ropas que tengo; me quede esperando a Johnny aunque un poco ansioso, llego justamente a las cinco, nos saludamos y nos fuimos para su casa en lo que llegaban los demás.

Llegamos a su casa, aunque todavía no había llegado nadie; me invito una cerveza y empezamos a platicar en lo que llegaban los demás, me decía: ¡wao! Antony si te cuento que me paso con la chica que te dije que me gustaba.

Yo: ¿qué paso primo? Él: me dijo que le agrado mucho y que le caigo muy bien, pero que no podíamos estar juntos, no me dio mucha explicación, pero me dejo bien claro que solo podemos ser amigos.

Y la felicidad que !!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora