La Habitación De Saúl.

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-Pero soy un hombre- Se quejó Alex, mientras se paraba lo más erguido que podía.

-Un hombre que tiene un novio- Respondió Saúl mientras miraba hacia abajo al pequeño y delgado Alex.

-¡No somos novios!- Replicó Alex mientras desviaba la mirada.

La diferencia de edad entre los dos era de apenas cuatro meses, pero Saúl se había desarrollado más rápido que Alex, llevándole casi treinta centímetros de diferencia en la altura, Alex aún tenía la voz de pito y a Saúl ya se le veía la sombra de la barba, lo que mas le molestaba a Alex era que el era el mayor y cumpliría quince el mes que viene.

Sin darle tiempo a reaccionar, Saúl lo tomó por los hombros y lo besó, intentó resistir pero no pudo, se dejó abrazar por la cintura y comenzó a pasar sus manos alrededor del cuello de Saúl. Se mantuvieron así durante unos dos minutos hasta que Saúl intento meter su lengua en la boca de Alex, eso no le gustaba.

-No, no somos novios- dijo mientras se separaba súbitamente de Saúl.

-Entonces ¿cómo le llamas a lo que hemos estado teniendo?

-Solo nos estábamos besando, no hicimos nada más- decía mientras se acercaba a la ventana del cuarto de Saúl que daba a la calle, se solían encontrar ahí porque Saúl era hijo único y sus padres trabajaban y no llegaban hasta la noche.

A Saúl le molestaba esta actitud, era obvio que algo estaba pasando y cada vez con mas fuerza. Se acercó y se apego a Alex colocando sus brazos alrededor de su pecho e iba a intentar morderle la oreja derecha, pero Alex se sacudió y se volvió a separar

-¿Qué haces? Nos van a ver.

Ahora Alex se había sentado en el escritorio y fingía ver los libros que estaban ahí. Parecía que Saúl se había rendido, estaba recostado en su cama y miraba el techo sin decir palabra, en realidad estaba recordando el día en el que dos amigos de la infancia se habían dado un besito durante uno de sus muchos encuentros en los que imitaban los movimientos de lucha libre, fue apenas un piquito y ninguno de los dos sabía de donde salió, era algo que simplemente se dio, después del beso, Alex se fue directo a su casa y no hablaron durante tres días, cuando finalmente se encontraron de nuevo intentaron actuar como si nada hubiera pasado, a las pocas horas estaban en la habitación de Saúl besándose nuevamente. ¿Cuánto había durado esta situación?¿cuatro meses?

Saúl nuevamente al ataque, aprovecho que Alex estaba realmente absorto en un cómic que encontró, lo alzó de la silla y lo lanzó en la cama y antes de que pudiera quejarse o decir algo ya lo estaba besando, a Alex realmente le gustaba cuando Saúl le besa pero no se lo iba a decir, aunque tampoco hacía falta.

-¿Quieres ser mi pareja?

¿Qué acaba de decir? ¿Cómo que su pareja? ¿En que esta pensando?

-¿Qué dices, Alex?

-Bue... yo... Sí- Ahora era Alex quien besaba a Saúl –Pero no voy a ponerme un vestido.

-Pero te verías tan lindo, tienes una cara preciosa como de niña.

-Idiota.

-¿Por lo menos me dejas darte un beso con lengua?

-No… bueno, tal vez.

Alex y SaulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora