Something that wasn't there

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Semana doce

"Sabes, no pasará tanto tiempo antes de que ya no pueda ser visto en público," murmuró Charles.

Si se miraba con detenimiento en el espejo, Charles podía ver un pequeñísimo bulto en su abdomen. Pero no era nada que no pudiera ser atribuido a beber mucha cerveza o comer muchos dulces. Aunque él definitivamente no había probado ni uno ni otro recientemente.

"¿Por qué no?" Preguntó Erik, examinando una estatuilla de cerámica en su mano. Por alguna razón, quiso detenerse en una tienda de antigüedades en la ciudad... Raven insistía en que era una cita, pero dos personas pueden ir a cenar y de compras sin que sea una cita.

"No saldré una vez que empiece a notarse, y por favor no me digas mutante y orgulloso," se apresuró a cortar el argumento de Erik. "Hay una diferencia entre mostrar tu verdadera naturaleza cuando no eres tú el único que puede salir herido de ello."

Cualquier argumento se desvaneció de la mente de Erik.

Después de pasar el último mes sufriendo el estricto régimen para cuidar al bebé de Erik, Charles no se sorprendió. Él había hecho que la misión de su vida fuera que nada pudiera dañar al bebé o a Charles. Justo esa mañana, Charles se había visto obligado a atacar a Erik con una almohada para que dejara de tratar de sacarlo de la cama para hacer ejercicio.

"Bien," Gruñó Erik, siguiendo con su inexplicable búsqueda.

"¿Qué es lo que estás buscando?"

"Algo que no he encontrado," respondió, la frustración coloreaba su voz.

"Tal vez si me dijeras-"

"Hola."

Ambos se giraron para ver a un enorme hombre de, quizá, 35 años. Tenía el cabello negro y delgado, sus fascinantes ojos verdes estaban fijos en Charles.

El desagrado de Erik llenó el ambiente de inmediato, causándole un pequeño dolor de cabeza a Charles. Le hizo una mueca. Sólo las emociones más ruidosas le causaban eso.

"Estás interrumpiendo, mi amigo," Bufó Erik, estirando la espalda para intentar lucir más grande. Por desgracia, todavía quedaban un buen par de pulgadas de diferencia entre el desconocido y él.

"Oh, lo siento mucho," dijo el hombre, la amabilidad de su voz desentonaba con su gran tamaño. Charles se sentía como un camarón junto a él. "Sólo es que no pude evitar-" El hombre pareció notar la intensa mirada de Erik finalmente y guardó silencio. Charles ya estaba listo para borrar su memoria si se deba cuenta de la herramienta de metal que flotaba detrás de él.

Calma tu mente, Erik. No creo que él quisiera ser grosero.

No me gustan los humanos pretenciosos.

Oh sí, a ti te gustan más los mutantes pretenciosos.

"¿Hay algo con lo que pueda ayudarte?" Preguntó Charles educadamente. La verdad era que no quería incentivar ese destello en los ojos del extraño, pero tampoco quería crear una mala imagen con las personas de la ciudad. Los viajes fuera de la mansión serían importantes para enseñarles buenos modales públicos a los niños.

"Sí, ¿crees que pudiéramos hablar en privado?" Preguntó el hombre, dirigiendo una fuerte mirada a Erik.

"No creo-"

"Claro, por qué no vamos por ahí," Dijo Charles en voz alta. Más que nada quería mostrarle que él aún podía tomar sus propias decisiones.

Preferiría que dejaras de hablar por mí.

A Logical Progression   //  CherikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora