Vomitando mariposas [yuri]

Vomitando mariposas - Depresión

Estuve toda la noche imaginando como sería sí pudiera tocar sus mejillas, seguro eran suaves, o tal vez el olor de su cabello, tal vez a flores, como las niñas bonitas.

Estaba emocionada, deseaba verla de nuevo, pero, ya no sólo quería verla, hoy daría el primer pasó, «le hablaré...»

Me sentía confiada, segura, caminaba rápidamente hacia la parada del tren mientras imaginaba lo emocionante que sería hablar con ella de lo que sea, historia, arte, cultura, la canasta básica, cualquier cosa!.

Me fije levemente en la hora y me dí cuenta de que estaba a punto de perder el tren «mierd..» corrí tan rápido como pude para encontrar las puertas a punto de cerrarse y lanzarme dentro del tren tras un ataque feroz de adrenalina, tomé un respiro en un asiento «joder, digamos que el amor lo puede todo» chiste mental supongo.

entonces alze la mirada y la encontré a ella sentada justo frente a mi, pero no estaba sola, un chico con pinta europea la acompañaba, tenía el cabello justo arriba de los hombros y con un fuerte tinte turquesa, reían y bromeaban, ella parecía muy contenta.

«oh.. ya.. veo» en que mundo era posible que alguien como ella se fijara en mi, sueño mucho y ese es una de mis grandes debilidades.

Voltee mi rostro para mirar mi reflejo en el vidrio de atrás y antes de haberlo imaginado ya estaba llorando, sentía como mi pecho de arrugaba, como sí todo se consumiera, y dolía.

Llegué a casa rápidamente, mi madre aún no había vuelto del trabajo, subí a mi habitación y saqué una botella de vodka de por debajo de mi cama mientras me quitaba los zapatos. Alze la botella y grite a los cuatro vientos -Que se jodan!- y bebí como una típica puberta despechada.

Llevaba un rato y la botella de vodka seguía a la mitad, pero yo ya estaba bastante ebria, me paré tambaleandome y me mire en el espejo.

Toque mi cabello con algo de asco, fui hasta la mesita de noche y abrí un cajón, saqué unas tijeras y tomé mi cabello en una mano

-supongo que esto no te gusta...- lo corte, justo arriba de los hombros, sin pensarlo.

Volví a mi cama ya algo cansada de llorar

-por que?... debo amarte sin conocerte?.. - y caí dormida