Capítulo 9: -"Eres rara... Me agradas, eres de las mías."

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Ayer le pedí a Austin que me prestara dinero para un taxi, yo se lo daría luego... Él no se negó, de alguna manera supo que me había lastimado y no quería hacerlo más.
No dormí nada, un poco de maquillaje me ayudó a cubrir las horrorosas ojeras que tenía en el rostro.

Hoy tendría que ir a ver a Madison. No puedo esperar a saber como es que sabe tantas cosas sobre mi o sobre la relación que antes había tenido con el estúpido de Austin Mahone.

Desde mi ventana veía los edificios, las calles y el cielo nublado... Digamos que eso no ayudaba para nada a mi estado de ánimo el día de hoy, o ayer...
Me puse lo primero que encontré en mi armario, cepillé mis dientes y sin siquiera tomarme la molestia de tomar mi desayuno o cepillarme el cabello salí en busca de Madison.

Decidí caminar en lugar de tomar algún taxi, me puse los audífonos y comencé a caminar. Gotas de lluvia cayeron directo a mi rostro, el clima estaba tan triste como lo estaba yo.

Llegue al restaurante y antes de que pudiera entrar Madison corrió hasta mi y casi hace que caiga al suelo por el emotivo abrazo que me había dado.

-¡___(tn)! ¡Al fin llegas.-Sonreí levemente.-¿Qué tienes? Ayer te veías muy feliz...-Fruncí el ceño.

-¿Ayer?-Ella bajo la mirada apenada.

-Verás... Uno de mis pasatiempos es seguir a Aus a cada lugar que vaya...

-Pero...

-Lo siento...

-No te preocupes...-Esta chica me está dando miedo. Puede ser una acosadora, asesina en serie, violadora, o Dios sabe que otra cosa.-¿Entramos?

-Claro.

Entramos al restaurante. Cuando por fin logramos conseguir una mesa nos sentamos, ordenamos una pizza para ambas y unas sodas. Cuando el mesero se retiró un flash cegó mis ojos, quede viendo todo borroso.

-Saliste hermosa.-Froté mis ojos y trate de adaptarlos al ambiente de nuevo.-Lo siento...

-Tranquila, si querías una foto solo debías pedirla.-Sonreí amablemente aunque por dentro quería matarla. Ella sonrió.

-¿Puedo tomarme una foto contigo?

-Claro...-Ella se levantó de su asiento, llego a mi lado y luego tomo la foto.-Ahora... ¿Me dirás como sabías que tuve una relación con Austin?-Sentí un gusto amargo al decir su nombre, aún dolía.

-Verás... Mis padres son de San Antonio y yo iba a la misma escuela en la que iban ustedes. Claro que era dos años menor que ustedes y es posible que por eso nunca me hayan visto.-El mesero llego con las sodas y una vez que le habían entregado la suya tomó un gran trago.-Yo fui de las primeras personas en ver los videos de Austin y Alex. Recuerdo una vez cuando ellos fueron al centro comercial a repartir volantes de Shoot us down, soy de las primeras mahomies.

-Vaya...-Ahora fui yo la que le dio un gran trago a su soda.

-Y bueno, todos los días veía que Austin y tú siempre estaban juntos. Me gustaba su pareja. Un año después de que Austin se mudara, transfirieron a mi padre y nos mudamos. Se me hizo muy fácil seguir a Austin y cuando te vi con Rob la esperanza de que Austin deje a Katya nació.

-Él la ama.

-Y tú lo amas a él aún. Tus ojos te delatan.-Justo a tiempo el mesero llego con nuestra pizza.-Por cierto, ayer los paparazzis tomaron demasiadas fotos de ustedes.

-Lo sé...

-Es una lastima que una loca chica obsesionada les haya robado las cámaras...

-¿Qué?-Sonreí.

-Si, bueno... Pueda que haya dicho que vi a un unicornio vomitando arcoiris y que cuando no me creyeran les haya golpeado la cabeza y quedarán inconscientes por unos segundos que me dejaron robarme las cámaras.-Comencé a reír como loca, en serio que me había equivocado con esta chica. Ella es genial.

-Eres rara... Me agradas, eres de las mías.-Ella sonrió y yo seguía riéndo.

Seguimos charlando mientras comíamos nuestra pizza y descubrí que ella y yo no eramos tan diferentes, teníamos cosas en común y se que con el tiempo pueda que se convierta en una gran amiga para mi.
Ella me hizo reír y olvidar todo lo que me tenía mal, disfruté de su compañía.

Salí del local, me despedí de Madison y regrese a mi apartamento, pero antes pase comprando helado y comida china. Hoy me desvelaría viendo películas y comiendo como cerdo... Si, así de mal me tenía el estúpido de Mahone.

Llegue a mi edificio y justo en la entrada me encontré con Mark, quien al instante me sonrió y espero a que llegara junto a él para abrazarme.

-¡Oye! Ten cuidado con mi comida.-Hice un puchero y él solamente se limitó a reír.

-De acuerdo.-Rió.

-¿Qué harás?-Me vió curioso.

-Nada, estaré en mi apartamento.-Sonreí.

-¿No quieres estar conmigo en mi apartamento? Y bueno, quizá... ¿Hacer una pijamada?-Hice la cara más tierna que pude y él sonrió. Entramos al edificio y empezamos a caminar hacia los ascensores.

-Necesitas amigas... ¿Lo sabes, no?-Dijo mientras subíamos al ascensor

-Tonto.-Presionó el botón de nuestro piso.

-Vale, vale.-Me abrazó-Me quedaré contigo.

Llegamos a nuestro piso y Mark fue a su apartamento por su pijama y unas golosinas que tenía, también traería algunas películas.

Entré al apartamento, deje la comida en la barra de la cocina y el helado en el refrigerador. Fui a mi cuarto y me puse mi pijama antes de que Mark llegara. Cuando ya la tenía puesta me dirigí hasta la sala con unas mantas, las tiré al suelo y luego al rededor puse cojines. Puse almohadas y encendí el televisor. Justo cuando había terminado tocaron la puerta, abrí y Mark traía un pantalón de pijama cuadriculado y una camiseta blanca que hacía resaltar sus bien trabajados músculos. Colocó la comida en la barra y luego me cargo como un costal de papas para luego tirarme encima de las mantas que antes había colocado en el piso de la sala.

-¡Eres un tonto!

-¿Así?-Comenzó a hacerme cosquillas-Dilo otra vez cariño, no pude escucharte.-No podía parar de reír.

-Dije... Que... Eras... El... Mejor... Del mundo.-Dije con voz entre cortada. Él dejo de hacerme cosquillas, lo tiré y me coloqué encima de él. Era hora de mi venganza, comencé a hacerle cosquillas.-¿Quién tiene el mando ahora eh?

-¡Para!-Reía-¡___(tn)!

-Solo porque soy buena.-Me acoste a su lado y él me sonrió.

-¿Qué película quieres ver?

-No lo sé, escoge tu. Iré a calentar la comida.-Asintió con su cabeza. Me levanté y fui a la cocina. Metí la comida china en el microondas, serví un poco de helado para cada uno en unos platos pequeños y les eche unas gomitas de ositos que Mark había traído. Cuando todo estuvo listo regrese a la sala, me senté en el piso mientras Mark aún batallaba con el DVD.

-Espero que te guste la que he escogido.

-Con que no sea el conjuro me conformo.-Le guiñé el ojo y él sonrió. Se sentó a mi lado y comenzamos a comer mientras la película iniciaba.-Yo antes de ti...

-¿No te gusta?-Me vió preocupado.

-Me encanta... Creo que me verás llorar.-Reí.

-Pues lloraremos juntos.-Me abrazó.

El Amor De... ¿Mi Vida? (Austin Mahone)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora