Capítulo 11

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Se sentaron en el sofá del comedor mientras el dueño de la casa les preparaba café y unas galletas que había hecho él mismo.

Se sentaron todos y empezaron a aclara las cosas.

- ¿Puedo cojer a Luka?

- ¿No? Es mi hijo, no lo toca nadie que no sea su padre o su papi -dijo señalado Adrien.

Max los miraba asombrado,  como podía ser que dos personas que no se concían, en dos o tres días,  pudieran hablarse así de ambales y cariñosos.

- Me encantaría que hubiera sido así con Marinette.

- Max, te prometo que veras a Maji y la abrazarás cada día

- Gracias Adrien pero ¿puedo cojer a Luka?

- ¡No! -dijeron los padres y luego todos rieron.

Comieron y bebieron mientras hablaban, de vez en cuando Nathäniel se levantaba para cambiar o darle de comer a Luka, decidieron que ya era hora de cenar y Max se fue, entonces subieron a la habitación con Luka, él estaba dormido en brazos de su padre, había sido muy duro tener que estar separado de él esas largas horas por culpa de Marinette.

- Nathäniel, lo siento mucho -dijo Adrien mientras ponía él bebe en la cuna y lo acunaba.

- No te disculpes, lo hemos pasado muy mal, pero da igual, ahora estás con nosotros.

- Eso es lo preocupante.

- ¿Preocupante?

- Si, siento placeres y odios ocultos desde hace mucho tiempo, ¿por que no bajamos y hablamos?

- Si, tengo que hacer la cena.

Bajaron y se metieron en la cocina, mientras Nathäniel iba moviendo cosas de sitio y preparando la cena, el rubio le demostraba sus sentimientos, hubo algo que hizo que parara.

- Siento que te amo.

El pequeño abrió los ojos mucho y la boca igual, dejó lo que estaba haciendo, se lavó las manos y al girarse fue a abrazar a Adrien.

- Yo siento diferente, igual que tu, creo que también te amo.

- No creo que sea amor.

- Lo se.

- Pero creo que se creará mientras estemos juntos.

- Si...

Se besaron tímidamente pero un Mobil empezó a sonar, era el del rubio, estaba llamando Marinette, cuando descolgó se enteró de que le había hecho daño a Maji y que no sabía lo que era, dio una mirada significativa a su "esposo" y el asintió.

- Ahora Maji es tu amiga.

- Gracias, volveré para la cena, creo.

Amor a pequeñas porcionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora