Comencé a escuchar los gritos de ellos en la cocina, ¿Por que tenían que discutir todas las noches? He oído de padres que se divorcian y sus hijos tiene que elegir con quien vivir, o sino ellos pelean también por la custodia.
Me incorpore en la cama de manera lenta mientras mis orejas se seguían moviendo de un lado a otro, escuchando los fuertes gritos de mi madre y muy por debajo de mi padre, y luego.
Un golpe en seco.
Mire hacia la puerta, esperando y el sonido de pasos pesados subiendo por las escaleras me hizo entender que por hoy, la discusión había acabado, no parpadee hasta que la puerta de abrió mostrando la silueta de un cuerpo lleno de pequeños rollos de exceso de grasa, con la poca luz que entraba del pasillo podía ver como su mejilla estaba hinchada, sus ojos llorosos.
- Amelía. - Susurro mi padre mientras caminaba hasta mi cama, arrodillándose frente al borde de ella y abrazando me con fuerza. Poco a poco comencé a rodearlo con mis brazos, que a comparación de los suyos, eran muy delgados. - Lamento haberte despertado cariño...
Sentí como sus manos empezaban a acariciar mis púas con delicadeza, mientras que en mi hombro notaba como la ropa se humedecía y su cuerpo empezaba a temblar.
- Yo... Tu madre y yo, veras. Hemos estado hablando y decidimos que deberías conocer a otras personas, ¿Entiendes? ¿Cómo te pue-
- Se van a divorciar. - Lo interrumpido, haciendo que me mire de manera nerviosa a la vez que asentía con cuidado, como si me fuera a romper por escuchar eso... - Se que estarán bien los dos, no se preocupen.
Mentiras. Patrañas y más fueron todo lo que salio de mi boca aquella noche mientras le aseguraba a mi padre que no los odiaría, que no lo odiaría a él, pues realmente moría en cólico y ansiedad.
Los odiaba tanto por abandonarme también, mis amigos y ahora mis padres se separarían, ni siquiera seria lo mismo así los viera a ambos por separado un día específico de la semana.
Los odiaba a todos.
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Mire el borde de mi vestido mientras lo apretaba con fuerza, llorando de manera silenciosa y teniendo leves espasmos. No todo había resultado como esperaba, creía que ellos se arrepentirían de sus acciones y volverían a ser felices pero, siguieron adelante con el divorcio, aquella mujer con vestido oscuro y lentes me observaba con pena, seguramente pensado que era otro niño cuyos padres se divorciaban causándole profundos traumas u miedos al compromiso, temiendo porque terminara igual a ellos.
Para cuando el juez dio la sentencia mi madre entro en llanto, rogándole porque me dejara con ella, pero simplemente no lo hacia, la decisión había sido tomada. Movió sus dedos hacia mi pidiéndome que me acercara a él, acercándose y susurrando con cuidado de que nadie más lo oyera.
- Pequeña, tú podrás decidir con quien quedarte en dos años, seras libre de escoger.
Asenti mientras volvía al lado de mi padre, este paso su mano sombre mi hombro, sonriendome con ojos llorosos, y guiandome hasta afuera del los tribunales mientras los gritos de mi madre resonaban por lo que quedaba de los pasillos grandes y largos.
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Revenge| Cancelada.
Fanfiction- ¿Por qué haces todo esto? Tanto sufrimiento. ¡Tu no eras así Amy! - Ustedes mismo lo buscaron; mandaron a la basura toda la confianza que les había dado durante años. Ahora abstenganse a las consecuencias.