Capítulo 8

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Mia POV.

Ir a la fiesta de Ashley no era una buena idea. Odiaba a esa idiota, pero todo por una amiga.
Tenia tiempo aun para prepararme asi que decidi ir a la biblioteca en busca de un nuevo libro ya que habia terminado los tres que me traje la semana pasada.

Mi casa se encontraba en la entrada del bosque de ColdSpring, era una casa bastante moderna, su exterior era todo de madera y en el interior era todo muy lujoso. Pisos relucientes y paredes pintadas de tonos cálidos, con una chimenea en el salón donde nos reuníamos en navidad para armar el enorme árbol.

Salí de casa caminando por un sendero dirigiéndome a la calle principal, era ancha rodeada por árboles que siempre estaban llenos de pequeños pajaritos.
Llegué al centro se la ciudad, la gente caminaba muy apurada para ir a trabajar, sobre todo porque era día de semana, aunque yo me habia saltado las clases del dia de hoy.
Hace cinco dias que había llegado de Europa y ya no podia pisar el instituto, estaba agotada.

Pasé por delante de la Columbus Universal College, donde trabajaba mi papa. Justamente se encontraba allí hablando con una de las profesoras compañeras de él. Me resultaba extraño que estén tan escondidos, cuando lo iba a saludar me quede en shock. Se estaban besando. Se estaban besando. Mi padre se estaba besando con una mujer que no era mi madre. En el segundo que se separaron se dieron cuenta de que estaba alli. Antes de que dijeran nada salí en camino hacia la biblioteca.

—¡Mia! ¡Mia! —Gritó mi padre corriendo detrás de mi.

Comencé a apresurarme con los ojos llenos de lágrimas, pero sentía que cada vez se acercaba más y más.

—¡Mia! —Volvió a gritar tomándome del brazo y grirándome hacia él.

—Por favor Mia no digas nada de esto, te lo puedo explicar.
—¡Sueltáme! —Espeté —Estás engañando a mamá y lo único que te importa es que no cuente nada, eres un egoista solo te importa tu vida, ¿y mamá? ¿y nosotros? Eramos una familia.
—Y lo seguimos siendo, déjame explicarte como fueron las cosas.
—No, dejame sola —Con esas últimas palabras lo dejé ahí plantado y me fui corriendo hacia la biblioteca.

Era mi lugar, un lugar pacífico, siempre que tuve problemas iba ahí. La biblioteca en el sector de literatura clásica era como el desierto del Sahara.
Me hice una bola y me quedé apoyada conta la pared entre dos estanterias.
Y comencé a llorar. Descargué todo, todo lo que venía aguantando.
No sabía que hacer ahora, con todo esto, se lo cuento a mi mamá y verla sufrir u ocultarselo, tal vez así todo terminaría, tal vez haya sido un equívoco.

—¿Mia?

Levante la cabeza y estaba él, el profesor.

—Sr. Murphy —Dije entre mocos y llanto.
—¿Que te ocurre estas bien? —Dijo agachandose y sentandose a mi lado —Llámame Ian, cuéntame ¿qué pasó?

Le conté lo que vi, lo de mi padre y que no sabia que hacer a partir de ahora.

—Creo que deberias contarselo a tu madre, es lo mejor. —Me dijo, sus ojos marrones no se separaron de mi en toda la narración.
—No se, tal vez debería dejarlo en sus manos, tantas veces que me dijeron que no me entrometiera en asuntos de mayores...

Se levantó y me extendió una mano para ayudarme a levantar.

—Ven

Acerco sus manos a mi rostro y me secó las lagrimas.

—¿Qué hace usted aquí?
—Puedes tutearme, solo soy un poco mayor que tu —Dijo regalandome una sonrisa ladeada —Vine a buscar el libro para la obra de teatro.
—¿Al final se hace? Creí que se habia suspendido luego de que el señor Herald se fuera.
—Lo iban a suspender pero decidi llevarla yo a cabo
—Yo queria presentarme como ayudante... pero no estoy segura.
—Hazlo, me encantaría que formes parte.

Un pequeño silencio se adueño de la biblioteca aunque nosotros hablábamos en susurros. Miré la hora y ya tenía que irme o no llegaría para la fiesta.

—Se me ha hecho tarde me tengo que ir, pero gracias por el consejo. Nos vemos en clase.

—Nos vemos —Me dijo con una sonrisa

Comencé a caminar fuera de la sección de literatura clásica, pero antes de irme me giré y volví a entrar.
Estaba de espaldas sosteniendo un libro.

—¿Que obra vamos a interpretar?—Pregunté asomansome a la sección.

—"Romeo y Julieta" de Shakespeare -Dijo mostrandome el libro.

(...)

Me bañé, me puse una falda tubo negra, una remera suelta blanca y unos tacos negros. Me maquillé y tomé el bolso y me fui a buscar a las chicas para ir a la fiesta.

Llegamos allí, el patio delantero estaba decorado con unas pequeñas luces de poste a poste.
Entamos las seis una al lado de la otra, el interior estaba lleno de mesas con vasos y bebidas.
Estábamos todas hermosas vestidas pero había algo que me extrañaba Rose estaba muy callada, nada que ver como esta siempre, me había comenzado a preocupar, tendría que hablar con ella pronto.
Estaba lleno de gente, el grupo de Drake y Noah estaban en una esquina mirando a la puerta fumando.

Esta va a ser una noche muy larga.

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Capítulo escrito por Mia
(@ciprianistaedex)

Gracias por seguir leyendo!!

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