NHNOQNSOS ~The Destiny's Fight~ (yaoi)

Capitulo 4: Matando la Esperanza

Ya habían pasado 3 semanas y su maldito loco amigo no llegaba, ni llamaba para venir a buscar a Jimmy, y eso ya desesperaba a nuestro pobre castaño que no sabía qué hacer.

Estaba en su oficina, leyendo y verificando el contrato que le habían dado. Y no le parecía mala idea, estaba de acuerdo con todas las condiciones y ofertas, así que no tardo en llamar a Crys para que pueda hacer una cita con el jefe de la otra empresa y sellar el contrato. Exactamente 3 segundos después de haber colgado el teléfono, una llamada desprevenida le llego. El castaño miro con molestia su pantalla, preparándose para maldecir hasta no más poder a la persona de la otra línea. Se aflojo esa corbata de seda, color azul marino, sentía que le apretaba las cuerdas vocales y respondió con un tono de molestia.

- Así que por fin te dignas en llamarme escoria!!, se levantó rápido de su silla de cuero para comenzar a dar vueltas como León enjaulado, Sabes cuantas ganas tengo de ir a buscarte y matarte! Todas las putas llamadas no respondidas! Que fornicando mucho con tu príncipe, demasiado ocupado o que! Espero que me pagues por esto!!!

Con todo el coraje del mundo apretaba su celular gritando y gritando en ese pequeño aparato electrónico.

- Reik amigo..., se escuchaba muy bien que tenía miedo y estaba nervioso, Enserio no me hables así, lastimas mi frágil corazón!, quiso suavizar un poco la situación lo que no sabía era que el otro perdía más y más la paciencia, Ahora hablando enserio, perdóname enserio, he querido llamarte antes, pero no he podido, Lex está a fondo en problemas acá con la empresa volveremos mañana temprano así que porfa cuida del pequeño. Te juro que te explicare todo cuando llegue, sin dejarle más tiempo de responder cualquier cosa colgó, es que Daniel sabía muy bien cómo podía ponerse el castaño cuando se enojaba bastante y no quería lidiar con ello por el momento, bastante problemas tenía el con la empresa de su marido.

Reik estaba más que cabreado, como se atrevía esa diva de mierda a colgarle de esa forma en la cara. Tiro el celular a un lado de su escritorio y se apoyó en ella relajando todos sus músculos para no explorar ahí mismo. Cerró los ojos y respiro profundamente, lo iba a matar mañana, sí que lo iba hacer. En un momento que no se dio cuenta la puerta de su oficina se abrió, dejándole el paso a su secretaria y mano derecha, Crys.

- No es el momento ahora Crystal, Reik la miraba serio y con mirada dura.

- Pues temo decirte que me vale verga, la cita con la empresa será mañana a primera hora, lo miro con firmeza y después se fue acercando a él suavemente, Deberías relajarte un poco, has estado así durante las 2 últimas semanas, deberías descansar, ve a casa y ocúpate de Jimmy un poco yo me encargo de las cosas aquí como siempre, la cita esta hecha puedes soltar el estrés, poso una de sus manos en su hombro y le dio una de sus mejores sonrisas.

Sí que la rubia sabía reconfortar a las personas con pocas palabras, y sin más le agradeció y salió en búsqueda del pequeño que estaba en la guardería de la empresa. Juntos se montaron en el carro y fueron a casa. En ese poco tiempo de transporte el pequeño rubio se había dormido, y es que se parecía tanto a su padre o mejor dicho "madre", que le era imposible no sonreír. Parqueando al frente de su casa cogió al más joven y lo cargo hasta su cuarto. Volvió a bajar las escaleras para encontrarse con la bella sorpresa de su novio durmiendo en el sofá frente a una tele prendida con dibujos raros. La apago y se acomodó cerca de él, lo miraba fijamente, pensando en tantas cosas, malas como buenas, hacía tiempo que no pasaba tiempo con él, por la empresa y problemas que estaban en camino y tenía que evitar. Se sentía mal por ello, ya que le había prometido pasar más tiempo con él. Aun así le daba mucho coraje que este durmiendo como un oso en la sala, así que sin vergüenza alguna, lentamente le bajo los pantalones a su novio, notando que su miembro estaba semi despierto. Una sonrisa malévola paso por su cara para después bajarle los boxers. Miro por última vez la tranquila cara de su amante dormido y sin esperar un segundo más se llevó su miembro a la boca, chupando y succionando lentamente, esperando cualquier movimiento o ruido de la parte del otro. La primera reacción fue su glande, que se había puesto más dura y mucho más grande, después, los leves movimientos de cadera que hacia el más alto inconscientemente, y para terminar los leves gemidos que salían de su boca, hasta despertarlo por completo asustado, mirando a aquel chico jugando con sus partes íntimas. A la vez asustado, confuso y excitado, tomo al chico por el brazo jalándolo para así posicionado debajo de él, besarlo con desespero y prácticamente violarlo ahí.