<Deberias entrar...>
¡Estúpida! ¿¡Por qué demonios lo invite a entrar?! Tal vez podría decirle que deje la llave abierta y que la casa ahora está inundada... No, querría ayudarme, tal vez...
¡Simplemente cierro la puerta en su casa y me escondo de cabeza en la nevera!
Mire hacia atrás y noté que su sonrisa burlona se había intensificado y estaba arqueando una ceja, oh no. Empecé a correr de golpe hacia la puerta cuando me di cuenta que había descifrado mi plan maestro, mierda. Saque las llaves de mi pantalón con prisa mientras veía hacia atrás fijando me en que el venia cada vez más rápido hacia mi, su sonrisa se hacia mas grande, ¡Abre pinche puerta!
— Nope, ya no puedes dejarme afuera una vez que me invitas~♪
Mierda.
Fulmine con rabia a la puerta cuando al fin se abrió, desgraciada, baje la mochila de mi hombro y la lance sobre uno de los muebles que estaban en el recibidor. Por otro lado él solo dejo su mochila en el suelo, al lado de la puerta, agradecí internamente cuando recordé que la mía era impermeable. Nada se mojo por la lluvia.
Puse en marcha mi plan original y camine hasta la nevera, abriéndola de golpe y Encontrándome con todo un paraíso de comida, ¡Oh si bebé! Tal vez me haga un pan con tomate, cebolla, queso y jamón, luego haga pudin instantáneo junto con una lata de soda y-
— No me sorprendería que te comieras toda la nevera. — Mis orejas se encresparon cuando sentí su aliento cerca de una de ellas, lo mire de reojo y note como sus ojos brillaban mientras miraba el interior de la nevera, oh no puto, esta es MI comida.
De cualquier manera tenia que bañarme, seria frustrante si pescó un resfriado, es tan desagradable no poder respirar con normalidad debido a los mocos, agh.
— Iré unos minutos a arriba, no hagas nada extraño — Camine a pasa veloz hasta las escaleras y antes de empezar a subir lo mire una vez más, tenia una sonrisa en su rostro. — Tampoco toques mi comida, ¡Y no espíes!
— ¡No prometo nada!
Solté un pequeño bufido cuando entre al baño, ¿Por qué lo invite a entrar?
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Termine de secar mis púas y empecé a bajar las escaleras, había demasiado silencio, cuando llegue al final de las escaleras un olor delicioso toco mi nariz, atrayendo me hasta la cocina, olía como las mil maravillas ~
Mire sobre la mesa y note que había un plato encima de la mesa, estaba recién servido ya que todavía desprendía humo, mire a mi alrededor asegurando que ni hubiera nadie y tome una cuchara de la dispensa, técnicamente era mi casa pero bueno... Estaba apuntó de pinchar lo que parecía ser una torta de chocolate cuando él me interrumpió.
— Todavía esta caliente Rose. — Gire lentamente sobre mis talones y me encontré con la figura de Shadow recargado sobre el marco de la puerta.
— ¿No te dije que no tocaras la comida?
— Hace unos segundos estabas por probar esa torta así que no puedes hablar mucho —Una sonrisa aparecio en su rostro cuando abri mi boca para articular algo pero luego la cerre al darme cuaneta que tenia razon.
Un silencio lleno, increíblemente, la habitación. Solo me dedicaba a observar sus brazos expuestos, espera. ¿Por qué ahora utilizaba vendas? No, mejor aun, ¿¡Por qué me pregunto esto y por qué sigo dejando que este aquí?!
— Bien. Suficiente, ¡no lloverá así que adiós! — Dije rápidamente mientras lo empujaba con un poco de fuerza hacia la salida, entregándole en el trayecto su Caquetá que había dejado en el respaldo de la silla. No me sentía cómoda con él aquí, para nada.
Parecía demasiado aturdido como para intentar resistirse. Estaba apunto de cerrar la puerta cuando hablo de nuevo mientras caminaba hacia la calle, donde estaba estacionada su motocicleta.
— Mañana vendré de nuevo Rose~♪ — Estaba por oponerme a esa idea cuando escuche como el motor de la motocicleta rugía estrepitosamente. Dejando me con las palabras en la boca, viendo como sus púas y su sonrisa victoriosa de perdían en el horizonte a medida que avanzaba.
Acabas de darle pase VIP a tu casa al mismísimo demonio Amelía.
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Revenge| Cancelada.
Fanfiction- ¿Por qué haces todo esto? Tanto sufrimiento. ¡Tu no eras así Amy! - Ustedes mismo lo buscaron; mandaron a la basura toda la confianza que les había dado durante años. Ahora abstenganse a las consecuencias.