Elixir

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- Haz estado con otros hombres.

- No.

- Lo haz estado, puedo percibirlo.

- No, y si lo hubiera estado, no titubearía en confirmártelo.

- Antes, me gemías en dolor antes de hacerlo por placer.

- Es algo que he logrado controlar.

- Ya tus manos no controlan mis impulsos...

- Si así lo hiciera te gustaría menos...

- Vamos preciosa, dímelo. Dime que haz estado con otros. No sería nada malo, simplemente me pondría celoso.

- Las putas tuyas hacen desastre, no cuestiono el hecho.

- Las putas sólo desean cogerme, tú lo haces.

- El jueguito es bastante adictivo.

- Sabes que sí. Ilusionarlas me es fácil, luego cogerme a la mía mientras juran que desvelo por ellas.

- Lo merecen.

- Ciertamente. Sigues sin responder mi curiosidad....

- Ya, por favor. He dado una respuesta.

- Ay, linda. ¿Por qué no me hiciste caso? ¿Por qué no estamos juntos ahora pero sí a escondidas ilegalmente? Tú me encantas, coño.

- Deja de decir incoherencias, estás borracho.

- ¡Tonta! ¿Ya olvidas que te lo digo cada vez que tengo la oportunidad?

- Cuando tu novia no está cerca... sí. Entiendo.

- Estás loca. Pero así me gustas. Así te extrañaba y así te deseo. ¿Y el muchacho ese con el que hablabas tú?

- Estamos peleados.

- ¿Por qué?

- ¿Por qué peleas tanto con tu novia?

- Enmm.. es complicado. No te niego que la amo, pero me saca. Si fueras tú mi novia...

- Me pondrías los cuernos así como se los pones a ella estando conmigo.

- ¡No! Es distinto. Soy su primer novio. Tengo que aguantar todo lo que venga. A ella se lo hago con condones. A tí no.

- También hubieses sido mi primer novio si te hubiera hecho caso para ese entonces.

- Es distinto.

- ¡Ay!

- ¿Te gusta, mi niña? Sostén mirada conmigo...

- ¡Oh Dios! ¡No pares! ¡Puñeta!

- ¿Hace cuánto no tienes sexo?

- No lo recuerdo.... ¡No me marques el cuello! Se te olvida que nuestras marcas son inmorales y que debes entender la importancia de su escondite.

- Olvídalo mami. Ya te he marcado todo el cuello.

- ¡Estás borracho, maldita sea!

- Borracho te gusta, lo sabes. Te gusta que tengamos sexo en este estatus.

- Tú sigues detrás de mis nalgas, no yo detrás de tu borrachera.

- No me gustan tus nalgas, me gustas tú.

- ¿Por qué demonios enciendes la luz? ¿Estás loco?

- Quiero verte. Nunca me permites hacerlo. Deja la luz quieta, tengo bajo control su potencia.

- Estás loco, mi amor. ¡Ayy!

- ¡Qué hermosa! Quiero que te dejes llevar. Que seas mía a nuestra manera.

- No me he negado. Somos adictos a ello.

- Me voy a llevar tu ropa interior.

- Cállate. Estás diciendo demasiadas incoherencias...

- ¿Incoherencias? No se me safa ningún otro nombre estando contigo, beba.

- ¡Ay qué rico!

- ¿Rico por qué, preciosa?

- Porque no es en el láncer, ni tampoco en un motel... es en mi cama.

- ¡Ay qué diosa más rica!

- ¡Mi amor! ¡Sí!

- Liz..... Liz.....

- No te me vengas adentro, no estoy bajo medicamentos.

- ¡Oh Dios! Hermosa, ¡Ay! Eres mía.... Mía mía mía....


DeliriosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora