P.O.V. Mia
Estaba decidida lo iba a hacer. Después de colarme en la oficina del director del Columbus Universal College y buscar los archivos de los profesores, lo encontré. Se llamaba Bianca Combridge. Profesora de Economia. Tenia la direccion de su casa. La mujer con la cual mi padre habia engañado a mi madre. Todavia no había hablado con él, tampoco queria, pero tenia que hacerlo. Tenia que saber como ocurrio, desde cuando y por qué.
Luego de caminar varias calles, llegué. El 368 de Bridmenton. Era una casa grande, de las antiguas. Abrí la puerta del cerco que rodeaba la casa y entré. La puerta principal estaba levemente entornada, asi que decidí pasar. Era enorme con salón en doble altura, era muy diferente de la fachada, pisos y paredes blancas. Había un candelabro justo en el centro del salón. También muebles gastados, marrones con bordes dorados. Encima de uno habia una foto familiar. Estaba esta mujer con un hombre y un niño pequeño. Esta foto ya tenia bastantes años, ella está demasiado arrugada ahora. Supongo que serán su marido e hijo. Encima de arruinar mi familia lo hacia con la de ella. Esta mujer no tenia escrúpulos.
-¿Qué haces tu aquí? -Salió de un pasillo oscuro, con un vestido beige muy ceñido al cuerpo y el pelo negro suelto cayendo hasta el comienzo de su cintura.
-He venido a hablar contigo, estaba la puerta abierta así que pasé.
-No deberías interrumpir así en casa ajena. -Dijo mirando hacia todos lados, como si faltara algo. -¿A qué has venido?
-He venido a decirte que dejes a mi padre en paz, supongo sabrás que está casado.
-Claro que lo se -Dijo con un aire de superioridad.
-Así lo dices como si mi familia y la tuya no importara nada. No piensas en tu hijo ¿Qué pensaría si se entera de esto?
-No metas a mi hijo en esto, el no sabe nada y no lo sabrá.
-No lo sabrá si yo quiero. Te conviene mantenerte alejada de mi padre, de mi familia, si no quieres que nada malo ocurra.
Me di media vuelta y caminé yendo hacia la puerta, dispuesta a marcharme.
-¿Me estás amenazando?
Me giré agarrando la puerta
-Si -Dije al mismo tiempo que cerré la puerta dando un portazo.
Tuve que pasar por el instituto a buacar un trabajo que debia entregar esta semana de Física. Cuando llegue las luces del pasillo estaban apagadas, levemente alumbrado con lo que quedaba de atardecer. Llegué a la clase de Física, la profesora no estaba pero encima del escritorio habia una nota. "Para la srta. Stevenson" y el trabajo. Misión cumplida, recoger el trabajo para evitar suspender la asignatura.
Dispuse a marcharme pero me detuve al oir mi nombre.
-¡Mia!
-Anna ¿Que tal, tanto tiempo? -Anna era una de las señoras de la limpieza, tendria al rededor de sesenta años y me queria como a su nieta. Me habia ayudado varias veces a falsificar justificativos de faltas, cuando no queria estar en una clase me llamaba para que la ayude en algo y varias veces almorzé con ella.
-Niña hace varios dias que estas faltando ¿Que ocurre? -Preguntó tomandome las manos.
-Asuntos familiares, pero no te puedo contar ahora me están esperando en casa.
-Ay niña, una tarde te invito a merendar y me cuentas bien.
-Claro Anna, lo siento pero me tengo que ir.
-Ve niña, no llegues tarde -Me estaba dando la vuelta cuando me vuelve a llamar -Ay ¡Mia! El señor Murphy me ha dicho que te diga que has salido seleccionada como ayudante del profesor en la obra ¡Felicidades!
-¿En serio? Gracias Anna -La achuché en un fuerte abrazo -Adiós, nos vemos, y gracias.
-Adiós niña, hasta pronto. -Gritó mientras mme iba apurada por el pasillo.
Llegué a casa ya de noche, feliz por haber conseguido el puesto y saber que iba a pasar mas tiempo con el sr. atractivo y sexy Murphy. Pero mi cara de felicidad desapareció cuando vi a mi padre sentado en el sofá.
-Estaba esperándote. -Dijo con un tono serio.
Lo miré rara mientras cerraba la puerta y dejaba el bolso en el sofá.
-Quiero hablar contigo sobre lo que viste el otro dia...
-¿Mamá está aquí? -Lo corté de inmediato.
-No, claro que no
-¿Y que me vas a decir? ¿Qué fue un error? ¿Qué no volvera a suceder? ¿Eso? ¿Eso es lo que me vas a decir?
Me enojé, me enojé demasiado y exploté por todo lo que habia pasado.
-Tranquila, no quería que esto ocurriera así.
-¿Qué querías que no ocurriera o que yo no me enterara?
-Esa no es la cuestión.
-¿Esa no es la cuestión? -Dije practicamente gritando.
-Tranquila.
-No me vuelvas a decir tranquila.
-Te lo voy a decir sin rodeos -Ya me lo imaginaba -Esperaba, mejor dicho, te quería pedir que tu mamá no se entere.
-¿Cómo? -Me lo veía venir.
-Deja que yo me ocupe, voy a encontrar el momento y se lo voy a decir.
-¿Sabes que le vas a romper el corazón verdad?
-No me digas eso ya bastante culpa tengo encima. -Dijo mirando al suelo.
-Es que es tu culpa
En ese momento se abrió la puerta y entró mi madre.
-¿De quien es la culpa?
-Emm... -Balbuceó mi padre.
-De papá, es su culpa. -Este me miró con los ojos desorbitados.
-Se le quemó el pollo
-Menos mal que se me ocurrió pasar por esa tienda nueva de comida mexicana. Traje un poco de todo -Dijo mi madre con una sonrisa enorme mostrando las bolsas. -¿Comemos?
-Si, claro. -Dijo mi padre pasando su brazo alrededor de mi madre y llevandosela a la cocina.
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Capítulo escrito por Mia
(@ciprianistaedex)
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Six Loves
RomanceBello y peligroso, como la flama del fuego. Verla danzar es hipnotizante, pero, ¿Qué sucede cuando se convierte en un incendio? A veces hay que decidir entre lo atractivo y lo prudente, y es algo que puede llegar a ser dificultoso para seis amigas q...