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El sonido de mis zapatos chocar contra el cemento era lo único que se escuchaba, claro además de los estudiantes y profesores hablando dentro de las aulas. Estaba molesta, eso estaba claro, lo que no sabría explicar era el porque, sentía una presión en mi pecho desagradable, como si algo en mi interior no quisiera seguir con el plan...

¡Ja! Como si esas cosas pasaran conmigo. Esa presión era por el hecho de que no haya golpeado a Tails en el rostro, por eso me sentía molesta y frustrada, me arrepentía de haberlo dejarlo solo llorando y ya. Debí golpearlo maldición.

Como un acto impulsivo comente a correr escaleras arriba, no habría problema puesto que a estas horas todos seguían en sus clases, deseaba golpear algo con fuerza pero no lo haría, lo ultimo que quería era una suspensión por herir a alguien inocente o dañar propiedad escolar, aunque esta ultima me importaba un comino en realidad.

Cuando llegue a al ultimo piso tome el pomo de la puerta que daba a la azotea, no sin antes meter mi mano en medio de un estante polvoriento que estaba a un costado de la misma, tomando una llave color cobre por los años que tenía. Me sorprendía un poco aun que la siguieran guardando aquí. Por reflejo gire el pomo antes de introducir la llave y resultó que la puerta ya se encontraba abierta.

Eso me advertía una cosa: que alguien ya estaba aquí, aunque cabía la posibilidad de que la última vez que entraron la hubieran dejado abierta en un descuido, pero eso no podía pasar, puesto que los que conocían de la ubicación de la llave, Shadow y Sonic, eran lo suficientemente precavidos como para no olvidar cerrarla.

Nuevamente la sensación de agobio subió por mi garganta, sea quien estuviera ahí lo ignoraría. Termine por abrir la puerta y en cuanto lo hice un gran alivio llego a mi al sentir el aire templado, recorrí todo el techo con la mirada en busca de quien había abierto la puerta, había dado por hecho que estaba sola cuando una nube de humo cayó sobre mi cabeza. Comencé a toser, puesto que esa nube era humo de cigarro, sacudí mi mano en frente de mi rostro hasta que el olor se esfumó.

- ¿Pensabas que alguien había dejado la puerta abierta? - Lleve mi vista hasta el sobre techo que había sobre la puerta y me encontré con la imagen de Sonic, se encontraba sentado en el sobre techo su pie apoyado sobre la rodilla de su otra puerta.

- Eso no es de tu incumbencia. - Y vaya que no lo era. Volví a mirar hacia el frente, donde de esta altura podía ver el patio central completamente vacío, pues todavía no era hora del segundo receso. ¿Qué hora era cuando me echaron del salón entonces?

Hace bastante rato que estaba todo en silencio, y hace varios minutos como que se le había acabado el cigarro, puesto que no sentí su desagradable olor más. En todo ese tiempo hasta me había sentado cerca del borde del tejado, era algo incomodo saber que estaba sentado detrás mío. No sabía si estaba haciéndome señas con las manos y si en cualquier momento me empujaría por la espalda hacia el borde del edificio,produciendo me la muerte. Aunque esa última era poco probable, su personalidad de "Héroe" no lo dejaría hacerlo.

- ¿Que paso con Nudillos? - Pregunte, sin dejar de mirar al frente. Realmente quería saberlo, desde que había comenzado todo el rollo de las agresiones hacia mi él había desaparecido, ni siquiera lo veía entrar al colegio. No respondió al instante, pero luego de varios minutos lo hizo.

- No está aquí, te llevaré con él, algún día. - El tono de su voz me advertía que no tocará más el tema. Como si realmente no quisiera hablar sobre ello, pero solo aumentaba mi curiosidad.

Estaba por seguir preguntando cuando el sonido de mi teléfono en el bolsillo delantero me interrumpió. Era un mensaje de Silver, ese cabeza de marihuana. Todavía debía golpearlo por contarle a su primo, Serge, lo que planeaba hacer. Pero algo tenía que admitir, y era el hecho de que Serge era muy agradable y neutral en cuanto su opinión respecto a todo el tema de mi venganza.

Pronto me levanté y sacudí mi pantalón. Respire hondo y comencé a caminar hacia la puerta, a toda la velocidad que mis piernas me lo permitían y lo suficientemente calmada como para no revelar que en realidad estaba corriendo, no quería que pareciera que estaba huyendo. Unos pequeños temblores comenzaron a subir por mis hombros cuando recordé todo lo que pasaría hoy, sería un día demasiado largo a mi parecer. Cruce una vez más la mirada con Sonic antes de perderlo de vista al pasar por la puerta, pensaran que era algo estúpido, pero yo no era la única que se había vuelto fría en estos años. Todos cambian para bien o mal en algún momento, de eso estoy consistente.

Comencé a bajar nuevamente las escaleras hasta la planta baja, pero me detuve unos segundos cuando la campana rompió el silencio que rondaba en gran parte del edificio, no paso mucho cuando la manada de estudiantes apresurados comenzaron a correr por los pasillos. Entre todo ese desastre una melena rubia se abría paso como si fuera la reina del mundo, Maria por supuesto, ¿Quien más? No muy lejos de ella se encontraban algunas chicas empujando fuera del camino a todo aquel que no se moviera por voluntad propia. Era algo curioso que ese tipo de personas siguieran a su lado, es como si no tuvieran es más mínimo sentido común del respeto escolar/social, maltratando a todos los débiles porque si.

Hey, sé lo que estás pensado, que soy como ellas, puesto no pequeña criatura. MI maltrato tiene una justificación válida, y además no la pago con todos los alumnos sino con unos pocos, con aquellos que hicieron todo un infierno. La venganza no es aceptada moralmente, pero, ¿Te has preguntado qué es lo que significa la palabra Moral para esta sociedad en realidad?

Todo es relativo.

Revenge| Cancelada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora