Entra en mi vida |Agustín Casanova|

capítulo 31

-Hola- dijo un chico lo bastante lindo acercándose
-Holaa- definitivamente creo que había causado que me convierta en un tomate, era un chico de verdad lindo
-Sabes?- señaló una tabla de surf a su lado.
-No no- obviamente yo era un desastre en lo que sea deporte sorry.
-Veni te enseño- por un momento, sentí que era buena idea pero por otro lado creo que estoy arriesgando mi vida por que cuando digo que soy malísima es porque lo soy.
-No, de verdad- hice un gesto con la mano
-Dale, no tengas miedo- estiró la suya

Sin darme cuenta ya estaba acostada boca abajo en una tabla de surf y el chico lindo acompañandome de la parte de atrás tratando de buscar una ola.
Sentía un escalofrío al sentir sus manos en mi cintura guiándome, pero al mismo tiempo era lindo.

Narra Cielo

Después de unos largos días, pude sentir que tenía paz, que podía tirarme en mi cama y relajarme y eso hice. Puse una alarma a las 5 de la tarde, siendo las 2 de la tarde. Siempre fui muy estructurada con el tema del horario, creo que viene de familia.

«-Vas a dejarla en paz, y te vas a comprar una vida, deja de molestarla ahora Sol es mi novia y yo ya no te necesito- Agustín gritaba mientras estaba apunto de golpearme con...un florero?

-Que?- todo estaba oscuro, era solo un cubo y lo único que se veía era a nosotros que estábamos en un reflector

-Lo que escuchaste! Vos en mi vida no tenes importancia, no se para que entraste por esa puerta- me levanté del suelo e intente correr, pero como dije que era un cubo acabe chocando con una de las paredes y cayendome al suelo.

En un momento me levante y ya no había nada, Agustín se había ido, me levante del suelo y ahora era una habitación, en esta yo estaba en frente de una puerta, como desmayada en la entrada, y puedo escuchar los gritos de Mateo, de muy lejos pero en un momento siento un escalofrío y un miedo que recorre mi cuerpo al sentirlo más cerca.

Mi primera reacción fue abrir la puerta y salir corriendo, pero algo andaba mal, el pasillo era infinito, todas las puertas iguales.

-Ayudame, por favor- toque todas de ellas mientras corría por los pasillos, pero nadie me abría, nadie me respondía

"OJALÁ NO HUBIERAS TOCADO NUNCA MI PUERTA"»

El grito retumbo en mi cabeza, lo que me hizo levantarme de golpe. ¿Que hora es?. ¿Donde estoy?.
Me encontraba en la habitación que estuve en primer lugar, el sueño que tuve me dejó tiritando.