Impotencia

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Cinco minutos después de ser enviada por cuanta red social estaba registrada Gloria, la foto fue vista por cinco compañeras de su misma aula, quienes la reenviaron a sus más de cien contactos, a los veinte y tres minutos más de la mitad de las personas que conocían a Alex se enteraron de su secreto y la foto seguiría su tour virtual para llegar a las manos de un primo que en ese momento estaba fuera de la ciudad, este decidió que era prudente que los padres del afectado se enteraran de lo que pasaba. La foto, a la que se le agrego el texto de "Alex el travesti" en algún punto del viaje, llego mientras las chicas del grupo de tejido sostenían un video chat, una de sus miembros puso una gran cara de asombro y se desconectó sin dar explicación, a los cuarenta y siete minutos de ser enviada esa imagen suya con maquillaje y ropa femenina estaba causando un enorme revuelo en la casa de Alex. Pero ese era un problema con el que tendría que lidiar en el futuro, ahora lo único que le importaba era que hacer con Gloria.

-¿Qué? ¿Vas a pegarme? -Gloria vio la furia en los ojos de Alex, pero no le tuvo miedo pues el hecho de que Saúl prefiriera estar con un enano travestido en vez de con ella le producía una furia o igual o incluso mayor que la que tenía Alex, que lanzara el golpe que ella le iba a responder de la misma manera.

Alex mantenía el puño tan apretado que sus propias uñas lastimaban su piel, su corazón latía a mil y su rostro estaba al rojo vivo, sentía que estallaba y todo ese estallido dañaría a Gloria, pero jamás le había pegado a una mujer y supo que no podría lanzar el golpe por mucho que se lo mereciera, entonces sintió que su ira se disipaba y daba paso a un sentimiento de impotencia.

-Marica -Tal vez Alex no podría pero a Gloria nada la detuvo de soltar una sonora cachetada al rostro de Alex y casi lanza otra más pero su mano fue detenida por la de Saúl.

-¿Que estás haciendo? -Saúl se puso frente a Alex de tal modo que Gloria no pudiera agredirle de nuevo.

-¿Que qué hago? -La pregunta resonó en la mente de Gloria por un momento, ¿que qué estaba haciendo? pues defender lo que es suyo, a su Saúl, estaba dejándole en claro que ella si era una mujer y Alex no - ¿qué es lo que haces tú con esa cosa? -señalaba hacia Alex.

-No puedo creer que hables de esa manera, confié en ti, te confíe mis secretos, te pedí consejo, te veía como a mi hermana.

Gloria no quería ser su hermana, los hermanos no pueden besarse ni abrazarse, no del modo en que ella quería hacerlo, y su odio hacia Alex se incrementó aún más, sentía el deseo de volver a pegarle, de arrancarle todo el cabello de la cabeza, de desfigurarle ese rostro afeminado para que nadie más se fijara en el de nuevo, y se abalanzo con toda la intención de cumplir ese objetivo.

La mente de Alex se ausento un momento pensando en que haría si la foto llegaba a manos de su papá, hombre muy drástico él, si tenía suerte le enviaría a un colegio militar para que se convierta en hombre, amenaza frecuente que daba a todos sus hijos varones, en este momento parecía una buena opción para poder alejarse de todos, deseaba irse lejos de ahí porque sabía que una vez que se supiera lo de la foto se convertiría en la burla del colegio. Salió de su letargo cuando sintió que le rodeaban unos brazos, era Saúl que trataba desesperadamente protegerlo de los golpes que trataba de atizarle Gloria, no tenía ganas de que Saúl lo tocase, no quería que nadie le tocara, empujo a Saúl tan fuerte que este terminó cayendo sentado en medio de la pista de baile, a Gloria le tomo desprevenida esta acción tan repentina y se quedó quieta en espera de ver que más hacia Alex.

Alex decidió que era momento de marcharse de aquel lugar, busco con la mirada la peluca que su hermana le compro para la cita, debía estar por el piso, la busco pero no la hallaba, al fin la divisó, estaba sobre la cabeza de un chico de unos quince años que ponía caras graciosas mientras sus dos amigos le festejaban sus gracias. Bien, tendría que irse sin la peluca, luego le inventaría alguna escusa a Verónica, comenzó a caminar rumbo a la salida, oyó que un grupo de chicas cuchicheaba en voz baja entre risitas, le pareció oír la palabra travesti seguida de más risitas, no importaba ya nada le importaba. Comenzó a andar rumbo a la salida con paso lento, tratando de no prestar atención de las miradas que le seguían ni de los comentarios que decían sobre él, ya casi alcanzaba la puerta cuando sintió un impacto en la espalda seguido de la sensación de que un líquido frio le salpicaba la espalda, la lata de aluminio cayó al piso causando un crujido metálico, Alex tambaleo a causa del golpe pero se recuperó rápidamente y siguió su camino, pensó para sí mismo que comparado con los golpes que recibiera en muchas de las peleas en las que estuvo, el dolor de esa lata de gaseosa no era nada, lo importante ahora era alejarse de todos para dejar de escuchar las risas y murmullos.

Al otro lado de la discoteca dos jóvenes de diecisiete años se miraron como comunicándose algo, diciéndose con la mirada que ambos tuvieron la misma idea y confirmándolo al agitar positivamente las cabezas, pocos segundos después salieron tras Alex.

N d A: Hola gente, perdón por la ausencia, pero ahora sí que publicaré lo que falta de la historia, que ya casi se acaba.
¿Cómo les ha parecido la historia hasta ahora?

Alex y SaulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora