El sonido de unas veinte sirenas taladra mi cabeza, la dureza de estas sillas se hunde en mis huesos, pasa un día más.
La lluvia golpea en el concreto, mis manos se sienten entumidas y mis ojos no pueden llorar un poco más, incluso si lo deseara, no sería posible.
Por todos los pasillos corretean enfermeras y doctores, cada uno de los pacientes en terapia intensiva, aquí estás tú.
La memoria de una luna roja y tu cuerpo sobre las sábanas blancas me toma de los pies y me hunde, tu rostro lleno de éxtasis y tu voz sofocada de pequeña muerte, la dulzura de tus labios y las caricias que le regalabas a mi piel, las almohadas perfumadas de lirio y el vapor de la ducha, tu mirada punzante y verde, la única luz en mi oscuridad... yo solo me aferro a un día más.
Mi mente se pierde en momentos felices mientras mis sentidos se adormecen, tu risa boba y tus manos largas tomando las mías, el olor de hospital me enferma tanto que en mi mente he hecho una cueva con todo lo bello y lo no tan bello.
Estás lejos, tus pensamientos y movimientos están muy lejos como para poderte alcanzar, pero al dormir puedo soñar que aun estás aquí.
Los médicos dijeron que las posibilidades son nulas de volver a verte sonreír.
Cada cierto tiempo, con una pequeña lamparita revisan tus ojos y puedo verlos por contados segundos, pero puedo verlos.
Tu piel parece un bloque de hielo esculpido, conectado a tantos aparatos, frío y casi transparente, los moretones en tus ojos parecen constelaciones, pequeños vasos sanguíneos rompen la blancura y muestran rojas precipitaciones en tu cara y pecho descubierto.
"Asfixia"
Volver a sentarme en ese sillón a tu lado que mi alma se sabe de memoria, tu mano canalizada pesa, como si dentro de ti algo te impidiera confiarme tu mano.
Sé que tal vez es así, tu cuerpo con su último mecanismo de defensa rechaza mi mano, pero en mis sueños solo esperas a tomarme en un apretado abrazo... moriría para estar en donde estas.
Cada día ocurre lo mismo, el café poco cargado de la cafetería, ir volando a casa a tomar una ducha y algo para cubrirme en la noche, soñarte y no encontrarte al despertar... aun mantengo esperanzas, sé que volveré a hablarte y te diré todo lo que me hace falta decirte.
Me pregunto si tendrás frío o hambre, si querrás un abrazo o te sientes solo.
En las ensoñaciones matutinas, puedo verte levantándote de esa cama y diciéndome cosas con tu voz ronca por no usarla en tanto tiempo.
Te desvaneces en ceniza.
Tus pulmones continúan colapsando y los extraños tubos de tu costado ya no me permiten abrazarte, poco a poco tu carne se deteriora aún más.
Los policías entran y salen haciéndome preguntas que apenas entiendo, no se ya cuántas veces he contestado, no sé porque continúan con la tortura de repetirme casi todos los días que "atraparan a quien te hizo esto", no sé de qué les sirve.
Las personas más malas del mundo te interceptaron una noche cuando volvías de casa, te profanaron de todos los modos que pudieron, pensaron que te habían asfixiado con un cable, pero fuiste más fuerte que eso, uno de esos bastardos te contagió de VIH, y ahora no puedes despertar por la paliza que no olvidaron darte.
Puñaladas de realidad vuelven al escuchar ese pitido, tu corazón se detuvo de nuevo y vuelven a resucitarte, así varias veces, tu cuerpo sacudiéndose, las máquinas manteniéndote, es un sueño dentro de un sueño, de pronto lo sé.
Aun dormido en ese sillón sueño que sigues aquí.
La lluvia se vuelve granizo, todos los sonidos se apagan, solo estamos la lluvia, tú y yo.
Un sueño más, más profundo y verdadero, estás a mi lado como todos los días, despertando en nuestra cama, tu mirada me ilumina una vez más, verde como el bosque más profundo.
Sonríes.
Con tus suaves manos tomas mi rostro y me das un beso, tu blanca figura desaparece de pronto.
"No te preocupes, estaré bien"
No hay modo de que yo esté bien, sin ti eso sería imposible.
Al abrir los ojos, tu rostro cubierto por la blanca sábana me espera.
No hay más maquinas, incluso la luz de la habitación está apagada.
Tu cuerpo emite un frío espectral, he llorado tanto... que ya no hay una lágrima más.
El hospital sigue siendo ese caos que recuerdo de las últimas semanas, tu cuerpo ha sido invadido por eso que llaman rigor mortis y poco a poco, tu piel se pega más a tu hueso y aun así, mis labios en los tuyos se sienten como la más paradisiaca calma, el pesar se ha ido.
Las enfermeras y doctores corretean a la vida por los pasillos para tratar de atrapar la vida de los desafortunados que la están perdiendo, no pudieron alcanzar la tuya.
La promesa de la eternidad se borró, tal vez, cada quien tiene su punto de vista.
Como un fantasma más, me aferro a lo más preciado y camino entre los pasillos y escaleras, todos están tan ocupados que jamás me notan.
El filo del último piso llama mi nombre, me paro ahí mojándome con la tormenta, me siento a mí mismo tomar tu imaginaria mano, incluso si me concentro lo suficiente puedo ver tus cabellos rojos revolotear un poco, me pregunto porque lloras, porque sonríes, porque me miras así.
El aire tan fuerte casi me hace caer en el momento equivocado, no sé si volaré al cielo donde descansas o si iré al infierno, pero quiero irme, la vida será insoportable sin tu dulzura.
Entonces, sin alguna sensación, tomo un paso al vacío desde este treceavo piso.
El aire se vuelve tus manos y la velocidad tus brazos, ahora juntos, sé que no volverás a desaparecer cuando despierte, porque de este sueño nadie vuelve y estaremos juntos por que aun estás aquí.
-Hola, mil gracias por seguir leyendo, dije que estaría plagado de angst por algún tiempo y bueno, creo que así ha sido o algo similar.
Me encanta hacer pequeños OS/songfics, si gustan recomendarme alguna canción tal vez pueda convertirla en un OS :)
En verdad me encanta ver como las vistas incrementan el número día a día, mil gracias.
¿Les gustaría conocer más a fondo a su escritorx?
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Gracias y hasta la próxima
-G
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Romance.
RomanceFui perdonado solamente por la luz de la luna, mirando fijamente el brillo de tu cara en sueños, mientras continúas dormido quiero que me esperes vestido de negro. En tu cuello clavo profundamente mi amor, mezclándolo con mi sangre, dejándonos jugue...