Capítulo 5

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Los héroes de París, tras cinco cansinas horas luchando contra el akuma, consiguieron vencerlo, LadyBug no se despidió de Chat Noir al salir de la escena de la batalla, simplemente es era lo que pasaba cada día que luchaban contra esos.

Todo volvió a la normalidad y los residentes de París volvieron a la vida normal. Adrien se trasformó en el parque, sonriente vio como su "familia" corrían a ver como estaba, no supo nunca porque en aquel momento besó a Nathäniel, nunca buscó respuesta.

Nathäniel y Luka volvieron a casa después de despedirse de Adrien, el pequeño lloró un poco después de separarse de su "padre" pero luego se calmó.

Al abrir la puerta de la casa subieron a la habitación, la puerta estaba cerrada, cuando entraron vieron como todo estaba montado para que fuera bifuncional, al lado de la cama había la cuna de Luka, y el cambiador estaba en los cajones de la cuna, los juguetes en un baúl muy bonito de color lila pálido con estrellas pintadas, se sentó con él en la cama y lo acunó, era cansado llevarlo siempre en brazos, alguien llamó a la puerta, y el abrió con el niño, era Adrien, estaba cansado de correr desde al instituto hasta su casa.

- He traído un carrito, has ganado mucho dinero hoy -le dijo jadeando cansado.

- Gracias, este niño pesa de verdad -le dijo sonriendo.

- Dejamelo -dijo y el más bajito accedió a regañadientes.

- ¿Porque vienes corriendo?

- Mi padre me ha dejado dormir contigo hoy, le he explicado el proyecto y le ha parecido bien, no es homófobo como creía yo.

- Bien, prepararé la habitación de invitados...

- Quiero dormir contigo.

- Ah, vale -dijo y luego despareció por las puertas del comedor.

Preparó la mesa del comedor y puso la trona al lado de las sillas donde se sentarían, su madre llegó sin estar borracha y eso era muy raro.

- ¡Nathäniel! -lo llamó y salió corriendo del comedor.

- Mamá.

- Hoy vendrá mi jefe, su esposa y su hija a comer, prepara la cena para cuatro.

- Mamá, un amigo mío se queda a dormir, va a cenar con nosotros.

- Bien, me da igual, solo no interfieras en la cena y come en la cocina.

- Tenía pensado...

- No me interesa, haz lo que he dicho, me voy a preparar.

- Si.

Padre e hijo bajaron a ver porque esos gritos y se encontraron con la madre.

- ¿Tu eres su amigo? -Adrien asintió- ¿Y ese bebe?

- Mamá, es un proyecto del colegio, hemos hecho parejas y nos lo han dado, es un humanoide, será la nota de este año.

- No quiero niños en casa -dijo y arranchó al niño de los brazos de Adrien.

Lo cogió por el body que llevaba, sus ojos azules empezaron a ponerse cristalinos y rompió en llanto. Sus pelo rubio se movía queriendo volver a los brazos de su "padre" una bofetafa impactó en su mofletito derecho deteniendo sus lágrimas.

- ¡Déjalo mamá! -gritó asustado el chico.

- ¿Desde cuándo me gritas tú?

- Desde que le has pegado, déjalo -dijo con una mirada asesina.

La madre lo ignoró y le tiró el bebe a Adrien, el rubio lo cogió al vuelo y lo meció, al final se calmó, el "papi" del bebé corrió hacia ellos y le pidió poder cogerlo, el "papá" se lo dio, él lo abrazó contra su pecho mientras su compañero le abrazaba a él.

Dos minutos después el pelirrojo decidió hacer la cena, Adrien cambió al bebé por milésima vez en ese día, Nathäniel puso a punto la mesa y decidió que ellos tres comerían en la mesa de la cocina, mientras que los invitado y su madre cenarían en la mesa del comedor, hizo un pastel de harandandos que se servía en frío y lo puso en la nevera, sacó vino y hizo un aperitivo que sirviera de cena.

Para ellos hizo un plato tradicional Francés, Quiches Lorrain, hecho con queso y bacon.

Amor a pequeñas porcionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora