Capitulo once

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*leer el capitulo con la canción de multimedia*

"EL CORAZÓN ROTO"

No respondí el mensaje con mas de un "esta bien" baje a la cocina y mi madre estaba cocinando, me senté a un lado a observarla, se reía y me pedía que dejara de hacerlo yo no podía dejar de hacerlo era inevitable la extraña mucho, fue un mes y medio sin verla y sin saber de ella, sin saber si regresaría, aunque nunca muestro preocupación o importancia a eso siempre que vuelvo adoro verla y saber que esta conmigo, la hora antes de ir al café paso rápido mientras veía televisión. Salí de mi casa despidiéndome de mi madre haciéndole saber que llegaría temprano, llegue al café y en una mesa del rincón estaba sentada Alexandra

-hola. como estas? le dije tratando me mirarla a los ojos pero tenia su mirada hacia abajo

-siéntate. me dijo de una forma bastante hostil

Me senté, y por la puerta entra Ángel, yo no entendía que era lo que ella quería hacer, Ángel se dirigió a nuestra mesa y se sentó, admito que me sentía nerviosa, frustrada, no sabia si Alexandra le había comentado lo que paso entre ella y yo, hubo un silencio que realmente era incomodo, sentí temor, enserio me gustaba Ángel y me gustaba estar con el en todos los sentidos, no quería perder lo; por otro lado estaba Alexandra le debia mucho, había cambiado mi vida, me hacia sentir única y me encantaba estar con ella, definitivamente tampoco quería alejarme de ella... no sabia que hacer, tenia temor de perderles, todos mirábamos hacia el piso, el mesero interrumpió el silencio para pedir nuestros cafés 

-puedo tomar sus ordenes? dijo el mesero

-deme un café clarito, no lo quiero oscuro y no le eche azúcar. dijo Alexandra levantando la  cabeza

-a mi, deme un café oscuro con 2 cucharadas de azúcar, por favor. dijo muy cortes Ángel mientras  me cogía la mano

el mesero me miro, mi corazón latía al sentir la mano de Ángel cerca, ahora si  me sentía mas confundida que en mi examen de álgebra

-y para usted, señorita? dijo el mesero mirándome fijamente

-un milo frió, no le eche azúcar se la echare a mi gusto, gracias. dije de forma rápida

El mesero se retiro, Alexandra nos veía cogidos de la mano y pude ver como sus ojos azules se llenaban de agua, eso me partió el alma, Ángel me miraba fijamente y me beso, Alexandra salio corriendo al baño. no la seguí me quede con Ángel, no es por que no la quisiera o por que prefiriera a Ángel solo que no la entendía, no la comprendía, y aunque quería hacerlo no era capaz

-te extrañaba. me dijo ángel, mientras me besaba el cachete derecho

-nos vimos hace un rato jajaja no seas bobo. le dije entre risas

de repente llego Alexandra y se sentó de golpe, el mesero trajo los cafés y mi milo, iniciamos a consumirlos y de un momento a otro sin explicación

-y si hacemos un trio? despues de todo tu, Ana ya te acostaste con nosotros dos, no te molestara hacerlo a la misma ves con ambos. dijo sarcásticamente Alexandra

-es eso cierto, Ana? dijo Ángel soltándome la mano

-no, no es cierto. dije con mi voz quebrada

-lo negaras en mi cara? dijo Alexandra molesta

-si, lo negare por que no es cierto, Ángel debes creerme!. le grite un poco 

-no le creas a esta zorra, es cierto nos acostamos el día que me quede en casa de ella, el día que tu nos dejaste en su casa. Dijo Alexandra causando confusión en Ángel

-.....Ana, dime, es cierto eso que dice Alexa? dijo deprimido

-pues si pero no, o sea si es verdad pero no quiero nada con ella. le dije soltando lagrimas

-pensé que eras diferente pero eres culicagada indecisa. dijo Alexandra parándose de la mesa y marchándose

Ángel soltó lagrimas, me sentí muy mal, el alma se me partía, nunca había visto a un chico llorar y muchos menos por algo que yo hubiera hecho

-Ángel... perdón... dije mientras mis lagrimas bajaban por mis cachetes

-sabes... nunca me había enamorado, mucho menos a primera vista, antes del día de la fiesta veía cuanto entrabas y salias del colegio, revisaba tus fotos en tus redes sociales, llegue a sentir algo tan grande por ti... pero decidiste hacer parte de la moda de las estúpidas niñas, la bisexualidad, yo te amo demasiado no te imaginas cuanto pero enserio, es mejor que dejemos todo aquí. dijo mientras lloraba, salio del café

y ahí quede yo, sentada en un rincón llorando por ser tan indecisa, tan inmadura, por no saber manejar mi vida, me siento destrozada, nunca me había sentido así, sentí algo que normalmente la gente llama "el corazón roto" pague la cuenta y me fui llorando a mi casa, mi madre estaba dormida, subí a mi habitación y me acosté en mi cama a llorar... llorar... y llorar...


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