Capitulo 5

9 0 0
                                    

Sueño de Verano

Han pasado ya dos semanas desde la desaparición de Juliett, todos sus amigos, familiares y seres queridos están muy preocupados por ella, y han hecho todo lo que está a su alcance para poder encontrarla. Mateo, su antiguo novio esta devastado, y ha buscado por cielo y tierra a su amada Juliett.

Mateo estuvo con ella la noche de su desaparición, y fue fuertemente golpeado por los Paraco cuando se llevaron a Juliett. No hay palabra para explicar cómo se siente este joven, y todo lo que ha hecho para ayudar a la familia de Juliett durante estas semanas.

Ese domingo en la mañana Mateo fue a la plaza, y se quedó mirando el árbol en donde le había dado su primer beso a Juliett, y en donde le había pedido que fuera su novia, el mismo árbol en donde siempre descansaban luego de tener sus citas, para celebrar sus aniversarios. Estar en ese lugar le traía muchos recuerdos a Mateo: la sonrisa de Juliett, cuando se sentaba a leer, y él se acostaba en sus piernas y escuchaba como Juliett recitaba los poemas que tanto le gustaban. Cuando ambos se sentaban y cantaban el uno para el otro esas baladas cursis que tanto a ella le gustaban, en ese árbol él le enseño a bailar.

Un gran sentimiento de nostalgia recorrió su cuerpo y su vista se nublo solo por un momento y el lucho contra las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos. En eso escucho que alguien se acercaba a el muy lentamente.

- Se lo que sientes, yo también la extraño mucho. – Dijo George colocando su mano en el hombro de Mateo.

- Tu no viste, el terror en sus ojos cuando ellos se la llevaron George, yo sí y sus ojos aun me persiguen en las noches. Necesito encontrarla. – Dijo Mateo con la voz muy cansada.

- Mateo, todos agradecemos lo que estás haciendo, pero si lo que dices es cierto y los Paracos se la llevaron entonces, solo nos queda esperar y pedirle a Dios que ella se comunique con nosotros. Mírate, estas muy cansado. Estas últimas dos semanas te han pegado fuertemente. Si Juliett te mirara así, se sentiría muy culpable. – Dijo George viendo con preocupación a Mateo. El cual muy ciertamente estaba destrozado, sombras rodeaban sus ojos, tenia muy despeinado el cabello, se le veía muy perdida la mirada y sus familiares mencionaron que no estaba comiendo muy bien y se notaba ya hasta había dejado de ir al gimnasio, Mateo ya no era ese joven apuesto el cual cuidaba muy bien su apariencia, la preocupación y la culpa le estaba destruyendo.

Mateo se giró hacia George, y lo miro con lágrimas en los ojos.

- Te juro que la traeré de vuelta, Juliett regresara ya verás. – y con esto dicho se giró sobre sus talones y se fue.

George se quedó mirando el árbol, sonrió y miro al cielo. Y con su mano en su corazón dijo. – Dios por favor, cuida a mi hermana. Te extraño Juliett.

................................................................................

Han pasado ya dos semanas desde que Neithan llevo a Juliett a la casa de William. Juliett ya se había acostumbrado a estar sola en esa habitación, la cual William mando a arreglar para ella, en esas dos semanas Juliett se hizo amiga de las sirvientas de la mansión, salía una o dos veces a caminar por los jardines de la casa, y las sirvientas en ocasión le llevaban libros a Juliett para así evitar su aburrimiento. Su estancia en la mansión Parcot no había sido tan mala como ella pensaba, de vez en cuando se le permitía salir a caminar por los jardines, y a veces William la invitaba a cenar con él. Juliett no comprendía porque el solía ser tan amable con ella.

Las sirvientas le habían contado que para todos los sirvientes de la mansión le parecía eso muy extraño, pues el señor William nunca había invitado a una joven raptada a su casa, normalmente era Neithan el que se encargaba de ellas, y él no era muy amigable que se diga. Juliett de alguna manera se sentía afortunada de no haber corrido con la suerte de esas otras chicas.

JuliettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora