Capítulo 26

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Elizabeth

Abro primero mí ojos derecho con pesadez, para luego abrir el izquierdo solo para confirmar que me encuentro en mí verdadera habitación, habitación que comparto ahora con Kyle.

Escuchó sus leves ronquidos tras de mí, intento darme la vuelta para admirar la tierna imagen de mí mate durmiendo, pero con sólo sentir que me remuevo presiona mas su agarré en mí cintura. Poco a poco lo voy logrando, hay momentos en que suelta su agarré para luego presionar más fuerte.

Al darme la vuelta, ahora sí admiro su firme pero inocente rostro, enrollo mís piernas con las de él.

Kyle White, Alfa de la manada Luna Negra, fue ésa la forma en que mí tío Alex saludó a mí mate. Pero antes de su amistoso saludó y mí muy pero muy, fugaz ataque de celos, viene a mí el recuerdo de lo que charlamos.

Flashback

Me abrazo fuertemente a mí tío, sintiendo su característico aroma a cedro, siento qué mis mejillas sé humedecen poco a poco, tío Alex me abraza también, llevando su mano izquierda a mi cabello para acariciarlo, recuerdo que mí tío fue el único qué me consolo despues de la muerte de mí madre.

- Ya mí niña - intenta controlarme - ya estoy acá - su mentón lo pocisiona en mi cabeza.

- Té extrañe, no no supe nada de tì en más de dos décadas - artículo sintiendo el nudo en mí garganta bajar - pe-pero qué haces acá - digo separandome, para mirarlo con el ceño fruncido, a la vez que con mis manos limpió el rastro de lagrimas.

- Vine a apoyarte hija - habla seriamente, siento una gran calidez en mí pecho al escuchar como me ha llamado - debes saber qué dentro de dos días Victor vendrá a atacar tú manada, con todas sus fuerzas.

- Pe-pero eso significa que - el asiente.

- Sí hija, deje de ser el Beta de Victor - su expresión es como de alivió - lo qué fue fácil, ya que soy un Alfa también, no tiene poder sobre mí.

Eso es muy cierto, si un Beta de una manada quiere dejar de serlo, es muy difícil ya que comparte un lazo muy fuerte, pero no tanto como el lazo que un Alfa tiene con su pareja.

Le observo mejor, en su pómulo derecho hay un moreton, pero por lo demás está bien, su cuerpo ancho y rígido y porte dé admirar, claro ejemplo de un Alfa, sin contar que para sus más de seiscientos años, es joven aún.

- Té enfrentas a él - pregunto, apuntando su pómulo.

- No hija, fue al huir del castillo, me tope con unos guardias y tuve que neutralizarlos, tú sabes que no me gusta hacer daño - y ésa es una razón por la cuál, el tío Alex es admirado y seguido, nunca a matado a alguien y menos a un inocente - sí hubiese sido con tú padre, digo con Victor, no sólo con esté pequeño rasguño hubiese venido.

Su expresión cambia radicalmente, sus ojos verdes, con su característica de verte para sacar información.

- Hija debo preguntar - yo asiento - que sabes de la madre de Gema y más importante aún, está Gema contigó - pregunta.

Yo frunzo el ceño.

- Debes saber qué estoy preocupado por ella, su madre maldijo el día en que nació porqué su mate resultó ser una mujer, y bueno Victor sea vuelto más loco desde que su madre lo dejo ya hace unos días - esa mujer no tiene escrúpulos.

- Gema está está aca - anunció - sí haz venido por el esté, creó qué haz visto rastros de una batalla - espero su respuesta, la que es positiva - el ataque fue comandado por la madre de Gema, quien casi mató a su propia hija, y que son su mate - terminó con el rostro enojado por la situación.

Mi Humano, Mi Mate © [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora