Capitulo 10

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Tres meses, dos semanas...

— Amor, ¿estás listo? Se hace tarde- Henry llama desde la puerta

— ¡Ya voy!

Contesto sin dejar de verme al espejo. ¿Qué diablos pasa con mi ropa? Jalo de nuevo mis pantalones hacia arriba intentando hacer que pasen mis caderas y por fin suban para poder cerrarlos.

Respiro hondo y contengo el aliento para hacer que mi abdomen se vea más delgado, al mismo tiempo jalo mis pantalones y logro que pasen mis caderas, apenas suelto el aire, mi abdomen se abulta de nuevo y sobre sale del cierre.

Frunzo el ceño. Empiezo a exasperarme. Son mis pantalones favoritos, y quiero ponerme mis pantalones favoritos el día de hoy, ¿Por qué diablos no entran?

— Mimi, amor...- Henry insiste

— ¡YA VOY!- contesto más exasperado que la última vez

Volteo a ver a mi alrededor. Doy unos pasos hacia atrás hasta topar con la cama y me dejo caer de espaldas. De nuevo contengo el aire para contraer mi abdomen. Rápido intento abotonarme los pantalones, es demasiado difícil, pero lo logro al fin. Apenas lo logro suelto el aire.

— ¡Aush!- me quejo al sentir de inmediato como la cintura del pantalón cala demasiado, de nuevo contengo el aliento y me los desabrocho

¡Quiero llorar!

Me siento en la cama haciendo un puchero. Pataleo sintiéndome frustrado. Son mis pantalones favoritos y no puedo ponérmelos, mi abdomen ha crecido mucho, ¡estoy muy gordo!

— Amor...- de nuevo Henry

— ¡¿QUÉ QUIERES?!- contesto furioso, volteando a ver a la puerta

— Te traje el desayuno, ya es tarde...

¡Desayuno!

Solo escuchar esa palabra hace que mi humor cambie, de pronto mi estómago gruñe de hambre. Me pongo de pie y casi corro hasta la puerta para abrirle. Sonrío al verlo parado ahí con un plato en la mano.

— ¿Qué es?- pregunto curioso mientras olfateo

— Huevos revueltos con tocino, pan tostado y jugo de manzana- sonrío

— Waaa, eso huele delicioso mochi- corro a sentarme y comienzo a comer apurado

— Me alegra ver que te agrada- Henry se sienta junto a mí

Claro que me agrada, Henry cocina muy bien, además, no sé porque los últimos meses he creado una especie de obsesión por el tocino. Antes no lo comía porque me parecía demasiado grasoso, pero ahora... es como una droga para mí.

— Mmm que rico...- balbuceo mientras como

— Oh... ¿estás aquí aún?- volteo hacia la puerta, Calvin está ahí parado acomodándose su corbata

Se ve tan guapo cuando está vistiéndose, es sexy, ver como abotona su camina, se pone la corbata... siempre me gustó observarlo mientras éramos novios.

—- Sí, estoy desayunando...- contesto con una sonrisa, Calvin frunce el ceño mientras se acerca a ver el contenido de mi plato, luego se gira a ver a Henry

— ¿No crees que darle tanto tocino es malo? Además, de que va a tapar sus arterias, lo hará engordar...

Apenas escucho a Calvin decir eso, recuerdo lo que estaba pasando antes de que Henry entrara a mi habitación. Hago un puchero, dejo el tenedor en el plato y lo alejo. Intento contener las lágrimas, pero lo que Calvin ha dicho me ha hecho sentir obeso.

9 MesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora