Capítulo 8

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En un momento del trayecto Luka empezó a marearse y a vomitar, Nathäniel le puso una bolsa delante de papel envuelta en una de plástico y Adrien le aguantaba la cabeza para vomitar.

- Te dije que no le dieras leche -se quejó el papi.

- Lo siento ¿que iba a saber yo que se mareaba?

- No, perdón, no me gusta verlo así, es horrible, verlo mal.

- A mi tampoco me gusta, a la siguiente no le damos leche y ya está.

- Profesora, nuestro niño se ha mareado ¿que podemos hacer paradarle de comer sin que se maree?

- Nathäniel, cuando lleguemos te hoy a dar unos sobres que tienes que mezclar con la leche antes de salir y entrar en el coche, se los das y así comerá sin echarlo.

- Gracias.

Llegaron al cabo de media hora y los niños ya estaban cansados de esperar, lloraban y pedían para ya.

El parque era infantil, unas muy monitoras los esperaban en las puertas, cuando las parejas salieron del autocar con los bebes en brazos, algunas no dudaron en dárselos y otros, como el pelirrojo no quería soltarlo.

- Tiene que dármelo.

- Por encima de mi cadáver -dijo enfadado abrazado a su bebé.

- No le vamos a hacer nada.

- Ni muerto.

- Por favor.

- No es no.

- Tendremos que llamar a seguridad.

- Entonces me quedó fuera.

- Perdone señorita, pero es muy sobre protector con nuestro hijo.

- No se preocupe Agraste, pero tienen que dárnoslo.

- No -negó por primera vez Adrien abrazando a Nathäniel, que en cualquier momento iba a saltar a por ellas.

- cuando termine el tiempo que estarán en el museo podéis volver a verlo.

- ¡Es demasiado pequeño para estar sin sus padres! -el tomatito estaba muerto de ira.

- Lo siento pero el museo no permite la entrada a niños.

- Quedese con mi dinero, nos vamos -dijo Adrien.

La profesora, cansada de el espectáculo que estaban montando le arrancó el bebé de la manos al chico y este gruñó con odio y una mirada fría tiñó sus ojos azules, Adrien estaba cada vez más enfadado y no le gustaba que le llevasen la contraria ni a él ni a su "esposo".

Entraron a regañadientes y Alya fue con ellos para darles apoyo, junto a Marinette.

- Adrien, Nathäniel, Luka va a estar bien, no OS preocupéis por nada.

- Eso, Luka va a estar bien, Adrien no te preocupes -dijo Nino apoyando a su "pareja".

- No me gusta dejarlo solo con desconocidos.

- Tomatito, disfruta de la atracciones y deja de preocuparte, si pasa algo les parto la cara.

- El rubio tiene garras -dijo riendo.

La chica pelinegra estaba que hechaba humo por las orejas, amaba a Adrien, el odio hacia Nathäniel era profundo y no iba a salir aunque muriera por accidente, no quería hacerle daño a Adrien pero si a su "esposo" y su eso significaba hacer daño a Luka, lo haría.

Como ni Nathäniel le leyese la mente la miró muy mal y se encaró con ella.

- Puedo entender que no me ames, que me tengas asco por algo que no se lo que es, pero le tocas un pelo a Luka y te mato, no se si lo sabes pero de me da muy bien lanzar cuchillos a una diana.

Siguieron caminando, llegaron a un bar, donde el dinero que habían ganado con el cuidado de los hijos servía para tomar algo.

Amor a pequeñas porcionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora