Me senté en el fin de la clase y comencé a sacar mi cuaderno mientras el profesor escribía algo en el pizarrón. Todos susurraban cosas, al menos disimulen cuando me vean por favor.
Al terminar la clase todo el mundo salió disparado del salón, inhale aire de forma pesada y salí del salón hacia los pasillos repletos de estudiantes, todos caminaban apurados de aquí para allá; como si los fueran a matar por llegar tarde a algún sitio.
Camine con paso lento hasta la cafetería y pedí lo que quería, al menos la comida aquí era decente, tome una mesa cualquiera y me senté. Solo se escuchaban susurros por todo el lugar. Esos mismos susurros que se oían cuando caminaba por el pasillo.
Seguí comiendo haciendo caso omiso a las demás personas hasta que note como tomaban mi bandeja junto con los alimentos y la tiraban al suelo, escuche como está provocando un sonido en seco y mire hacia arriba.
— Mmm, veo que te descuidas te bastante Rose.
— ¿Que quieres Maria? — Pregunte con desinterés mientras masticaba lo que aun quedaba en mi boca. Ni siquiera puedo comer tranquila, genial.
— Mmm, ¿Por qué eres así conmigo? Yo no te he hecho nada, ¿O sí? — Sonrió con dicha y movió un poco su cabello. Me levante con delicadeza y apoye mis manos en la mesa haciendo ruido y ganando aún más la atención de los demás. Había notado como ella se contuvo para no dar un salto por el susto.
— Te lo repetiré una vez más: ¿Qué quieres? — Viéndolo de esta manera me había dado cuenta que yo era más alta que ella, antes era al revés. Soltó una pequeña risa y alzo su mano con la intención de golpearme y subir su miserable ego ante todos.
Inmediatamente la tome con fuerza antes de que siquiera me golpeara, su sonrisa arrogante cambio por una de sorpresa, y luego una de dolor al sentir como presionaba sus dedos entre sí.
— No tomes mucha confianza Robotnik. Podría hacerte la misma jugada de antes y vaciar un balde de pintura verde sobre tu hermoso cabello rubio. O incluso algo peor. — La solté de manera brusca haciendo que cayera al suelo sentada y camine hasta las puertas de la cafetería.
— ¡Te arrepentirás de esto Amelía!
Solté una risa entre dientes y salí de la cafetería azotando las puertas.
Adelante. Que esto debe ponerse interesante en algún punto, ¿No?
Subí por las ultimas escaleras que daban hacia la azotea y me encontré con la vieja puerta cerrada con candado, rebusque entre los bolsillos de mi pantalón y saque una vieja llave oxidada. Al menos algo había dejado ser amiga de zorro amarillo.
Quite el candado con cuidado de que ningún profesor lo oyera y retire las cadenas, se supone que esta era un área prohibida en la escuela que nadie debería estar aquí pero, mientras más prohibido, más deseado sera.
Antes de que todo ocurriera solía venir aquí con él y el zorro, yo me había quedado con la copia de la llave, mientras que la directora tenia la legitima. Al menos sabia a donde podía venir si quería estar sola y dormir o pensar. Me acerque al lugar en donde crecieron algunas hierbas por la humedad y deje mi bolso sobre el suelo para después recostar mi cabeza sobre el.
— Oh casi lo olvido. — Murmuré para mí misma y empecé a buscar nuevamente entre mis bolsillos hasta encontrar una caja de cerillas, saque dos y empecé a comerlas. ¿Qué? Saben bien, no es mi culpa, por lo menos no fumo.
Y como si lo hubiera invocado, el olor a cigarros golpeo mi nariz, agh. Era tan desagradable y me causaba mareos. ¿Cómo alguien podía calmarse con eso?
Un minuto. ¿Por qué olía a cigarros si se supune que estaba sola?
Me levante de golpe del suelo y empecé a buscar al responsable del olor; solo había tres personas que podían entrar a este lugar y yo soy una de ellas, por lo que...
No podía ser Tails, si bien mintió con respecto a su amistad no podía mentir sobre su alergia al tabaco, yo estuve ahí cuando tuve un ataque... Al menos de que lo hubiera actuado. No. Nadie puede fingir tener asma y luego desmayarse al menos de que también sea un actor profesional.
Por lo que solo puede quedar una opción. Maldición él no, ¡Se suponía que YO me quede con la única copia de la llave maldición!
Me asomé por una de las esquinas y lo vi, ahí. Muy cerca de los ventiladores protegidos por las parrillas metálicas. Solté un pequeño quejido cuando nuevamente el olor golpeo mi nariz, repito: es desagradable. Sus ojeras se encresparon y de inmediato se giró para mirarme.
— A-Amy. — Dijo mientras dejaba salir todo el humo de su boca y me miraba sorprendido. — Hola.
— Hola Sonic.
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Revenge| Cancelada.
Fanfic- ¿Por qué haces todo esto? Tanto sufrimiento. ¡Tu no eras así Amy! - Ustedes mismo lo buscaron; mandaron a la basura toda la confianza que les había dado durante años. Ahora abstenganse a las consecuencias.