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Aquellas mariposas empezaron una danza por los cielos, una danza melancólica de un corazón roto ansiando una sanación y para obtenerlo debían sembrar un mal en las calles, la noche y aquel cuarto de luna se convirtieron en su único testigo y escen...

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Aquellas mariposas empezaron una danza por los cielos, una danza melancólica de un corazón roto ansiando una sanación y para obtenerlo debían sembrar un mal en las calles, la noche y aquel cuarto de luna se convirtieron en su único testigo y escenario para su danza. ¡Y, oh! Las pobres almas que observaron durante aquella madrugada aquel par de mariposas cayeron en un sueño tan profundo sin saber que el próximo dia, no vería la luz del sol.

Ellas solo estaba atrayendo la muerte para aquellos que no estaba en el plan, porque sus cometidos primeramente debían sufrir poco a poco para ellas finalmente instalarse en sus pobres corazones, sus amos querían buenos resultados y aquellas par de mariposas eran poderosas, ambiciosas y vanidosas.

No iban a actuar precipitadamente, no, no... ellas iban a sembrar emociones negativas de a poco hasta finalmente, acabar con toda felicidad de sus objetivos.

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Cuerpos esparcidos por todo el bote de los Couffaine y la matriarca de la familia reía en sus adentros porque aquellos marineros de agua dulce nunca podrían con su famoso alcohol, solo sus dos hijos se encontraban tan frescos como una lechuga pero recuerda las primeras veces que ese par de piratas cayeron como troncos cuando probaron aquel mangar de bebida exótica.

-¿Trajeron todos, hijos? -Pregunto la mujer mientras preparaba la cocina exterior para hacer un gran caldo de pollo para quitarle la resaca a la mayoría que estaba presente- Juleka, ve por la olla más grande. Luka, comienza a cortar los vegetales...

-¿Podemos ayudarle, Anarka? -Ella miro hacia la izquierda y quedo sorprendida ante la aparición de la cumpleañera y un joven rubio.

-¡Vaya! ¡Pero aquí tenemos otro par de piratas! -Rio y observo de reojo la cara de sorpresa de su hijos- ¿Acaso bebieron hasta divertirse juntos, par de tortolos? -Arqueo una ceja, dejando ver cierta vergüenza en sus rostros.

Anarka Couffaine no pasó desapercibido aquellas manos entrelazadas y tampoco que, en cierto momento, ese par desapareció en la noche. Notó que ninguno quería hablar, y suspiro, a pesar de que le gustaba hablar para avergonzarlos porque todos somos jóvenes, y ella tampoco se va a declarar santa cuando tiene a su hijo mayor -que lo tuvo a los 20 años-, y solo porque era la única mayor en aquella fiesta y debía saber si sucedió algo por lo cual preocuparse.

-Luka, ve y ayuda a Juleka. Yo hablare con ellos -murmuro al acercarse a su hijo mayor, quien asintió y se dirigió para adentrarse en el bote.

Hizo señas a aquel par de jóvenes para que se acercaran.

-Sera mejor que hablen donde pasaron la noche y, si debo ir a mandar a Luka a comprar ciertas cosas -Miro a Marinette- para prevenir otras cosas- Luego a Adrien con desconfianza- ...o debo pensar que lo tenía todo planeado, muchacho -apunto con su cuchillo al rubio, quien dio un paso hacia atrás y negó con rapidez.

Ladybug Vs Chat Noir [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora